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Qué ver en Graus: La capital de la comarca aragonesa de Ribargorza

Graus, situado en la comarca de Ribagorza, es una joya de Aragón que invita a ser descubierta. Este encantador municipio, con una rica historia que se remonta a tiempos romanos, ofrece una combinación perfecta de patrimonio cultural y natural. Pasear por sus calles es un viaje en el tiempo, donde cada rincón cuenta una historia fascinante.

La geografía de Graus es igualmente impresionante, ubicada a orillas del río Ésera y rodeada por los majestuosos Pirineos. Este entorno natural no solo proporciona paisajes de ensueño sino también numerosas actividades al aire libre, desde senderismo y ciclismo hasta deportes acuáticos.

Hay muchas razones para visitar Graus: su exquisita gastronomía, destacando la longaniza, reconocida a nivel nacional y sus vibrantes fiestas y tradiciones. Este artículo te guiará a través de los mejores lugares que ver en Graus, desde sus monumentos históricos hasta sus maravillas naturales, asegurando una visita inolvidable.

Basílica de Nuestra Señora de la Peña

La Basílica de Nuestra Señora de la Peña en Graus es un impresionante monumento que refleja la rica historia y la devoción de la localidad. Construida en el siglo XVI sobre una antigua ermita románica, la basílica combina estilos gótico y renacentista, destacando por su elegante fachada y su esbelta torre campanario. Su interior alberga el retablo mayor, una joya del Renacimiento aragonés, así como diversas capillas y altares.

El acceso a la basílica ofrece una experiencia única, ya que está situada en una elevación que proporciona vistas panorámicas de Graus y el valle del río Ésera. La subida, que puede realizarse a pie o en coche, añade un elemento de contemplación antes de llegar al sagrado recinto. Este entorno natural lo convierte en un punto de visita imprescindible tanto para los devotos como para los amantes de la historia y la arquitectura.

La basílica no solo es un centro de culto, sino también un escenario de importantes eventos locales. Entre ellos, destacan las fiestas en honor a la Virgen de la Peña, celebradas cada 12 de septiembre, que atraen a numerosos fieles y visitantes. Estas festividades incluyen procesiones, misas solemnes y actividades culturales que la consolidan como un pilar fundamental de la identidad grausina.

La Basílica de Nuestra Señora de la Peña está abierta al público de septiembre a marzo de 10 a 17 horas (de 10 a 19 horas durante los días de Semana Santa) y de abril a agosto de 10 a 20 horas. La entrada es gratuita, lo que facilita a los visitantes disfrutar de su magnificencia sin preocupaciones económicas.

Plaza Mayor

Con una historia que se remonta a la Edad Media, esta plaza ha sido testigo de innumerables eventos y transformaciones. Su diseño irregular y sus pórticos de diferentes estilos arquitectónicos reflejan la evolución histórica y cultural de Graus. La plaza ha sido el corazón social y comercial del pueblo durante siglos, siendo el punto de encuentro de sus habitantes.

Entre los edificios más destacados de la Plaza Mayor se encuentra la Casa Heredia, un espléndido ejemplo de arquitectura renacentista. Sus impresionantes frescos en la fachada, que representan escenas mitológicas y alegóricas, son un verdadero tesoro artístico.

Otro edificio notable es la Casa del Barón, con su fachada barroca y elegantes balcones de hierro forjado. La Casa Bardaxí, con su imponente escudo de armas, completa el conjunto de joyas arquitectónicas que adornan la plaza.

La Plaza Mayor también destaca por los eventos que acoge a lo largo del año. Entre ellos, las Fiestas de Graus, declaradas de Interés Turístico Nacional, son las más importantes. Estas festividades, celebradas en septiembre, llenan la plaza de vida con procesiones, danzas tradicionales y actividades culturales. Además, el mercado semanal y las ferias locales mantienen viva la tradición comercial de la plaza.

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Fiestas de Graus

Las Fiestas de Graus, declaradas de Interés Turístico Nacional, son uno de los eventos más esperados y emblemáticos de esta localidad aragonesa. Celebradas del 12 al 15 de septiembre, estas festividades combinan tradición, cultura y diversión en un ambiente único.

Su origen se remonta a tiempos medievales, cuando se rendía homenaje a la Virgen de la Peña, patrona de Graus. Hoy en día, las fiestas mantienen viva esa devoción, al tiempo que incorporan elementos contemporáneos.

Uno de los momentos más destacados es la Mojiganga, una representación satírica en la que los vecinos interpretan escenas cómicas y críticas de la vida local. Esta actuación, que data del siglo XVII, es esperada con gran expectación por su ingenio y humor. Además, la plaza Mayor se llena de color y música con la celebración de la tradicional Danza de las Espadas y los Palitroques, que muestra el folclore y las raíces culturales de Graus.

Las procesiones religiosas también ocupan un lugar central en las fiestas, especialmente la procesión de la Virgen de la Peña, que recorre las calles del pueblo con fervor y devoción. La participación de los habitantes, vestidos con trajes tradicionales, realza el carácter solemne y festivo de la celebración. Además, los eventos deportivos, conciertos y ferias aseguran entretenimiento para todas las edades.

Fiesta de la Longaniza

La Fiesta de la Longaniza de Graus, celebrada el último sábado de julio, es un evento gastronómico de gran relevancia y tradición en esta localidad aragonesa. Esta festividad rinde homenaje a uno de los productos más emblemáticos de Graus: la longaniza, reconocida por su calidad y sabor únicos. La celebración comenzó en 1991 y desde entonces ha crecido en popularidad, atrayendo a miles de visitantes cada año.

Uno de los momentos más esperados de la fiesta es la elaboración de la longaniza más grande del mundo, un espectáculo culinario que ha batido varios récords Guinness. En la Plaza Mayor, los asistentes pueden ver cómo se cocina esta enorme longaniza en una parrilla gigante, convirtiendo el evento en una experiencia visual y olfativa inigualable. Además, la degustación gratuita permite saborear este embutido en un ambiente.

La fiesta también incluye actividades complementarias como concursos, música en vivo y exhibiciones, que enriquecen la experiencia y ofrecen entretenimiento para toda la familia. La participación de productores locales como los garrapiñados y la promoción de productos artesanales destacan la importancia de la longaniza en la economía y la cultura de Graus.

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Iglesia Parroquial de San Miguel

La Iglesia Parroquial de San Miguel en Graus tiene sus orígenes en el intento del rey Ramiro I de tomar el castillo de Graus a los musulmanes. San Miguel, jefe de los ejércitos de Dios, fue invocado durante el asedio, y en su honor se levantó una pequeña capilla.

Con el tiempo, esta capilla se convirtió en iglesia parroquial y fue ampliada a través de sucesivas reformas. Junto a la iglesia, extramuros de la villa medieval, se encontraba el cementerio, lugar de numerosas reuniones concejiles y cofradías religiosas hasta su clausura en 1915.

El primitivo edificio románico ha sufrido numerosas alteraciones, aunque aún se pueden ver bajo el alero algunos canecillos esculpidos. Los motivos representados son típicos de la segunda mitad del siglo XII y XIII. La puerta principal tiene cinco arquivoltas en degradación sin decoración.

En el interior, se distingue el aparejo románico en el cuerpo central, con bóvedas de cañón ligeramente apuntadas. Durante el periodo gótico, se abrieron varias capillas laterales, iniciando así las primeras transformaciones significativas.

La reforma más considerable se llevó a cabo en el siglo XVIII, cuando se creó el crucero, se eliminó el ábside original y se añadió el coro a los pies de la nave. En la capilla del Santo Cristo, realizada en 1739, destaca una cúpula barroca ricamente decorada con estucos que representan escenas de la Pasión de Cristo.

Tres paneles pintados al fresco narran hechos de la vida de San Vicente Ferrer, y la capilla alberga el crucifijo que él dejó al pueblo de Graus en 1415. Entre los tesoros parroquiales destacan las tablas del siglo XV realizadas por el taller de Pedro García de Benabarre y un lienzo de Baltasar Gracián proveniente del antiguo colegio de la Compañía de Jesús.

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Espacio Pirineos

El Espacio Pirineos es un centro cultural y de interpretación dedicado a los Pirineos, que combina patrimonio, historia y naturaleza en un solo lugar. Inaugurado en 2006, se sitúa en el antiguo edificio del colegio de la Compañía de Jesús, una joya arquitectónica del siglo XVII. Este centro ofrece una rica y variada programación cultural que incluye exposiciones permanentes, temporales, talleres, conferencias y eventos musicales.

La exposición permanente, distribuida en dos plantas, presenta una visión integral de los Pirineos. En la planta baja, los visitantes pueden explorar la geología, flora y fauna de la región a través de instalaciones interactivas y audiovisuales. La planta superior está dedicada a la historia y la cultura pirenaicas, con una especial atención a la vida cotidiana, las tradiciones y el patrimonio inmaterial de la zona.

Además, las exposiciones temporales abordan diversos temas relacionados con la cultura y el medio ambiente, enriqueciendo la oferta expositiva del centro.

El Espacio Pirineos es también un lugar de encuentro y aprendizaje, donde se organizan talleres y actividades educativas para todos los públicos. Su programación incluye conferencias y seminarios que fomentan el conocimiento y la reflexión sobre los Pirineos. Además, el centro acoge eventos musicales y artísticos, convirtiéndose en un referente cultural en la comarca. Además el Cine Salamero pertenece a esta institución.

El Espacio Pirineos está abierto al público de martes a sábado de 11 a 14 y de 17 a 21 horas, y los domingos de 11 a 14 horas. El precio de la entrada es de 3 euros, con descuentos para grupos y entrada gratuita para menores de 12 años. Visitar este centro es una oportunidad única para descubrir la riqueza natural y cultural de los Pirineos en un entorno histórico y acogedor.

Puente de Abajo

También conocido como Pontarrón, Puente de la Magdalena o de la Cruz, es el único puente antiguo que ha sobrevivido en Graus. Este puente se levanta sobre las aguas del río Ésera, poco después de la confluencia con el Isábena, en el camino que lleva a Benabarre.

Construido en el siglo XVI, el Pontarrón mantiene las características de los últimos modelos medievales, con calzadas más anchas y sin arcos ojivales. Su construcción, como la de otros puentes históricos, se remonta a la conquista cristiana de Graus en 1083.

El mantenimiento del Puente de Abajo era costoso, por lo que se recurría al pontazgo, un tributo sobre personas, mercancías y animales. Este impuesto, un privilegio real, era regulado por las Cortes del Reino y podía ser arrendado en subasta pública.

El guardián del puente vigilaba el paso y llamaba al recaudador para cobrar el tributo. Según la leyenda, quienes no pagaban el pontazgo podían acabar en la horca, de ahí el nombre "Las Forcas" que recibe el roquedo de la orilla derecha del río.

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Mapa con los lugares recomendados de Graus

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