Sumérgete en la mística historia de Aínsa, una joya medieval enclavada en las montañas aragonesas. Con sus raíces que se remontan al siglo VIII, esta ciudad encantadora guarda historias de héroes y leyendas. Desde su papel crucial en la defensa cristiana hasta su transformación a lo largo de los siglos, Aínsa ha resistido el paso del tiempo con gracia y fortaleza.
Caminar por sus calles empedradas es como viajar en el tiempo, donde cada esquina cuenta una historia de valentía y determinación. Aínsa ha sido testigo de momentos históricos que han dejado una marca indeleble en su paisaje y en el corazón de quienes la visitan. Descubre la magia de esta ciudad medieval mientras exploras sus rincones históricos y te sumerges en su fascinante pasado.
Casco Antiguo
Declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1965, es un tesoro medieval que cautiva a los visitantes con su encanto y su rica historia. Dominado por la imponente Plaza Mayor, este centro turístico de relevancia alberga dos calles principales: la pintoresca Calle Mayor y la evocadora Calle Santa Cruz. Estas calles empedradas están adornadas con fachadas y puertas que cuentan siglos de historias fascinantes.
Una joya oculta en este laberinto medieval es el Nikve, un baño judío del siglo XIV, descubierto en 2015 en el sótano de una antigua casa de la judería. Este espacio de purificación, compuesto por dos cisternas y una bañera rectangular, es una ventana al pasado que atrae a turistas de todo el mundo, especialmente de Israel.
Entre las construcciones notables se encuentran la Casa de Bielsa, del siglo XVI o XVII, con sus ventanas geminadas, y la Casa Arnal, un ejemplo típico de la arquitectura local del siglo XVI, con sus portadas y rejas. Explorar el Casco Antiguo de Aínsa es sumergirse en un mundo de historia y belleza arquitectónica que deja una impresión duradera en aquellos que lo visitan.
Castillo de Aínsa
El Castillo de Aínsa, majestuoso y antiguo, se erige en el extremo oeste de la Plaza Mayor de la villa. Declarado Bien de Interés Cultural, su construcción data del siglo XI, fortificando la frontera meridional contra la dominación musulmana. Experimentó una reforma y ampliación en el siglo XVII, bajo la dirección del ingeniero Tiburcio Spanochi, para enfrentar posibles invasiones desde los Pirineos.
El complejo defensivo, resultado de múltiples fases constructivas, exhibe torres imponentes y murallas robustas, testigos de antiguas batallas y estrategias militares. El recinto alberga una gran plaza de armas, rodeada por un impresionante muro y distintas torres, mostrando la evolución de la arquitectura defensiva a lo largo de los siglos.
Hoy en día, el Castillo de Aínsa no solo es un monumento histórico, sino también un centro cultural activo, acogiendo conciertos y ferias locales, atrayendo a visitantes de todas partes para sumergirse en su fascinante pasado y disfrutar de su vibrante presente.
Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Aínsa es testigo del esplendor de la villa en los siglos XII y XIII. Sus dimensiones imponentes reflejan la importancia histórica de este enclave, mientras que sus característicos porches laterales añaden un encanto único. Bajo estos portales, se encuentran antiguos lagares comunitarios, donde los vecinos prensaban uvas para obtener mosto.
Hoy en día, la plaza es un punto de encuentro animado, con múltiples terrazas que invitan a disfrutar de las vistas y el ambiente. Desde aquí, se puede contemplar el imponente edificio del Ayuntamiento y la majestuosa presencia del Castillo de Aínsa, creando una atmósfera que evoca siglos de historia y tradición.
Sentarse en una de estas terrazas y sumergirse en el ambiente es una experiencia que no debe perderse al visitar Aínsa, ofreciendo un vistazo a la vida cotidiana y la rica herencia cultural de esta encantadora localidad aragonesa.
Iglesia de Santa María de Aínsa
La Iglesia de Santa María de Aínsa, también conocida como Iglesia de la Asunción, es un verdadero tesoro histórico enclavado en el corazón de la encantadora localidad de Aínsa, en Aragón. Su construcción se remonta al siglo XI y lo primero que te sorprenderá es su imponente presencia. Es uno de los ejemplos más destacados del románico aragonés en la comarca de Sobrarbe.
Déjate maravillar por los detalles de su arquitectura. Desde la portada sur con sus adornos hasta el ábside semicircular, cada rincón cuenta una historia. En su interior, la nave de bóveda de cañón te transportará a tiempos pasados, mientras que la cripta, situada bajo el presbiterio, te revelará secretos ocultos de siglos atrás.
No te pierdas la torre, que se alza majestuosa sobre el paisaje urbano. Desde lo alto, podrás disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes de Aínsa y sus alrededores. Y no olvides dar un paseo por el claustro, que añade un toque especial a esta joya arquitectónica. Sus arcos románicos y góticos te invitarán a explorar la evolución del arte a lo largo de los siglos.
Museo de Artes y Oficios Tradicionales
Sumérgete en la riqueza cultural de Aínsa explorando el Museo de los Oficios y Artes Tradicionales, ubicado en la encantadora Casa Latorre, en el corazón del casco antiguo de la ciudad. Esta joya etnográfica alberga una fascinante colección de objetos que muestran la vida cotidiana y los oficios tradicionales de la región.
Déjate transportar a tiempos pasados mientras recorres las cuatro plantas de este edificio del siglo XVI. Desde el taller del herrero, con su yunque y fragua, hasta la madera y su ciclo productivo en la serrería y el taller del carpintero, cada rincón revela los secretos de las artes y oficios ancestrales de la zona.
Maravíllate con el magnífico telar y los textiles elaborados a mano con cáñamo y lana, admira la alfarería tradicional, la hojalatería y la cestería que formaban parte de la vida diaria en los valles y montañas de la región. Cada herramienta y objeto expuesto cuenta una historia única de trabajo y creatividad.
No pierdas la oportunidad de sumergirte en la historia y la cultura de Aínsa. Una visita al Museo de los Oficios y Artes Tradicionales es imprescindible para comprender la identidad y el legado de esta encantadora localidad pirenaica. Su entrada se materializa en el donativo de 1 euro para el mantenimiento de las instalaciones.
Ecomuseo de la Fauna
Sumérgete en la riqueza de la biodiversidad pirenaica explorando el Eco Museo de la Fauna en Aínsa, un fascinante centro de visitantes ubicado en la histórica Casa Latorre, en el casco antiguo de la ciudad.
El museo consta de cuatro áreas principales. En el área de recepción e información, los visitantes pueden obtener detalles sobre los valores naturales de la región, participar en visitas guiadas al medio natural y explorar una tienda de naturaleza con productos locales y recuerdos relacionados con la fauna pirenaica.
La zona de interpretación alberga una exposición permanente que sumerge a los visitantes en la riqueza natural y cultural de los Pirineos, destacando sus diversos ecosistemas y la importancia de su conservación. Además, ofrece una proyección audiovisual sobre la biodiversidad pirenaica.
El parque zoológico del museo alberga aves rapaces incapacitadas para vivir en libertad, incluida una pareja de quebrantahuesos, permitiendo a los visitantes aprender sobre su biología y conservación a través de un túnel de observación. El área de documentación está destinada al uso público y ofrece servicios de biblioteca, videoteca, fonoteca y acceso a internet relacionados con temas ambientales pirenaicos.
El museo abre sus puertas de febrero a octubre, con horarios que varían según la temporada. Durante febrero y marzo, está abierto todos los días de 11 a 19 h. Del 25 de marzo al 30 de junio, abre todos los días de 11 a 14:30 y de 15:30 a 20 h. En julio, agosto y del 1 al 15 de septiembre, el horario es de 10:30 a 14:30 y de 15:30 a 20:30 horas.
Del 15 de septiembre al 27 de octubre, abre de 11 a 14:30 y de 15:30 a 20 h. Permanece cerrado del 6 al 31 de enero. Los precios de entrada son accesibles, con tarifas de 5 € para la entrada general y descuentos disponibles para grupos, familias numerosas, personas con discapacidad y niños menores de 4 años, que entran gratis.
Cruz Cubierta
La Cruz Cubierta de Aínsa, erigida en el siglo XVII por la Diputación General de Aragón, conmemora la victoria de las tropas cristianas sobre las musulmanas en el siglo IX. Construida en 1655, sufrió daños por un temporal en 1765, siendo reconstruida por orden de Carlos III.
Este monumento consiste en un tholos cerrado por una valla de hierro, rodeado por ocho columnas que sostienen un tejado en forma de chapitel coronado por una cruz. En su interior, se encuentra la representación de la cruz y la carrasca, emblemas de Sobrarbe.
Situada a aproximadamente 1,5 km del Castillo de Aínsa, esta estructura circular alberga sobre un altar la carrasca coronada con la cruz, recordando la reconquista de Aínsa y el milagro ocurrido durante la batalla.
La leyenda asociada a este lugar narra el evento de la batalla de los Cristianos en el año 724. En medio de la lucha desigual, una Cruz de Fuego apareció sobre una encina, inspirando a los guerreros cristianos y llevándolos a la victoria, recuperando así la Villa de Aínsa.
Balcón de la Vila
El Balcón de la Villa de Aínsa, ubicado en el castillo, ofrece vistas panorámicas del pueblo medieval y el paisaje circundante desde lo alto de la muralla. Es el punto más elevado de la fortificación, permitiendo una visión privilegiada de Aínsa y sus alrededores.