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Qué ver en Rabat: Descubre 10 lugares históricos y culturales de la capital marroquí

Sumérgete en la fascinante ciudad de Rabat, una joya cultural en la costa atlántica de Marruecos. Con una rica historia que se remonta a la época fenicia, Rabat ha sido testigo de la influencia de diversas culturas a lo largo de los siglos, desde los romanos hasta los árabes y los colonizadores europeos.

Esta ciudad portuaria combina la grandeza de su pasado con la vitalidad de su presente, ofreciendo a los visitantes una mezcla única de tradición y modernidad. Desde sus laberínticos zocos hasta sus majestuosas mezquitas y palacios, Rabat cautiva con su encanto único.

Rabat ofrece una amplia gama de atracciones turísticas, desde playas doradas hasta impresionantes fortalezas y jardines exuberantes. Este artículo tiene como objetivo destacar los 10 lugares imprescindibles que todo viajero debe visitar en Rabat, brindando una guía completa para explorar esta ciudad llena de historia, cultura y belleza.

Torre Hassan

Este minarete inacabado y su plaza de alrededor, con las columnas que nunca sostuvieron una mezquita, te transportarán a un pasado de grandeza y ambición. La torre es un recordatorio fascinante de la historia marroquí y un ejemplo impresionante de la arquitectura almohade.

Su construcción comenzó en el año 1195, bajo el mandato del sultán Yaqub al-Mansur, y tenía como objetivo ser el minarete de la mezquita más grande del mundo. Sin embargo, tras la muerte del sultán, las obras se detuvieron y la torre quedó tal como la vemos hoy, con sus 44 metros de altura, aunque se diseñó para alcanzar más de 80 metros.

Para los interesados en la fotografía y la arquitectura, la Torre Hassan ofrece un escenario perfecto. El contraste de las ruinas con la torre y la vista del río Bou Regreg y el océano Atlántico, crean un paisaje inolvidable. Asegúrate de llevar tu cámara para capturar la belleza y la atmósfera de uno de los lugares más visitados de Rabat.

La entrada a la plaza de la Torre Hassan es gratuita, lo que la convierte en una opción atractiva para todo tipo de viajeros. Además, su ubicación céntrica facilita combinar la visita con otros puntos de interés en la ciudad. Sin duda, la Torre Hassan es una parada obligatoria para comprender la riqueza histórica y cultural de Rabat.

Kasbah de los Udayas

Este bastión fortificado se alza orgulloso a orillas del río Bou Regreg y es uno de los lugares turísticos de Rabat más emblemáticos. Con sus murallas impregnadas de historia y sus calles serpenteantes, la Kasbah ofrece una experiencia inolvidable para cualquier viajero.

Al adentrarte en la Kasbah de los Udayas, serás recibido por la imponente Puerta Bab Oudaïa, que da paso a un laberinto de calles estrechas y casas encaladas en azul y blanco. Este colorido barrio no solo es un deleite para los fotógrafos, sino también un testimonio viviente de la rica historia de Rabat.

Uno de los puntos más destacados dentro de la Kasbah, es el Jardín Andalusí. Sus senderos flanqueados por naranjos y flores exóticas te conducen a un espacio de tranquilidad y belleza, ideal para una pausa en tu exploración. Además, desde los miradores podrás disfrutar de unas vistas panorámicas sobre el río y la ciudad de Salé.

Para los amantes de la cultura, la visita también incluye el Museo de Oudaïa, ubicado en un antiguo palacio. Aquí podrás sumergirte en la historia de Marruecos a través de exposiciones de artefactos tradicionales, textiles y joyas. Es una oportunidad única para entender mejor la cultura marroquí y la evolución de Rabat a lo largo de los siglos.

Finalmente, no puedes abandonar este lugar sin disfrutar de un té a la menta en el famoso Café Moro, un establecimiento con vistas al Atlántico que es toda una institución en la zona. Relájate en su terraza y disfruta de la brisa marina mientras contemplas el ir y venir de las olas, una experiencia auténtica que visitar en Rabat.

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Medina de Rabat

Este vibrante barrio es uno de los lugares turísticos de Rabat más emblemáticos y ofrece una inmersión auténtica en la cultura marroquí. Pasear por sus estrechas calles laberínticas te permitirá descubrir un sinfín de tiendas artesanales, mercados bulliciosos y edificaciones con siglos de historia.

Aquí te encontrarás dentro de la famosa Kasbah de los Udayas, que te regala vistas panorámicas del océano Atlántico y del río Bou Regreg. Además, la tranquilidad de sus jardines andaluces contrasta con el ritmo acelerado de las calles comerciales, ofreciendo un respiro perfecto durante tu exploración.

Asegúrate de incluir una parada en la Gran Mezquita, situada en el corazón de la Medina. Aunque no está abierta a los no musulmanes, su impresionante minarete es visible desde varios puntos y es una parte importante del paisaje urbano de la ciudad. Cerca de la mezquita, el zoco ofrece una experiencia auténtica de compras, donde puedes encontrar desde especias exóticas hasta textiles tradicionales.

La Medina alberga también la Calle Souika, que es una de las más antiguas de la ciudad. Aquí podrás sentir la esencia de la vida cotidiana marroquí probando algunos de los platos locales en los numerosos cafés y restaurantes que salpican la Medina, donde la gastronomía es otro de los grandes atractivos.

Finalmente, si buscas llevar contigo un recuerdo único de tu visita, los talleres de artesanía dispersos por la Medina son el lugar ideal para comprar regalos y souvenirs hechos a mano. Desde joyería bereber hasta cerámica pintada, cada pieza refleja la rica herencia cultural de Rabat.

Mausoleo de Mohammed V

Este imponente monumento es un tributo a la memoria del rey Mohammed V y sus hijos, el rey Hassan II y el príncipe Moulay Abdellah. Situado en la explanada de la Torre Hassan, el mausoleo es un ejemplo sublime de la arquitectura marroquí moderna, con influencias tradicionales que capturan la esencia del arte islámico.

La estructura se caracteriza por su impresionante cúpula de oro y los intrincados mosaicos que adornan sus paredes, lo que lo convierte en uno de los lugares turísticos de Rabat más fotografiados. Los visitantes quedan fascinados por los detalles de la artesanía marroquí, que incluyen zellige (azulejos de cerámica), tallados en madera y estucos. El interior del mausoleo, que alberga las tumbas reales, es accesible a los turistas

Es recomendable vestir de manera respetuosa y estar preparado para quitarse los zapatos antes de entrar al mausoleo. Además, es posible que encuentres guardias en trajes tradicionales, lo que añade un toque auténtico a la experiencia y ofrece una oportunidad perfecta para tomar fotografías únicas. El Mausoleo de Mohammed V está abierto todos los días y la entrada es gratuita, aunque se aceptan donaciones.

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Palacio Real de Rabat

No puedes perderte la oportunidad de visitar uno de los más emblemáticos tesoros, el Palacio Real de Rabat. Este sitio no solo es una residencia oficial del monarca marroquí, sino también un impresionante testimonio de la rica historia y arquitectura del país.

Conocido localmente como Dar-al-Makhzen, está situado en la parte sur de la ciudad y está rodeado por hermosos jardines que agregan un toque de serenidad al lugar. Aunque el acceso al interior del palacio está restringido, se puede admirar la magnífica arquitectura exterior y la guardia real que monta vigilancia. La fachada del palacio es un excelente ejemplo de la arquitectura islámica tradicional con detalles ornamentales.

Asegúrate de incluir una visita a la Explanada del Mechouar, que es la gran plaza frente al palacio donde se llevan a cabo ceremonias oficiales. La plaza ofrece puntos de vista perfectos para tomar fotografías del palacio y sus alrededores. Además, es un lugar donde puedes sentir la atmósfera real y contemplar la mezcla de tradición y modernidad que caracteriza a Rabat.

En las inmediaciones del Palacio Real, encontrarás también la Necrópolis de Chellah, un sitio histórico con ruinas romanas y medievales que te transportará a otra época. La combinación de historia antigua y la majestuosidad del palacio moderno ofrece una experiencia turística única y diversa.

No olvides que la mejor época para visitar Rabat y disfrutar de su clima mediterráneo es durante la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son más agradables. Al planificar tu viaje, incluye suficiente tiempo para recorrer los alrededores del Palacio Real y sumergirte en la historia y la cultura que este lugar emblemático tiene para ofrecer.

Museo Mohammed VI de Arte Moderno y Contemporáneo

Inaugurado en 2014, este museo es el primer gran instituto dedicado al arte moderno y contemporáneo en Marruecos, ofreciendo una perspectiva única sobre la escena artística del país y del continente africano.

Ubicado cerca de las históricas murallas de la ciudad, el museo se erige como un punto de referencia cultural y uno de los lugares turísticos de Rabat más destacados. Su arquitectura moderna, con espacios luminosos y amplias salas de exposición, es el escenario perfecto para albergar una colección permanente que incluye obras de artistas marroquíes de renombre, así como exposiciones temporales de artistas internacionales.

Durante tu visita, podrás apreciar una variedad de expresiones artísticas, desde pintura y escultura hasta instalaciones multimedia y videoarte. Además, el museo organiza talleres, conferencias y eventos culturales que enriquecen la experiencia de los visitantes.

No olvides consultar la agenda del museo antes de tu visita, ya que podrías coincidir con alguna inauguración o evento especial. El museo está abierto de miercoles a lunes, y la entrada tiene un costo accesible, lo que lo convierte en una opción atractiva para todo tipo de viajeros interesados en qué ver en Rabat. Finalmente, tras la visita, puedes disfrutar de un agradable paseo por los jardines que rodean el museo.

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Jardín Exótico de Bouknadel

Uno de los tesoros menos conocidos de la ciudad es el Jardín Exótico de Bouknadel, un oasis de paz y belleza natural. Situado a pocos kilómetros de Rabat, este jardín es un lugar turístico de Rabat que ofrece una experiencia única para aquellos que buscan un respiro del bullicio urbano.

Inaugurado en 1951, el Jardín Exótico de Bouknadel es el resultado de la pasión y dedicación de Marcel François, un horticultor francés que decidió crear un espacio donde conviven plantas de diversas partes del mundo. Al visitar este jardín, te encontrarás con una colección impresionante de flora que incluye especies raras y exóticas, algunas de las cuales son únicas en Marruecos.

Los senderos del jardín te guiarán a través de paisajes temáticos que varían desde un jardín andaluz hasta un paisaje asiático, pasando por escenarios que evocan la atmósfera de las islas del Pacífico. Es un lugar ideal para los amantes de la botánica o para aquellos que simplemente desean disfrutar de un paseo tranquilo rodeado de naturaleza exuberante.

No te olvides de llevar tu cámara, ya que el Jardín Exótico es también un lugar perfecto para los entusiastas de la fotografía, gracias a sus estanques ornamentales, cascadas y una multitud de colores que cambian con las estaciones. Además, el jardín es un hábitat para una variedad de aves, lo que lo convierte en un punto de interés para los observadores de aves.

Abierto todos los días, excepto los martes, con una pequeña tarifa de entrada, este jardín te promete una experiencia encantadora y revitalizante que complementará tu visita a la capital marroquí. Considera que la primavera es una de las mejores épocas para disfrutar del jardín en su máximo esplendor, aunque su belleza perdura durante todo el año.

Catedral de San Pedro

Construida durante el periodo del protectorado francés en Marruecos, la Catedral de San Pedro de Rabat se destaca por su estilo Art Deco y neogótico, ofreciendo a sus visitantes una experiencia visual única. Al visitar este emblemático edificio, podrás apreciar las impresionantes vidrieras que decoran sus altas ventanas, así como las detalladas esculturas que adornan su fachada.

La catedral no solo es un punto de interés para aquellos interesados en la arquitectura o la historia religiosa, sino que también acoge eventos culturales y conciertos de música clásica, enriqueciendo así la oferta turística de la ciudad. La entrada a la catedral es gratuita, y su ubicación céntrica la hace fácilmente accesible a pie o en taxi desde cualquier punto de la ciudad.

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Necrópolis de Chellah

Cuando te encuentres explorando la capital de Marruecos, no puedes dejar de visitar es Chellah, una joya histórica que te transportará a través del tiempo. Este sitio arqueológico, que mezcla vestigios romanos y medievales, es un testimonio fascinante de las diferentes civilizaciones que han dejado su huella en la región.

Chellah, o Sala Colonia en épocas romanas, fue inicialmente un asentamiento fenicio antes de convertirse en un importante centro romano. Tras el declive del Imperio Romano, el sitio fue redescubierto en el siglo XIV y transformado en una necrópolis real por la dinastía Merínida.

Hoy en día, al visitar Chellah en Rabat, te maravillarás con sus murallas imponentes, las ruinas del complejo de la mezquita, y la tranquilidad de sus jardines, donde los naranjos y los olivos añaden un toque de serenidad. Chellah es también un lugar perfecto para los amantes de la fotografía, gracias a sus vistas panorámicas y su flora y fauna, entre la que destacan las cigüeñas que anidan sobre las antiguas estructuras.

Para asegurarte de aprovechar al máximo tu visita, considera contratar una visita guiada que te proporcionará detalles sobre la historia y las leyendas del lugar. Chellah está abierto al público todos los días y la entrada tiene un coste simbólico, lo que lo convierte en una actividad accesible para todos los viajeros interesados en el patrimonio cultural de Marruecos.

Playa de Rabat

La Playa de Rabat es ideal para quienes desean relajarse en la arena dorada y disfrutar de un clima agradable durante casi todo el año. Además, es un punto de encuentro para los surfistas, ya que las olas del Atlántico proporcionan condiciones perfectas para la práctica de este deporte. Si te interesa, puedes encontrar escuelas de surf que ofrecen clases para todos los niveles.

Más allá del surf, la Playa de Rabat es un excelente lugar para pasear por el paseo marítimo y disfrutar de las vistas panorámicas de la fortaleza de la Kasbah de los Udayas. Esta antigua fortaleza es otra de las joyas que ver en Rabat y se encuentra a poca distancia de la playa, lo que te permite combinar fácilmente ambas visitas en un mismo día.

En cuanto a la accesibilidad, la Playa de Rabat está bien comunicada y es fácil llegar a ella tanto en coche como en transporte público. Además, en sus alrededores encontrarás una variada oferta gastronómica donde podrás degustar platos típicos marroquíes y pescado fresco, elemento esencial de la cocina local.

Por último, no olvides que la Playa de Rabat también es un punto estratégico para disfrutar de una impresionante puesta de sol. La mezcla de colores en el cielo al atardecer, con la silueta de la Kasbah de fondo, crea un escenario perfecto para finalizar tu jornada de turismo en Rabat.

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Mapa de lugares que ver en Rabat

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