Frankfurt, conocida como el corazón financiero de Alemania, es una ciudad que fusiona magistralmente lo antiguo con lo moderno, creando un tapiz urbano único. Este artículo te invita a explorar los 10 lugares más imprescindibles de Frankfurt, cada uno con su propio carácter y encanto.
Desde el imponente horizonte de rascacielos, que le ha valido el apodo de 'Mainhattan', hasta los pintorescos rincones de su casco antiguo, Frankfurt es un destino que sorprende y cautiva. Este recorrido por Frankfurt te revelará una ciudad que, a pesar de su tamaño, conserva un encanto y una calidez destacables.
Plaza Römerberg
La Plaza Römerberg, corazón histórico y cultural de Frankfurt, es un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan en un fascinante mosaico urbano. Este emblemático espacio, situado en la Altstadt (Ciudad Vieja), ha sido desde el siglo XII el epicentro de la vida pública de Frankfurt. Rodeada de edificios que narran siglos de historia, la plaza es un testimonio viviente de la evolución de la ciudad.
El Römer, el histórico ayuntamiento de Frankfurt, domina la plaza con su impresionante fachada que data del siglo XV. Este edificio, junto con las casas tradicionales de entramado de madera reconstruidas en la década de 1980, ofrece una ventana al pasado medieval de la ciudad.
La Gerechtigkeitsbrunnen (Fuente de la Justicia), erigida en 1543 y coronada por una estatua de la Justicia, se erige en el centro de la plaza, simbolizando el antiguo espíritu de equidad y orden de Frankfurt.
Aquí se celebraron las coronaciones de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, y la plaza fue un hervidero de actividad durante las famosas ferias de Frankfurt, incluyendo la renombrada Feria del Libro. Además, el tradicional mercado navideño de Frankfurt, que se remonta a 1393, sigue atrayendo a visitantes de todo el mundo, llenando la plaza con un ambiente festivo único.
La arquitectura de la plaza refleja una mezcla de estilos, desde el gótico hasta el barroco, reconstruida meticulosamente después de la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Este lugar no es solo un punto de encuentro para los habitantes de Frankfurt y turistas, sino también un símbolo de la resiliencia y el renacimiento de la ciudad.
Main Tower
El Main Tower, un rascacielos emblemático en el corazón de Frankfurt, es una maravilla de la arquitectura moderna y un testimonio de la innovación. Inaugurado el 28 de enero de 2000, este edificio postmoderno, diseñado por Schweger + Partner, se eleva a 200 metros, con un mástil que alcanza los 240 metros, convirtiéndolo en uno de los edificios más altos de Alemania.
La construcción del Main Tower, entre 1996 y 1999, integró la fachada histórica de los edificios originales en sus niveles inferiores, creando un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo. Con 56 pisos, el edificio alberga oficinas, un estudio de radiodifusión y una plataforma de observación pública, ofreciendo vistas panorámicas de la ciudad.
El Main Tower no es solo un lugar de trabajo para aproximadamente 2.000 personas, sino también un destino cultural. En su interior, se encuentran obras de arte accesibles al público, como la videoinstalación de Bill Viola y el mosaico de Stephan Huber. Además, el edificio es reconocido por su sostenibilidad, habiendo obtenido la certificación LEED en oro y luego en platino.
Los visitantes pueden disfrutar de la plataforma de observación a 198 metros de altura, accesible por uno de los ascensores más rápidos de Alemania. Para aquellos con movilidad reducida, hay una plataforma más baja. El Main Tower también alberga un restaurante y lounge en su piso 53, ofreciendo una experiencia gastronómica con vistas impresionantes.
El Main Tower está abierto al público, con entradas para adultos a 9 euros y tarifas reducidas disponibles. Los niños menores de 6 años entran gratis. Además, hay descuentos para grupos y poseedores de la Frankfurt Card. Es importante tener en cuenta que el último ascensor a la plataforma de observación sale 45 minutos antes del cierre y que el acceso puede estar restringido por condiciones climáticas adversas.
Catedral de Frankfurt
La Catedral de San Bartolomé, o Kaiserdom, en Frankfurt, es un monumento de gran significado histórico y arquitectónico. Este imponente edificio, el más alto de la ciudad hasta los años 50 con más de 96 metros, ha sido testigo de eventos cruciales en la historia alemana. Entre 1562 y 1792, fue el escenario de la coronación de varios emperadores alemanes, lo que le otorgó su nombre de "Catedral del Imperio".
Originalmente una iglesia más en la ciudad desde el siglo IX, fue consagrada al santo Bartolomé en 1239. La catedral, construida íntegramente en arenisca roja, es uno de los símbolos más destacados de Frankfurt. Tras la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida, conservando varias tallas originales. Junto a ella se encuentra el Dommuseum, donde se pueden apreciar hallazgos arqueológicos antiguos.
La catedral permanece abierta de jueves a sábados de 09:00 a 12:00 y de 14:30 a 18:00, y los viernes y domingos de 14:30 a 18:00, ajustando su horario en invierno hasta las 17:00. El museo abre de martes a viernes de 10:00 a 17:00, y sábados y domingos de 11:00 a 17:00. La entrada a la catedral es gratuita, pero se debe abonar el ingreso al museo.
Calle Zeil
Originaria del siglo XIX, esta calle ha sido testigo de la evolución de Frankfurt, sobreviviendo incluso a la devastación de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos de sus imponentes edificios fueron destruidos y no reconstruidos.
Hoy, Zeil se destaca como una de las principales calles comerciales de la ciudad, un destino predilecto tanto para locales como para visitantes. Su arquitectura moderna, especialmente el centro comercial de diseño vanguardista, contrasta con las huellas de su rico pasado, ofreciendo una experiencia única de compras y paseo. La calle, en su mayoría peatonal, se extiende desde la plaza Hauptwache en el oeste hasta Konstablerwache.
Los eventos y la vida cultural que se desarrollan en y alrededor de Zeil son un reflejo de la vibrante vida urbana de Frankfurt. Desde festivales hasta mercados al aire libre, la calle se transforma constantemente para ofrecer nuevas experiencias. Además, su proximidad a importantes puntos de interés como la catedral (Dom) y el río Meno, la hacen un punto de partida ideal para explorar la ciudad.
Zeil ofrece una amplia gama de opciones para todos los gustos y presupuestos. Las tiendas y boutiques abren generalmente de lunes a sábado, con horarios que pueden variar, pero típicamente desde la mañana hasta la noche. Los precios, por su parte, dependen de la tienda o el establecimiento, pero hay opciones para todos los bolsillos, desde tiendas de marcas reconocidas hasta pequeños comercios locales.
Alte Oper
La Antigua Ópera de Frankfurt, conocida como Alte Oper, es un emblema de la resiliencia y el esplendor cultural de la ciudad. Inaugurada en 1880, esta joya arquitectónica fue diseñada por Richard Lucae en un estilo neorrenacentista, reflejando la grandeza y el gusto artístico de la época.
Su fachada imponente y su interior opulento fueron testigos de estrenos de obras significativas, incluyendo la famosa "Carmina Burana" de Carl Orff en 1937. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial dejó su huella destructiva en 1944, reduciendo la Ópera a ruinas.
La determinación de los ciudadanos de Frankfurt llevó a su reconstrucción, culminando en una reapertura triunfal en 1981. Hoy, la Alte Oper no es solo un recinto para la ópera, sino un vibrante centro de conciertos y eventos culturales, acogiendo a artistas y audiencias de todo el mundo en sus dos salas principales: la Großer Saal, con capacidad para 2,500 personas, y la más íntima Mozart-Saal, para 700 espectadores.
Además de su rica programación, la Alte Oper ofrece visitas guiadas de aproximadamente 90 minutos, donde se revelan detalles fascinantes de su arquitectura, historia y las complejas operaciones detrás de cada espectáculo. Estas visitas, generalmente en alemán y próximamente en inglés, permiten acceder a espacios normalmente ocultos al público.
Las visitas públicas tienen un costo de 8 euros por persona, con tarifas adicionales para reservas en línea. También se ofrecen recorridos grupales exclusivos, con condiciones y precios a convenir. Es importante llegar 15 minutos antes de la visita al acceso del escenario de la Alte Oper, y tener en cuenta que no están adaptadas para sillas de ruedas y no se recomiendan para niños menores de diez años.
Casa de Goethe
La Casa de Goethe en Frankfurt, situada en el Großer Hirschgraben, es un lugar emblemático que evoca la vida y obra de Johann Wolfgang von Goethe, el célebre poeta y dramaturgo alemán.
Nacido en 1749 en esta casa, Goethe pasó aquí su juventud, en un edificio que originalmente consistía en dos casas de entramado de madera adquiridas por su abuela en 1733. Su padre, Johann Caspar Goethe, transformó estas casas en 1755/56 en un imponente edificio de cuatro pisos en estilo barroco tardío (rococó).
La casa, que fue vendida por la familia Goethe en 1795, pasó por varias manos hasta que fue adquirida en 1863 por el Freien Deutschen Hochstift, un círculo científico y cultural, que la restauró y abrió al público como una de las primeras casas-museo dedicadas a un poeta. Durante la Segunda Guerra Mundial, la casa fue destruida en un bombardeo en 1944, pero se reconstruyó fielmente y se reabrió en 1951.
Hoy, la Casa de Goethe ofrece una visión íntima de la vida cotidiana de la familia Goethe, con habitaciones amuebladas y decoradas según la época. Destacan el estudio de Goethe, el comedor familiar y la sala de música. Además, el museo alberga una colección de arte que abarca desde el Barroco hasta el primer Romanticismo, incluyendo pinturas y esculturas que reflejan el ambiente cultural en el que Goethe se desarrolló.
El museo está abierto de lunes a viernes de 09:00 a 17:30, los sábados de 10:00 a 18:00 y los domingos de 10:00 a 17:30. Se ofrecen visitas guiadas a las 10:30 y a las 14:00. La experiencia en la Casa de Goethe es una inmersión en el mundo del gran escritor, ofreciendo una perspectiva única de su vida y época.
Puente de Hierro (Eiserner Steg)
Construido en 1868, este puente peatonal de acero remachado en estilo neogótico fue una respuesta a la creciente necesidad de una nueva vía de comunicación con el sur de la ciudad. Inicialmente, era un puente de peaje, donde los transeúntes pagaban un crucero para cruzarlo.
La arquitectura del puente ha resistido el paso del tiempo y los embates de la historia. Durante la Segunda Guerra Mundial, en marzo de 1945, el puente fue bombardeado y destruido junto con otros puentes de la ciudad, pero fue restaurado años después, añadiéndosele un ascensor para facilitar el acceso. Una característica notable del puente son las plaquitas que indican la altura histórica del agua del río Main.
El Puente de Hierro no solo conecta físicamente dos partes de Frankfurt, sino que también simboliza la conexión cultural y social. En uno de sus tramos, se encuentra una placa con un lema griego de la "Odisea" de Homero, que refleja el deseo de unir el centro de la ciudad con el campo.
Este lugar, que fue una estación ferroviaria desde 1859 hasta 1913, se ha convertido en un punto de encuentro popular para locales y turistas. Además, es un escenario frecuente para eventos culturales y sociales.
Barrio Sachsenhausen
Sachsenhausen, situado en la orilla sur del río Main en Frankfurt, es un barrio que encarna la historia y la cultura viva de la ciudad. Este distrito, dividido en Sachsenhausen Norte y Sur, conserva su casco antiguo casi intacto, ofreciendo una ventana al pasado con sus calles adoquinadas y casas con entramado de madera.
El corazón de Sachsenhausen es la Schweizer Straße, una bulliciosa avenida llena de tabernas de sidra, conocidas localmente como Apfelwein. Estas tabernas, destacando Zum gemalten Haus y Wagner, son famosas por su bebida alcohólica más barata según la ley local.
El apfelwein, una sidra de manzana fermentada naturalmente, servida en vasos de cristal tallado y jarras de cerámica. Este barrio es también conocido por su "Ebbelweiviertel", especialmente en las calles Rittergasse, Paradiesgasse y Klappergasse, donde las tabernas están una al lado de la otra.
Más allá de su famosa bebida, Sachsenhausen alberga eventos culturales y mercados, como el mercado de pulgas a lo largo de la ribera del Main. También es parte del Museumsufer, un conjunto de museos a lo largo del río, que refleja la rica vida cultural de Frankfurt.
Cada verano, el barrio celebra un festival en el que se elige la "Reina de las fuentes", destacando la fuente Frau Rauscher en Klappergasse, conocida por su peculiar manera de salpicar agua a intervalos.
Palmengarten
El Palmengarten de Frankfurt, un oasis de naturaleza y serenidad en el corazón de la ciudad, es un destino imprescindible para cualquier visitante. Fundado en 1871 gracias a la iniciativa de ciudadanos comprometidos, este jardín botánico es uno de los más grandes de su tipo en Alemania, extendiéndose sobre 22 hectáreas.
Su historia comienza con la adquisición de colecciones de plantas tropicales del duque Adolf de Nassau, y desde entonces, ha evolucionado para convertirse en un refugio verde en medio del bullicio urbano.
La arquitectura del Palmengarten es tan diversa como su flora. Los visitantes pueden explorar el Tropicarium, que consta de 14 invernaderos de moderna arquitectura de cristal, donde se simulan diversas zonas climáticas del mundo. Desde exuberantes bosques verdes de lluvia y monzones hasta desiertos secos con cactus gigantes, el jardín ofrece una experiencia educativa y visualmente impresionante.
La Casa de las Palmeras, de 18 metros de altura, es particularmente notable. Inspirada en los palacios de cristal de Londres y París, sigue siendo una pieza central del jardín, evocando la sensación de un exótico país de las maravillas.
El Palmengarten no solo es un lugar para admirar la belleza natural, sino también un espacio para eventos culturales y educativos. A lo largo del año, acoge una variedad de eventos, desde exposiciones de flores hasta conciertos y festivales, atrayendo tanto a locales como a turistas. Además, el Jardín de Goethe, dedicado al famoso hijo de la ciudad, es un tributo a su pasión por la jardinería y su amor por el árbol de ginkgo.
Museo Städel
El Museo Städel de Frankfurt es un emblema de la historia y el arte. Fundado en 1815 por el banquero Johann Friedrich Städel, el museo ha crecido hasta convertirse en uno de los institutos de arte más importantes de Alemania. Su colección abarca desde la Edad Media hasta la contemporaneidad, incluyendo unas 3.100 pinturas, 660 esculturas, más de 100.000 dibujos y grabados, y una notable colección de fotografías.
El museo, que originalmente se ubicaba en la Neue Mainzer Straße, se trasladó en 1878 a su actual emplazamiento en el Museumsufer, un área dedicada a los museos a lo largo del río Main. Este edificio ha sido testigo de la evolución del arte a lo largo de los siglos. A lo largo de su historia, el Städel ha sido un refugio para el arte, incluso durante los tumultuosos años del nazismo, cuando muchas obras fueron confiscadas.
Hoy en día, el museo no solo es un lugar para admirar obras de arte, sino también un espacio dinámico para eventos y exposiciones especiales. Los visitantes pueden explorar la vasta colección permanente y disfrutar de exposiciones temporales que abarcan una amplia gama de temas y épocas. Además, el museo ofrece visitas guiadas y charlas sobre arte, permitiendo a los visitantes profundizar en su comprensión y apreciación del arte.
El Städel no es solo un museo, es un centro de aprendizaje y descubrimiento, donde el pasado y el presente del arte dialogan constantemente. Con su rica historia, colecciones impresionantes y un compromiso con la educación y la participación del público, el Museo Städel sigue siendo un faro de la cultura en Frankfurt y más allá.
