¿Qué ver en Stuttgart? Una de las localidades más bellas y menos turísticas de Alemania

Cuna del reino de Württemberg, Stuttgart es una de las ciudades más grandes y bonitas de Alemania.

Su privilegiada situación en el valle del río Neckar, la erigen como puerta de entrada de una de las regiones montañosas más espectaculares del mundo, la Selva Negra.

Convertida por derecho propio, en capital del estado federal de Baden, esta bella localidad aún por descubrir, mantiene un importante vínculo con la industria automovilística, acogiendo el potencial ingeniero de marcas tan prestigiosas y mundialmente conocidas como Mercede-Benz o Porsche.

Pero Stuttgart es mucho más que cilindradas y motor; pues su ecléctica arquitectura, sus relajantes espacios de aguas termales y sus bucólicos paisajes cognados de enormes viñedos, la convierten en un atractivo destino turístico con miles de enclaves que ver y rincones por descubrir, como los que os presentamos a continuación; y que, sin duda, no os podéis perder.

Conozcámoslos!!

Mapa de que ver en Stuttgart

Diez lugares imprescindibles durante vuestra visita a Stuttgart

Schlossplatz (La Plaza del Castillo)

Ubicada en el corazón de la ciudad, Schlossplatz es la plaza más grande de Stuttgart.

Construida durante la segunda mitad del s. XVIII, justo en su centro se encuentra una gran columna de treinta metros de altura coronada por la diosa de la Concordia; alzada en conmemoración de los veinticinco años de reinado de Guillermo I.

Dividida por el trazado de Konigstrasse (vía principal), en ella se celebran los eventos al aire libre más importantes que acontecen de la localidad; mientras que sus alrededores acogen algunos de los museos y monumentos más representativos como el Altes Schloss (el Castillo Viejo).

Altes Schloss (El Castillo Viejo)

Sin lugar a dudas, uno de los monumentos más espectaculares de Stuttgart.

Datado en el s. X, el Altes Schloss se convirtió en residencia de los condes de Württemberg en el s. XIV, los cuales ampliaron sus dependencias y redecoraron sus espacios, convirtiéndolo así en un magnífico palacio renacentista; hasta que cuatrocientos años después el duque Carl Eugen mandó construir el Neues Schloss (el Nuevo Palacio) con el fin de erigir un castillo adecuado a las exigencias de las cortes del s. XVIII.

En diciembre de 1931, un incendio destruyó parte del edificio, el cual fue reconstruido bajo las directrices del arquitecto Paul Schmitthenner.

Hoy el recinto acoge el Museo Estatal de Württemberg en el que se expone la colección de antigüedades perteneciente a la casa real, además de otras obras que atestiguan el devenir de la historia desde la edad de piedra a la época contemporánea.

Neues Schloss (El Palacio Nuevo)

Situado junto a la parte más antigua de la ciudad, en el extremo sur de Schlossplatz, el Neus Schloss es una de las construcciones más representativas que ver en Stuttgart.

Construida entre 1746 y 1807 bajo los preceptos renacentistas, barrocos y neoclásicos, esta edificación se convirtió en residencia oficial de los tres primeros reyes de Württemberg.

Entre sus numerosos atractivos destacan el Salón de Mármol, los jardines y el claustro, donde acontece anualmente el Festival de Verano.

Actualmente, el palacio es la sede oficial de las oficinas del Ministerio de Economía y Hacienda y el de Cultura, además de acoger la recepción de los altos cargos de Estado de otros países que viajan hasta la ciudad. Aunque es posible admirar su magnificencia solicitando algunas de las visitas guiadas especiales que organiza la oficina de información turística.

En la web oficial del complejo encontraréis toda la información.

Johanneskirche (La Iglesia de San Juan)

La Iglesia Protestante de San Juan es una de las más bonitas y fotografiadas de toda la región.

Ubicada en una pequeña península, en el lago Feuersee, esta capilla neogótica fue la primera en ser construida después de la Reforma Luterana, a mediados del s. XIX.

Proyectada por el arquitecto Christian Friedrich, en su exterior prepondera la imponente torre de sesenta y seis metros de altura, la cual fue parcialmente destruida durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que en su interior llaman la atención las modernas bóvedas construidas en substitución de las de estilo neogótico asoladas también durante el conflicto.

Fersehturm (La Torre de Telecomunicaciones)

Alzada en 1950, Fersehturm es uno de los mayores ejemplos de avance tecnológico europeo, pues fue la primera torre de este tipo construida en hormigón.

Dominando el "skyline" de la ciudad, sus más de doscientos dieciséis metros de alto ofrecen unas espectaculares panorámicas, tanto de la ciudad como del territorio

Aunque estuvo cerrada durante algunos años con el fin de llevar a cabo su rehabilitación, a día de hoy puede accederse al espacio, el cual acoge diferentes actividades y espectáculos, además de las visitas; aunque para ello es imprescindible adquirir entrada.

Nuestra sugerencia es que pospongáis el ascenso a su azotea hasta el atardecer para así poder contemplar una bella puesta de sol.

Allí, además, encontraréis un café y un restaurante donde podréis hacer una pausa y degustar la gastronomía local.

Rosensteinpark (El Parque Rosenstein)

Stuttgart posee uno de los parques urbanos más espectaculares de Europa, el de Rosenstein.

De estilo inglés y con casi tres kilómetros de largo, este pulmón verde colmado de flores y vegetación, es el más grande del suroeste de Alemania.

Dentro del recinto encontraréis pequeños lagos, espacios para pícnics y barbacoas, varias cafeterías y hasta un "biergarten" (terrazas típicas donde se sirve cerveza como producto principal); así como algunos de los atractivos más destacables de la localidad como el Palacio Rosenstein, datado en el s. XIX, y en el que se ubica el Museo de Ciencias Naturales; o el zoo Wilhelma.

Bohnenviertel (El Barrio de las Judías)

Conocido popularmente como el Barrio de las Judías, Bohnenviertel es de los enclaves más turísticos y populares de la ciudad. Un pretérito asentamiento situado en el extrarradio, donde residían judíos, artesanos y viticultores, que hoy revela parte del legado histórico del territorio.

Recorrer sus intrincadas callejuelas, contemplar la arquitectura de sus casas y curiosear entre las antigüedades y los libros de sus bohemios establecimientos os permitirá haceros una idea de la vida que un día acontecía en sus inmediaciones. Una vida tranquila y pausada que con el paso de los años fue industrializándose y perdiendo su encanto, hasta que en 1970 las autoridades decidieron preservar el lugar conservando algunos de sus edificios más antiguos y convirtiendo la zona en residencial.

Actualmente, el barrio se ha transformado, acogiendo la vida sociocultural de sus habitantes y proporcionado espacio a un gran número de galerías de arte, restaurantes, boutiques y bares con solera.

Como dato añadir que su curioso nombre se debe a que, décadas atrás, era costumbre cultivar frijoles y alubias en los jardines de sus viviendas.

Schillerplatz (La Plaza Schiller)

Famosa por su mercado navideño, esta plaza situada entre el Altes Schloss y el Markthalle (mercado), al suroeste de Schlossplatz, está presidida por la que fuere la primera estatua alzada en honor al poeta, filósofo y dramaturgo alemán Fiedrich Schiller.

En su área perimetral encontraréis prestigiosos edificios como la Stiftskirche (una preciosa iglesia), el Fruchtkasten o el Prinzenbau (sede del Ministerio de Justicia de Baden-Württemberg); además de la antigua cancillería o el Museo de la Música.

Añadir que dos veces por semana el ágora acoge un mercado callejero en el que podréis adquirir productos típicos de la región.

Los Baños Termales

Stuttgart es la segunda ciudad europea con mayor cantidad de aguas termales después de Budapest; con un total de diecinueve manantiales naturales (de los cuales once, están catalogados como curativos) repartidos en diversos balenarios.
De entre todos ellos los más reconocidos son el Mineralbad Das Leuze, próximo al centro urbano; el MineralBad Berg, el más visitado por los locales; y el Mineralbad Cannstatt, al cual os sugerimos que acudáis debido a su inusual propuesta acuática compuesta por piscinas de aguas salinas y carbonatadas que oscilan entre los dieciséis y los treinta y seis grados de temperatura, remolinos, saunas y baños de vapor ruso-romanos.
Sin duda una relajante propuesta que dejará vuestro sistema músculo-esquelético preparado para un segundo asalto de visitas al municipio.

Schloss Ludwigsburg (El Palacio Ludwigsburg)

El Palacio de Ludwigsburg, popularmente conocido como de "Versalles de Suabia", se encuentra a doce kilómetros al norte de la capital de Baden.

Construido por orden y gracia del duque Eberhard Ludwing de Württembeg a principios del s. XVIII, se trata de uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca alemana que se conserva en el país.

En 1718, se convirtió en residencia oficial de susodicho monarca, aunque a finales del mismo este y su corte volvieron a Stuttgart tras la finalización de las obras del Neues Schloss.

Su exterior cuenta con unos impresionantes jardines afines al estilo versallesco, proyectados durante s. XIX con motivo del doscientos cincuenta aniversario del palacio.

Además, en la actualidad el lujoso edificio alberga la Galería Estatal de la ciudad, el Museo de Porcelana y el de Moda Barroca, todos ellos, sedes del Museo Nacional de Württemberg; situado en Altes Schloss (el Castillo Viejo).

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