Visitar Aachen: 3 días por la Ruta Carlomagno en Aquisgrán

Durante la segunda mitad del siglo VIII, la dinastía de reyes carolingios hacía vida y estableció su capital en una población que destacaba por su legado termal. Aquisgrán o como le llaman actualmente sus habitantes, Aachen, no sólamente era la ciudad más importante de algún reino franco perdido, sinó del imperio más relevante en Europa tras la caída del Imperio Romano. Su situación geográfica actual es muy simbólica de la influencia que ha tenido esta ciudad y este imperio en el viejo continente, ya que estando en Alemania, está pegada a la frontera con Países Bajos y Bélgica.

El Imperio Carolingio creó un nuevo concepto de Europa Occidental y Carlomagno, que fué su emperador más importante, quiso hacer resurgir la cultura y el arte en sus fronteras. Y aunque su propósito resultó ser demasiado ambicioso para seguir en pié tras su muerte, todo aquello que logró en vida le otorgó un estatus legendario. Por eso para muchos amantes de la historia, Aquisgrán se convierte en una meca en la que dejarse llevar por el misticismo e imaginar el sitio donde se tomaron algunas de las decisiones más relevantes de los siglos VIII y IX en el mundo europeo.

Pero la historia de la ciudad inevitablemente va más allá de su momento carolingio y otras dinastías germánicas tomaron esta urbe como enclave para su ritual de coronación imperial. Y es que si bien desde la propia ciudad se ha bautizado a su ruta turística como Ruta Carlomagno, iremos desgranando que la realidad es más rica que lo que su nombre aparenta. Igualmente, hemos tomado sus puntos clave para ofreceros este recorrido de la manera más ordenada y lógica posible. Pero antes hablaremos de las mejores formas de llegar a la ciudad y como es el clima de la misma.

¿Cómo llegar?

El aeropuerto más cercano a Aachen (nombre con el que nos referiremos a partir de ahora) es el de Merzbrück desde el cual se puede llegar tomando las líneas de bus 33, 37 o 47. Estas líneas nos dejarán en el centro de la ciudad. Pero si queremos situarnos en el inicio de la ruta que vamos a realizar, tendríamos que tomar la línea 11 en la Aachen Bushof hasta Ponttor.

Otra alternativa de aeropuerto es el Airport-Businesspark de Colonia (Köln) el cual es mucho más frecuentado y recibe vuelos de toda Europa. Desde el aeropuerto, la forma más práctica de llegar a Aachen es tomando una combinación de trenes: primero la línea S12 hasta la Estación Central de Colonia y luego la RE1 (RXX) hasta Aachen.

El clima de Aachen

En esta ciudad las temperaturas formarían parte del rango templado/fresco, ya que es un sitio donde no es habitual sobrepasar los 30ºC y el promedio de temperaturas acostumbra a estar por debajo de los 15ºC. La época del año más agradable se sitúa entre junio y agosto e incluso en esa franja de meses recomendamos tener buen abrigo para las refrescantes noches. Para ver un estudio completo, os facilitamos este link.

La Ruta de Carlomagno

Esta ruta la recomendamos realizar en un par o tres de días por la ciudad, ya que contiene varios puntos en los que merece la pena tomarse su tiempo. Con este margen podemos ir combinando el hecho de ir cubriendo el trayecto pero al mismo tiempo poder parar a comer o explorar calles cercanas.

Desde el Ponttor hasta el Couven- Museum

Después de bajar de la línea 11 del bus hasta el punto de inicio de nuestra ruta, nos encontraremos ante uno de los accesos a la ciudad que tenía la extinta muralla, el Ponttor. Su construcción se remonta al siglo XIV y tiene un estilo estrechamente relacionado con los castillos de la zona. Otra entrada del mismo estilo se encuentra en el sur de la ciudad, llamada Marschietor, la cual es igualmente recomendable de visitar pero que no incluimos en la ruta para no generar un recorrido demasiado caótico. Si queremos seguir con nuestra ruta, a la derecha de Ponttor hay el acceso a dos calles: Pontstrasse y Malteserstrasse. Esta última es la que deberemos tomar para ir al próximo punto.

Si vamos avanzando por Malteserstrasse, habrá un momento que se dé el cruce con Wüllnerstrasse y a partir de este punto la calle tomará este nombre. Un poco más adelante, nos toparemos con la plaza donde se encuentra el Sparkassen Forum Super C. Este edificio de arquitectura tan moderna es el contraste absoluto con todo el elemento histórico que tiene la ciudad. Su función es ofrecer salas de estudio para los estudiantes de la Universidad de Aachen aunque también ofrece información y servicios para visitantes. Igualmente merece la pena pasar por esta zona ya que nos ofrece otra cara de una ciudad que va evolucionando con los tiempos.

Si estamos frente al Super C, nos encontramos en la calle Templergraben. Nos volvemos a incorporar de nuevo al cruce entre esta calle y Wüllnerstrasse, entonces al cruzar la carretera para continuar el recorrido de esta última su nombre cambia a Eilfschornsteinstrasse. Seguiremos por ella hasta que cruce con nosotros la calle Annuntiatenbach y en la otra acera se encuentra el inicia la calle que nos permite seguir en ruta, Kockerellstrasse. Su breve recorrido dura hasta que ante nosotros aparece la calle Markt, la cual tomaremos hacia la izquierda y seguiremos hasta estar en la plaza del Ayuntamiento de Aachen.

El también llamado Rathaus Aachen, es un edificio que fué construido durante el siglo XIV y que es contemporáneo del Ponttor que ha iniciado nuestra ruta. Su presencia es imponente y entre sus muros se han llegado a coronar a los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. Eso si, debemos entender que la estructura ha ido pasando por varias vicisitudes a lo largo de los siglos, incluyendo dos incendios en 1656 y 1883. Eso se traduce en que actualmente vemos un edificio neogótico (s.XIX), que conserva algunos elementos originales góticos. Simbólicamente este Ayuntamiento se ubica donde antes se emplazaba el antiguo palacio de Carlomagno.

En su interior hay una exposición dedicada a las joyas imperiales en la que se incluyen réplicas de diferentes objetos de la corona entre los siglos VIII y XIV. Las piezas originales que se encuentran en el Palacio Hofburg de Viena, son el único tesoro real completo que se conserva de la Edad Media. Su conservación va muy ligada a la enorme mística que ha existido por los objetos imperiales en la cultura germánica y el recuerdo del Primer Reich. Pero el edificio nos ofrece unas cuantas salas de gran belleza visitables: La Sala Blanca, la Sala del Consejo, la Sala de Coronación o la Corte del Maestro de Artesanías. Por desgracia, la única zona no visitable es la Torre Granus que es originaria del antiguo palacio de Carlomagno del siglo VIII.

Al salir del Rathaus a la derecha, hay una continuación de la calle Markt que nos lleva a la plaza Hühnermarkt donde se ubica el Couven-Museum. Esta casa burguesa de finales del siglo XVII, sirve de exposición de objetos, mobiliario y arte de gran valor histórico. En total son 37 salas en 3 plantas en las que hay espacio para una farmacia, una sala de baile o una sala de paisajes pintados. El aspecto actual de la casa es una restauración de 1999, ya que durante la Segunda Guerra Mundial el edificio sería bombardeado y este recibiría varios arreglos entre los años 50 y principios del nuevo milenio (cuando se arreglarían detalles del interior).

Del Museo del Periódico al Grashaus

La segunda tanda de nuestra visita se reemprende en la propia plaza Markt, eso si, tomando la calle Pontstrasse. Si la seguimos hasta casi llegar al final de la primera manzana, nos encontraremos a la izquierda el Museo Internacional del Periódico (Internationales Zeitungsmuseum). En él se nos muestra la historia del medio y dispone de un fondo de 200000 ejemplares de diarios para cumplir con ese propósito. El edificio donde se encuentra, es una construcción patricia del siglo XV a la cuál se le llama La Casa Grande de Aachen. Aunque en 1993 la institución pasaría por ciertos apuros económicos, gracias a aportaciones voluntarias y financiación del Ayuntamiento, esta se podría conservar.

Si volvemos a la Plaza Markt y nos dirigimos a la parte trasera del Ayuntamiento, estaremos en una paseo llamado Katschhof en el que podremos visualizar al final la Catedral. Pero antes de ir a ella, a nuestra derecha tendremos el Centre Charlemagne. En este moderno edificio tenemos interesantes exposiciones sobre la historia de la ciudad a través de las épocas. En ellas nos podremos encontrar desde monedas de época de Carlomagno, pasando por pinturas de diferentes épocas, hasta relieves y esculturas. El edificio que lo aloja es de Gerhard Graubner y fué terminado en 1962. Aunque ha recibido algunas modernizaciones, sigue impactando lo moderna que se ve la estructura

Tras la visita al Centre Charlemagne, os recomendamos volver a la calle Markt y tomarla hacia la izquierda en el mismo sentido donde se encuentra la catedral. Esto nos servirá para poder visitar primero el Tesoro de la Catedral de Aachen. Para poder llegar a él, seguimos por la calle Markt hasta el cruce con la Johannes-Paul-II-Strasse, tomando esta última hacia la izquierda siempre con la catedral como referente direccional. El acceso al Tesoro se encuentra en la segunda manzana de esta calle, tras pasar de largo la Ritter-Chorus Strasse que nos queda a nuestra izquierda. Este destaca por tener una fachada en forma de retablo de piedra, que aunque bello, desencaja un poco con la sencillez del resto del muro.

El enclave del Tesoro, es el claustro de la propia catedral que visitaremos más tarde y el contenido del mismo es espectacular. En él hay una gran exhibición de pinturas, relicarios imperiales, ropajes y objetos exóticos que encajan perfectamente con toda esta aura legendaria que los amantes de la historia buscamos. Pero si buscamos el objeto con mayor carga épica en toda la muestra, este tiene que ser el Busto de Carlos hecho en 1349. En el interior de este relicario en forma de busto, se contiene protegida la parte superior del esqueleto de Carlomagno. Otro objeto muy valorado por los amantes del arte medieval es la Cruz de Lothar o Lotario, la cual fué fabricada a finales del siglo X y contiene incrustadas más de un centenar de joyas y un camafeo central del siglo I con el retrato del Emperador Augusto.

Tras nuestro paso por el Tesoro, seguiremos avanzando en la misma dirección por la Johannes-Paul-II-Strasse y a los pocos metros a nuestra izquierda veremos una calle tras una reja, Domhof, que es la pasarela a la entrada del templo mayor de la ciudad. La Catedral de Aachen, tiene una presencia que ya se ha hecho de notar en varios puntos anteriores de nuestro recorrido por su imponente tamaño y espectacular aspecto. Pero al entrar a su interior y ver la complejidad y riqueza de la Capilla Palatina, entendemos la ambición artística que las piezas del Tesoro nos insinuaban.

El arquitecto, Eudes de Metz, se inspiró en la Capilla Palatina de Rávena tanto por su planta circular como por su decoración bizantina. Los tonos dorados y los arcos de marmol blanco y negro. Ante nosotros se encuentra el altar con la Pala d’Oro, un relieve con diecisiete escenas de la vida de Cristo y los Evangelistas. Encima del altar se encuentra el Marienschrein, el relicario de la catedral donde se conservarían partes de ropajes de Jesús, María y San Juan Baptista. El otro elemento de gran interés se encuentra en la segunda planta de esta capilla en el lateral derecho, el Trono de Carlomagno.

Este trono de finales del siglo VIII destaca por lo austero que es. Pero esa característica le otorga un aura muy especial, ya que respira una solemne humildad que otros tronos menos potentes de Europa logran. La historiografía nos habla de que su construcción se hizo con piedras del Santo Sepulcro de Jerusalén a petición del propio emperador. Desafortunadamente no podemos aposentarnos en él. Pero la realidad es que para que las cosas duren tantos siglos, precisan que las miremos desde la distancia con ojos de admiración. Tras esta visita, nos dirigimos a la última destinación de este segundo día.

Salimos por el corredor Domhof y al cruzar de nuevo las rejas, ponemos la mirada a nuestra izquierda. Y vemos la plazoleta con tres calles que ramifican de ella, la que nos interesa es la central. Para orientarnos es la que está flanqueada por los locales Blütezeit y Macaroni, su nombre es Schmiedstrasse. Pues si nos fijamos en el edificio del lateral del Blütezeit, nos encontramos ante el Grashaus. La conocida como Casa de la Hierba, fué el primer Ayuntamiento oficial de Aachen en el momento de su fundación en el siglo XIII. Eso sí, rápidamente esta edificación se quedó corta en su propósito, cosa que llevó a que se hiciese el Rathaus. Actualmente se utiliza para funciones educativas y eventos culturales de la ciudad. Las visitas a este edificio se limitan a operadores que lo incluyan en el tour urbano.

Un paseo hasta el Museo Ludwig

El último tramo de nuestra ruta lo vamos a considerar un paseo por zonas de gran belleza del centro de la ciudad hasta llegar al destino final. Para ello nos situaremos en el punto donde terminaba el anterior tramo, el Grashaus. Tomaremos la Schmiedstrasse donde se sitúa este edificio y la seguiremos. Su recorrido nos hará pasar por el lateral de la Catedral en la Münsterplatz y nos conducirá hasta la entrada del Elisengarten. En este acogedor parque se encuentra la siguiente parada para visitar y que hace de imponente muro en el mismo, el Elisenbrunnen.

Este pabellón tiene relación con la cultura de aguas termales que hay en la ciudad. En él se buscaba tener dos fuentes para surtir la gran cantidad de usuarios de este tipo de aguas en la ciudad. El diseño de la construcción, hecho por Johann Peter Cremer y Karl Friedrich Schinkel, es neoclásico y va muy ligado con la moda arquitectónica de su momento, el siglo XIX. Pero con el paso de los años su función ha ido variando y las fuentes se perdieron durante su destrucción en la Segunda Guerra Mundial. Ese suceso llevó al Elisenbrunnen a ser reconstruido en 1953, junto a sus fuentes. Actualmente a sus surtidores les acompaña un cartel de “no sale agua potable” de ellos.

Pero tras esta breve visita al monumento abierto dedicado a Elisabeth (hija del rey Maximiliano I), nos dirigimos al último punto que os proponemos de este viaje. Para ello, si nos encontramos ante el Elisenbrunnen, estamos en la calle Peterstrasse y ese será el referente para orientarnos. Seguiremos la calle en dirección a la derecha respecto al Elisenbrunnen y volveremos a girar a la derecha por Adalbertstrasse. Esta vía la seguiremos durante unos 800 metros hasta llegar a la Wilhelmstrasse y giraremos por ella hacia la derecha. Al cabo de unos 150 metros estaremos ante la puerta del Suermondt-Ludwig Museum.

Este museo fundado en 1877, recibió los nombres de Suermondt y Ludwig debido a que eran los apellidos de quienes han sido históricamente máximos donadores de obras y fondos para la exposición. Su catálogo destaca por las notables obras de artistas alemanes, flamencos y holandeses y que se expanden desde el siglo XII hasta la actualidad. El edificio donde se sitúa el museo, es su sede desde 1901 cuando en busca de un espacio más amplio para ubicar la colección, se trasladaron a la Villa Cassalette. Finalmente entre 1992 y 1994 se construyó una ampliación del museo a la izquierda de la villa, teniendo esta un aspecto mucho más moderno diseñado por la compañía Bussman & Haberer.

Mapa de la Ruta Completa

Recomendaciones de hoteles

Hay varios hoteles en el casco antiguo de Aachen que merecen la pena por su buena ubicación respecto a la ruta y con diferentes rangos de precio/servicio, según la experiencia que queráis disfrutar. A continuación os ofrecemos 5 buenas ideas:

Mapa con atractivos turísticos en Aachen / Aquisgrán

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