La Fortaleza de Hammershus, ubicada en la isla danesa de Bornholm, es la fortaleza medieval más grande del norte de Europa. Construida en el siglo XIII, ofrece una ventana fascinante a la historia medieval de Dinamarca y sus conflictos históricos.
Los visitantes pueden explorar las impresionantes ruinas que se alzan sobre un acantilado enfocado al Mar Báltico, ofreciendo vistas panorámicas que son simplemente espectaculares. La arquitectura robusta y las murallas defensivas de Hammershus reflejan la importancia estratégica de esta fortaleza en su época.
Este artículo te guiará a través de la historia, la arquitectura y los aspectos más destacados de una visita a Hammershus. Prepárate para una aventura histórica en uno de los sitios más emblemáticos y pintorescos de Dinamarca.
Historia del Hammershus
La Fortaleza de Hammershus, ubicada en la isla de Bornholm, fue construida a principios del siglo XIII. Se cree que fue establecida por el arzobispo Anders Sunesen de Lund para consolidar el control eclesiástico en la región. La fortaleza jugó un papel crucial en los conflictos entre la iglesia y la corona danesa.
En 1265, Hammershus fue capturada por el rey Erik Klipping, pero posteriormente fue devuelta a los arzobispos, quienes la mantuvieron hasta 1522. Durante este período, la fortaleza fue un bastión defensivo vital en el Mar Báltico, resistiendo varios asedios y conflictos.
A lo largo de los siglos, Hammershus cambió de manos varias veces, incluyendo un período bajo control de los Lübeckers en el siglo XVI. En 1658, durante la Paz de Roskilde, los suecos tomaron la fortaleza, pero fue recuperada rápidamente por los habitantes de Bornholm.
Hoy en día, Hammershus es una de las ruinas medievales más grandes y mejor conservadas del norte de Europa. Es un importante sitio histórico y una atracción turística popular, que atrae a visitantes interesados en su rica historia y su impresionante arquitectura.
Ubicación y cómo llegar a Hammershus
La Fortaleza de Hammershus se encuentra en la isla de Bornholm, al noreste de Dinamarca, sobre un acantilado con vistas impresionantes al Mar Báltico. Esta ubicación estratégica no solo ofrece vistas panorámicas, sino que también resalta la importancia histórica de la fortaleza como punto defensivo.
Para llegar a Hammershus desde destinos internacionales, primero es necesario volar al Aeropuerto de Copenhague. Desde allí, se puede tomar un vuelo doméstico a Bornholm o, alternativamente, tomar un ferry desde varios puertos daneses, como Ystad o Køge. Los ferris ofrecen una experiencia pintoresca, cruzando el Mar Báltico hacia Bornholm.
Una vez en Bornholm, la manera más conveniente de llegar a Hammershus es alquilando un coche, lo que permite explorar la isla a tu propio ritmo. También hay una red de autobuses locales eficiente que conecta los principales pueblos y atracciones, incluyendo Hammershus. Las rutas de autobús son cómodas y ofrecen una opción accesible para aquellos que prefieren no conducir.
Arquitectura de Hammershus
Construida en el siglo XIII, la fortaleza ocupa un área de 35,000 metros cuadrados y cuenta con murallas de aproximadamente 750 metros de longitud que se alza sobre un acantilado de 74 metros de altura.
En el corazón de Hammershus se encuentra el Manteltårnet, una torre central rodeada por gruesas murallas y fortificaciones adicionales. La arquitectura refleja su propósito defensivo, con muros sólidos y estratégicos puntos de vigilancia que permitían controlar los alrededores y protegerse de invasores.
El complejo incluye varios edificios y estructuras defensivas, como puertas fortificadas y almacenes. La fortaleza también tenía un sistema de suministro de agua, vital para su sostenibilidad en tiempos de asedio. Hoy en día, las ruinas ofrecen una ventana al pasado medieval de Dinamarca.
Hammershus es un ejemplo notable de la arquitectura militar medieval escandinava, diseñada para resistir asedios prolongados. La combinación de su ubicación estratégica y su robusta construcción ha permitido que la fortaleza se conserve como un importante sitio histórico y turístico, ofreciendo a los visitantes una experiencia única de exploración y descubrimiento.
Información práctica de Hammershus
Horarios y precios
La Fortaleza de Hammershus está abierta al público todos los días del año, permitiendo a los visitantes explorar las ruinas y disfrutar de las vistas panorámicas del Mar Báltico en cualquier momento. Este acceso constante permite una flexibilidad óptima para planificar tu visita a esta histórica fortaleza.
El acceso a la fortaleza es gratuito, lo que facilita que todos puedan disfrutar de esta impresionante pieza de la historia danesa. Sin embargo, hay una tarifa de estacionamiento en el gran aparcamiento P2, que cuesta 4 euros (30 DKK) por 6 horas durante el período de Pascua hasta el receso de otoño.
El Centro de Visitantes de Hammershus, que ofrece exhibiciones informativas y una tienda de regalos, también es de acceso gratuito. Este centro enriquece la visita al proporcionar contexto histórico y detalles fascinantes sobre la fortaleza. Además, cuenta con un café donde los visitantes pueden relajarse y disfrutar de vistas panorámicas.
Contenido de Hammershus
El recinto incluye varias áreas de interés, como la Torre del Caballero, el Granero y la Puerta del Rey. Estas estructuras muestran la importancia estratégica y defensiva de Hammershus a lo largo de los siglos. Los visitantes pueden pasear por las ruinas y disfrutar de vistas panorámicas del Mar Báltico desde los acantilados.
El Centro de Visitantes de Hammershus, inaugurado recientemente, proporciona información detallada sobre la historia y la arquitectura de la fortaleza. Ofrece exposiciones interactivas, maquetas y artefactos que ayudan a contextualizar la importancia histórica de Hammershus. Es un punto de partida ideal para cualquier visita.
Además, el Café Brohuset, ubicado cerca del centro de visitantes, ofrece una selección de comidas y bebidas locales. Es un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la gastronomía danesa después de explorar la fortaleza. El café tiene una vista impresionante de las ruinas, lo que lo convierte en un punto culminante de la visita.
