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El Vasa Museet de Estocolmo: Visitando el símbolo de la gloria fallida de Gustavo II

Durante el siglo XVII Suecia estaba viviendo un periodo de cambios en el ámbito religioso y político. El protestantismo era fundado y promovido por la dinastía Vasa en Suecia y el reino estaba con ambiciones de expandir su poder en las aguas del Mar Báltico y en territorios centroeuropeos. Dentro de esta dinastía una de las figuras más clave sería Gustavo II Adolfo de Suecia quien reinó entre 1617 y 1632, falleciendo en la Batalla de Lützen en el contexto de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) cuando tenía batalla abierta con su primo Segismundo III Vasa rey de Polonia y Lituania. Bajo su mandato nació el protagonista del museo que tratamos en esta ocasión.

En un momento de batalla política y religiosa por el dominio de Europa, era importante renovar e incrementar ejércitos y flotas. En ese periodo concretamente, el reino sueco estaba plantando cara a la Mancomunidad de Polonia y Lituania por dominar el Báltico y expandir el protestantismo por otras zonas europeas. De ese propósito surge la Nave Vasa (o Vasen por su nombre real), la cual fué construida entre 1626 y 1628 y que tenía que suponer el navío más simbólico dentro de la renovada flota sueca. Esta, junto a otras tres naves bélicas, fueron creadas para ser las mejores del mundo en ese momento.

Luces y sombras

Pero el reinado de Gustavo II se puede resumir por una sombra por cada luz que hubo y es que si bien este rey ofreció una notable expansión territorial a su reino, su constante presencia en guerras dejó las arcas estatales muy tocadas. En ese sentido, podemos establecer un símil con la historia que hay tras la Vasen. Este buque de guerra fué construido bajo unos parámetros típicos de la época en los que no mandaba tanto un plano concreto del proyecto, sinó unas reglas en las proporciones hechas a lo largo de los siglos que hacían al barco estable por sí mismo.

El problema residió cuando el rey pidió la construcción de un segundo puente o nivel de cañones dentro de la nave. Esa obra suponía una replanificación de las proporciones de la nave ya que su estabilidad se había testado con un sólo nivel de estos, pero las exigencias reales en el terreno bélico hicieron que no se tratase ese asunto con el tiempo y cuidado debido. En 1628 con la nave finalizada y en el agua, el capitán de la misma quiso probar su consistencia haciendo mover a 30 de sus hombres por su interior con el resultado de tener que parar porque parecía que estaban poniendo en peligro la integridad del barco.

Ante este desalentador hecho el capitán se dirigiría al capitán del puerto que era amigo íntimo del rey y ante el aviso del gran riesgo que había, este le dijo: “El rey no está en casa, seguid con lo establecido”. Además se sumaba el problema que con el lastre de gente y objetos que debían llevar, la nave se hundía tanto en el agua que se filtraba agua por las compuertas de cañones del nivel más bajo. Incluso habiendo establecido el almirante de la nave que se redujese el lastre a la mitad, eso no evitó que la estructura sufriera por ello. Igualmente para evitar la inestabilidad que se generaba desde la parte superior, se añadirían 120 toneladas de piedras en la parte inferior, pero arreglar un problema suponía generar otro.

El 10 de agosto de 1628 la nave partiría desde Estocolmo por la isla de Gamla-Stan siendo muchos de los espectadores de la inauguración testigos de su inestabilidad. Cuando el Vasa llevaba cubierto un kilómetro y medio surgiría una fuerte racha de viento y la embarcación que de por sí ya estaba tomada con pinzas, se escoró y hundió. Esa tragedia costaría la vida de 30 tripulantes y mantendría al barco hundido durante más de tres siglos. En un juicio que se haría en la época y tratando con todos los implicados se llegaría a la conclusión de que no había ningún culpable y que se trataba de una serie de desafortunados acontecimientos.

El nacimiento del museo

En 1956 el ingeniero Anders Franzén logró tras varios intentos localizar este mítico barco, lograría resultados al detectar piezas de madera con los que sabía que se había hecho el barco. Quien le iba a contar que, años más tarde, el hallazgo seria uno de los atractivos turísticos principales de Estocolmo.

La sustracción total de este se conseguiría en 1961 y se le mantendría en una estructura llamada Wasavarvet, que hacía de esqueleto externo en un astillero. El problema que tenía este montaje es que no tenía en cuenta que mucha de la integridad que había logrado el barco era por estar bajo el agua del Bático con sus características especiales: poca densidad de sal y pocos seres que se alimentasen de su madera.

Igualmente durante años se irían recuperando piezas de la estructura para lograr en la medida posible un aspecto completo. Durante años se investigó varias fórmulas para preservar el navío aplicando ceras que sustraen el agua absorbida por la madera o nuevas manera de encajar las partes del barco sin que el hierro pueda dañar la madera. En 1981 al ver que el barco no podía seguir en el astillero del Wasavarvet, el Gobierno aprobó hacerle un museo permanente. En diciembre de 1988 le darían su ubicación actual, la cual se iría acabando de construir alrededor de la nave hasta el momento de su inauguración oficial en 1990.

El Vasa Museet

Actualmente el museo no sólo acoge el propio navío sueco, sino que también podemos ver una maqueta donde apreciar los colores con los que lucía en el momento de su construcción. A través de ella podemos ver en todo su esplendor el cromatismo que tomaban las esculturas talladas en la estructura del barco. Afortunadamente, podremos apreciar también las reales (sin colores) ya que se han conservado realmente bien para los siglos que han pasado bajo el agua. En el interior del barco también se preservaban unas 700 esculturas de figuras mitológicas griegas, romanas y bíblicas ¿pudieron estas ayudar al hundimiento del buque?

La exposición también sorprende ofreciéndonos recreaciones de las personas que perecieron en el hundimiento del Wasen a través de los estudios de los restos encontrados bajo el mar. También hay espacio para exponer los cañones rescatados en 1760 y que serían de lo primero en ser recuperado de este mastodóntico proyecto naval. Finalmente también merecen la pena las escenas con figuritas que recrearían lo que hubiese sido el día a día en el interior del navío en caso que hubiesen tenido éxito sus ambiciones. Pero hay un último elemento muy apetecible para los amantes de la gastronomía.

En conclusión, en Vasa Museet es una visita muy recomendada durante un viaje a Estocolmo.

El restaurante del Vasa Museet prepara platos de comida típicos de la zona con ingredientes autóctonos. Pero la joya de la corona son los Fika suecos, que son unos dulces para acompañar el café realmente ricos y que sin duda con la experiencia de ver la nave y el resto de exposiciones a su alrededor, hacen una experiencia redonda. Con todo el drama que rodeó a la embarcación y el trabajo que supuso y aún supone conservarlo y mejorar su estado, por lo menos parece haber una redención para ella presentándola con todas las galas que merece un tesoro que ha estado 333 años bajo el mar. Probablemente la nave mejor conservada de su siglo.

Como llegar

Desde la propia web del museo nos sugieren varias formas de llegar al mismo desde el centro de la ciudad. Las maneras que más nos recomiendan es el TRAM, el cual podemos tomar en la Estación Central o Kungsträdgården y recorriendo la línea 7 hasta Nordiska museet/Vasamuseet. Como alternativas, en metro se puede tomar línea roja hasta Karlaplan y en bus tenemos las líneas 67 (hasta Nordiska museet/Vasamuseet), 69 y 76 (hasta Djurgårdsbron). No se recomienda acceder en coche ya que la isla donde se ubica el museo tiene un aparcamiento que suele estar lleno.

Horario
  • De septiembre a mayo: de jueves a martes de 10 a 17h, miércoles de 10 a 20h
  • De junio a agosto: todos los días de 8:30 a 18h
Precio
  • Precio base de mayo a septiembre: 190 SEK (16.47EUR)
  • Precio base de octubre a abril: 170 SEK (14.74EUR)
  • Gratuito para menores de 18 años
Contacto

Opciones de entrada

Mapa con ubicación del Vasa Museet

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