Siete castillos de Rumanía que no te puedes perder

Rumanía es conocida, entre otras cosas, por sus castillos. Su arquitectura junto con su historia te enamoraran, al igual que su ubicación geográfica, ya que su enclave son los bosques de Transilvania y la cadena montañosa de los Cárpatos, que divide de norte a sur y desde el centro al oeste a Rumanía. Forman una especie de arco que separa Transilvania del resto del país, por lo que muchos de los pueblos y castillos de la zona se encuentran en laderas o en pasos entre las montañas, las cuales en invierno se llenan de nieve, embelleciendo aún más el paisaje.

Cualquiera que viaje a este precioso país, no se puede irse sin antes hacer visitar alguno de los castillos de Rumanía que nombraremos a continuación:

Castillo de Bran

Es el Castillo más famoso de todos y por lo tanto, el más turístico. Aún que lo presentan como el Castillo de Drácula, el castillo de Vlad Dracul el Empalador, cuando en realidad su Castillo fue el de Poenari, como veremos más adelante.

En cuanto al Castillo de Bran, este debe su nombre al pueblo que preside desde lo alto. Su altura es de 2.500 pies sobre el nivel del mar, con unas magnificas vistas al paisaje circundante. Destacan en la panorámica sus numerosas torres y torretas de azulejos rojos, dándole un toque misterioso y tétrico que te pondrá los pelos de punta.

Se encuentra sobre la antigua fortaleza del Caballero Teutónico del siglo XIII, la cual hacia frontera entre Transilvania y Valaquia. Su estructura actual fue llevada a cabo por órdenes del rey Luis I de Hungria, con el objetivo de cumplir funciones comerciales y defensivas contra el voivoda de Valaquia, el principado rumano de Europa Oriental desde la Baja Edad Media hasta mediados del Siglo XIX.

Castillo de Peles

El castillo de Peles está situado muy cerca de Sinaia y fue construido a finales del siglo XIX, siendo fiel al estilo neorrenacentista. Es parte de un complejo al que pertenece el Castillo de Pelisor y el Lodge de Caza Foișor. El complejo estaba destinado originalmente a ser el refugio de caza y la residencia de verano.

Es conocido por ser uno de los primeros de Europa en gozar de calefacción central, electricidad propia, ascensor, alcantarillado, estación telefónica y sistema de aspiración para la limpieza.

Castillo de Hunyad o Castillo de Corvin

En la localidad Hunedoara, también en Transilvania, se encuentra el Castillo de Hunyad o Castillo de Corvin. Fue construido por el Rey Carlos I de Hungría, quien se lo acabó donando a al noble Voyk Hunyadi, aún que fue su nieto, el Rey Matías, Corvino quien mando construir las mayores ampliaciones del castillo. De ahí provienen sus dos nombres.

Corvino admiraba la arquitectura italiana y gracias a ello encontramos varios elementos renacentistas, aún que el estilo que predomina es el gótico tardío. Al rodear el castillo vemos que sin duda la zona más bella es la entrada, con la pasarela de madera que cruza el foso, adornada con pendones y estandartes medievales. Fue construido en torno al gran patio donde ahora se celebran conciertos y eventos, y desde donde se accede a todas los salones y estancias del castillo.

Castillo de Poenari

Este es el verdadero castillo del Conde Drácula, el personaje de ficción inspirado en Vlad Dracul el Empalador por el escritor Bram Stoker. El Castillo de Poenari se encuentra en el corazón de los Cárpatos, a más de 800 metros de altitud. Esta fortaleza construida en el siglo XV está en el acceso sur de la famosa carretera Transfagarasan que cruza los Cárpatos.

Tres figuras humanas empaladas hacen honor al terrorífico apodo: el Empalador. Son las que reciben a los visitantes. La leyenda cuenta que Vlad Tepes mando reconstruir la fortaleza como venganza contra los boyardos, que era como se llamaba a los nobles eslavos, por traicionar a su familia. Les sometió obligándoles a trabajar día y noche hasta que acabaron con la ropa hecha pedazos y llenos de heridas.

Castillo de Fagaras

En esta fortaleza encontramos la ciudadela de Fagaras, construida en el año 1310. Es una de las fortalezas más famosas del país tras haber sido cuidadosamente restaurada durante los últimos años. A la ciudadela se accede a través de una única entrada debido a su ubicación geográfica. Es sin duda uno de los castillos de Rumania que merece la pena visitar, toda la fortaleza está rodeada de agua y es el edificio más grande la ciudad que recibe el mismo nombre, Fagaras.

Lo más interesante es que durante más de 300 años, su exterior ha permanecido prácticamente igual que ahora. Dentro podemos encontrar el museo histórico, una gran biblioteca y un restaurante con una gran bodega en su interior.

Castillo Sturdza

Este complejo arquitectónico consiste en un palacio, una iglesia y un parque del monasterio y es fiel al estilo neogótico. Fue mandado construir entre los años 1880 y 1904 por Gheorghe Sturdza y su esposa María y está ubicado en el noreste de Rumania, más concretamente en Miclăuşeni, a 20 Km de la ciudad de Roman.

El castillo disponía de una maravillosa colección de libros, pinturas, joyas y piezas de arte, las cuales desaparecieron cuando llego el gobierno comunista y desmantelo la mayoría de los castillos del país.

Castillo de Jidvei

Originalmente llamado Castillo de Bethlen Haller, este hermoso castillo de estilo renacentista francés se encuentra ubicado en el centro de Rumania y fue construido durante el siglo XVI. Durante los siglos posteriores se llevó a cabo una restauración, en la cual se agregaron elementos barrocos, creando una gran mezcla de estilos y decoración.

El castillo luce grandes torres redondas que constituyen una de las principales características del estilo arquitectónico del país. Este romántico castillo actualmente se conoce por ser la sede de la empresa de vinos Jidvei y está lleno de impresionantes bodegas, por lo que si acudes a visitarlo también podrás disfrutar de una buena cata de vinos.

Castillos de Rumanía en el mapa

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