Qué ver en Marrakech: Ruta por lo imprescindible de la Ciudad Roja de Marruecos

En el centro de Marruecos se encuentra una de las ciudades más importantes del estado, Marrakech. Conocida siglos atrás por el nombre de su país por parte de los españoles, es una señal de que esta ciudad definía y define la esencia del país en sus dominios. En este artículo nos paramos a mostraros sus lugares definitorios.

Su Historia

Las tierras que actualmente ocupa la ciudad eran un punto de paso comercial de gran relevancia entre la parte norte del continente y Europa con el África subsahariana. Por esa razón, en el año 1062 los almorávides decidieron fundar la ciudad y declararla capital del Imperio Almorávide.

Este hecho es muy relevante ya que los almorávides eran grupos de tendencia nómada y este paso iba relacionado a un movimiento expansionista. Este les llevaría a alcanzar la actual Mauritania por el sur y la parte del Ebro en la actual Cataluña por el norte. Marrakech sería el eje político y comercial de estas tierras.

Aún con el paso de diferentes tribus como los almohades o con los poderes imperiales europeos, la ciudad siempre se ha mantenido relevante. Mientras que los marroquíes iban ampliando la ciudad y creando zonas nuevas, los foráneos han ido recuperando zonas antiguas desde la época del Romanticismo (s. XIX).

A lo largo de los siglos esta ciudad iría recibiendo varios apodos tanto por los marrakechíes como por los forasteros. El más común para todos es el de La Ciudad Roja, que viene dado por su arquitectura dominada por este color. Igualmente se la llama La Flor del Sur por su valor estético y estratégico para los pueblos del norte.

El Tiempo

Vale la pena tener en cuenta el clima de la ciudad, ya que si bien hay similitudes con el mundo mediterráneo su tendencia es mucho más árida. En ella hay poca frecuencia de lluvias y lo resumimos en periodos fríos suaves con temperaturas de 6 a 18ºC (de noviembre a marzo) y cálidos de 19 a 38ºC (de junio a septiembre).

La Ruta

En esta ocasión os queremos ofrecer un itinerario ordenado a través de la ciudad, para facilitar vuestra visita a estos lugares. Os ofrecemos enlaces para realizar el camino tanto a pie como en vehículo. Igualmente el recorrido es estratégico para que podamos iniciar la exploración tan pronto como lleguemos a la ciudad.

En las Afueras

Jardines de Menara

Muy cerca del aeropuerto de la ciudad se ubica uno de sus espacios públicos más relevantes. Fundados en 1157 por la dinastía almohade y que se especula que tuvieron tanto función de espacio real, como de lugar de entrenamiento militar. Por fuentes de la época se cuenta que el estanque lo usaban para practicar natación.

Aunque durante algunos siglos de la Edad Media y Moderna los jardines vivieron una cierta decadencia, en el siglo XIX se iniciaría una importante restauración por el sultán Abd ar-Rahman ibn Hicham. El nombre “menara” haría referencia al edificio de dos plantas que hay frente al estanque y que se traduce como faro.

Mezquita Koutoubia

Nuestra segunda parada es en uno de los lugares más simbólicos en cualquier imagen aérea de la ciudad. Esta mezquita era la segunda que habían hecho los almohades cuando se hicieron con el imperio en el siglo XII. Pero esta se convirtió en la definitiva y destaca por su alminar (torre), clave en la arquitectura islámica.

Tal fue el impacto de este alminar que serviría de referente para la Giralda de Sevilla y la Torre Hassan en Rabat. Desafortunadamente, el espacio no permite el acceso a personas no musulmanas. Pero al sur de la región de Marrakesh-Safí se encuentra otra mezquita que copia el modelo interno de Koutoubia, la de Tin Mal.

Las Murallas

Como punto de acceso a la ciudad antigua de Marrakech tenemos sus murallas. De todas las entradas que hay en ella, la de Bab Agnaou es un buen referente para nuestra ruta. Su monumental aspecto es un buen recibimiento para el Barrio de la Kasbah (antigua ciudadela de la ciudad) y sus emplazamientos históricos.

Kasbah

Mezquita de Kasbah y las Tumbas Saadíes

Nos adentramos en la zona de Kasbah para ver dos monumentos históricos que conviven juntos. El primero es la Mezquita de Yaqub al-Mansur o de Kasbah, la cual tiene origen en el siglo XII y es una de las más relevantes de la ciudad. Esto también reforzado por la rica vida comercial que se da en su alrededor.

Pero igual que con Koutoubia, este es un espacio para mirar desde el exterior para los que no son creyentes del islam. Este inconveniente lo compensaremos con la visita a otro espacio esencial de la ciudad. Las Tumbas Saadíes, que se sitúan tras esta mezquita si que nos permitirán el paso a un símbolo histórico de Marrakech.

Normalmente los entierros reales de los siglos XII y XIII se hacían en Tin Mal, pero en un cierto periodo del XIV hubo un cambio. Temporalmente se enterró a miembros de la dinastía Marinid aquí e igualmente sirvió de cementerio en siglos posteriores. Aunque como muchos lugares históricos, tuvo siglos de olvido.

Pero desde su redescubrimiento en 1917 ha ganado una gran popularidad entre el pueblo marroquí pero también a personas de todo el mundo. Tanto el reacondicionamiento de los jardines, como la restauración de sus interiores han destapado un lugar de gran belleza con decoraciones típicas del arte islámico.

Riads de Marrakech

La ruta nos conduce durante un tramo en dirección sur por el Kasbah, con ello podremos ver una abundancia de bellos rincones escondidos. Nos referimos a los riads, que son casas tradicionales de la zona que comparten influencia marroquí y andalusí. Los elementos más llamativos de estos son su patio o jardín interior.

Si echáis un vistazo al plano de la ruta, veréis un gran número de estos por la propia zona de Kasbah pero también en Mellah o Riad Zitoun Jdid. La gran mayoría de ellos cumplen la función de posada u hotel, aunque para varios de ellos es habitual recibir visitas de curiosos que desean ver su interior.

Mellah

Palacio El Badi

Llegamos a la zona de Mellah, donde justo en su frontera con el Kasbah se ubica otra de nuestras paradas. El edificio que tenemos ante nosotros son las ruinas del Palacio El Badi, construido por el sultán Ahmad Al-Mansur en el siglo XVI. Este se erigió en conmemoración de la victoria de Ahmad contra los portugueses en 1578.

Actualmente de él, sólo se preservan algunos muros que nos hacen intuir las más de 300 habitaciones que contenía. Su explanada central tiene el encanto romántico que buscaban muchos artistas del siglo XIX. Arte en ruinas mezclado con un gran estanque y parcelas ajardinadas o con naranjos que hablan de su bella decadencia.

Palacio de la Bahía

Cerramos el sector de Mellah con otro palacio que atesora una gran belleza. En su amplio recinto, el Palacio de la Bahía despliega múltiples encantos del arte islámico. Los jardines de frondosa vegetación están ornamentados con fuentes y porches con mucho color, arcos detalladamente esculpidos y puertas decoradas.

Este palacio del siglo XIX se nos muestra muy bien preservado tal como lo ideó la dinastía Alauí. En él podemos encontrar dos riads de diferente tamaño y dos patios, siendo el mayor de ellos uno de los mayores reclamos de la ciudad de Marrakech. Los suelos entramados de mármol y sus arcos de colores son sin duda un reclamo.

Riad Zitoun Jdid

Museo Dar Si Said

De nuevo cambiamos de sector en el centro de la ciudad para ir a uno de los museos más reputados de la ciudad. Este surgió cuando el rico mercante Si Said bin Mohammed decidió hacer de este edificio su casa particular, pero lo decidió convertir en un museo sobre la cultura de la ciudad de Marrakech.

Además de por su gran belleza arquitectónica, este lugar merece la pena por el contenido que atesora. Sus objetos divididos por secciones nos permiten conocer la ciudad a través de su tiempo, arte, música y religión. Incluso en él hay espacio para una visita virtual a los zocos (mercados) de la ciudad.

Rahba Kedima

Plaza Jemaa El Fna

Llegamos a la zona más concurrida de la ciudad y probablemente una de las más definitorias de su idea original. Concretamente la Plaza Jemaa El Fna se le puede considerar el alma de la ciudad. Por las mañanas, nos encontramos ante uno de los mercados con más bullicio del mundo, sea por compras o por mero turismo.

Luego por las noches nos encontramos un cambio de cara el cual interesa en la vertiente gastronómica. La enorme explanada se convierte en un centro de paraditas de comida donde disfrutar de la comida local. Pero no solamente por sus paradas sinó por su ambiente, nos hace sentir en el lugar donde todo ocurre.

El Zoco

Pero la experiencia comercial de la ciudad sigue en sus calles circundantes. Como os hemos contado en la introducción, los siglos de espíritu mercantil de la ciudad se han perpetuado. En la ruta os hemos marcado el punto más densamente marcado por estas paraditas de alimentación, vestuario, tapices o iluminación.

Kaat Benahid

Madrasa Ben Youssef

Avanzamos hacia el norte en dirección al barrio de Kaat Benahid, donde nos pararemos en uno de los edificios más bellos de toda Marrakech. Pero previamente para resolver la duda, una madrasa es una escuela de ámbito religioso en el que se promulga el islam. En el caso de la Ben Youssef, ésta acogía a unos 800 estudiantes.

El origen de esta construcción se remonta al siglo XVI y está muy estrechamente relacionada con la Mezquita de Ben Youssef. Su función educativa duró hasta 1960, cuando se decidió restaurarla y adaptarla. Eso dio como resultado su reapertura en 1982 como monumento y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Zona Majorelle

Jardines Majorelle y Museo Yves Saint Laurent

Cerramos nuestra ruta en uno de los jardines más llamativos de la ciudad. Este surgió tras la llegada a la ciudad del artista francés Jacques Majorelle. Este se instalaría en una casa en el centro de Marrakech e inspirado por todas las sensaciones de la ciudad decidiría hacer una creación en ella.

Esto finalmente se concretaría en el jardín que vemos en la actualidad, el cual vio como gran idea rememorando el de su primer hogar en la ciudad. En él podemos ver un conjunto de flora y construcciones que pretenden resumir la paleta de colores y aromas que para él definen a la Ciudad Roja.

La casa azul tan popular que tiene, es la villa/taller que se hizo Majorelle en el recinto. Pero la vida de estos jardines no se limitaron a la vida de su creador. Yves Saint-Laurent se instalaría años después en la ciudad junto a su pareja y se dedicarían a mejorar este espacio.

De su paso ha quedado el Museo Yves Saint Laurent, que está ubicado en el mismo sector que los jardines. Este museo nos muestra todo el mundo creativo de este diseñador francés y realmente tiene una selección de prendas y cartelería muy notable. Muy recomendable para los amantes de este tipo de arte.

Mapa con los lugares de interés de Marrakech

Cómo llegar

El aeropuerto más cercano a la ciudad es el Aeropuerto Internacional de Marrakech-Menara que queda muy cerca del inicio de nuestra ruta. Desde el aeropuerto podemos tomar el bus L19 para llegar al centro de la ciudad.

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