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Qué ver en París: 10 joyas imprescindibles de la capital de Francia

Si estás planeando viajar a Francia, la magnífica Ciudad de la Luz es un destino que no puedes pasar por alto. A continuación, te presentamos los 10 lugares más cautivadores que debes incluir en tu itinerario turístico. Te garantizamos que esta ciudad te atrapará con su encanto parisino, su rica historia y su vibrante vida nocturna.

Adéntrate en el corazón de Francia y descubre todo lo que esta fascinante ciudad tiene para ofrecer. Desde monumentos históricos hasta parques tranquilos, tiendas de moda y restaurantes gourmet, hay algo para todos los gustos en la Ciudad de la Luz. ¿Listo para emprender tu viaje a este mágico destino francés? Comenzamos.

Torre Eiffel

Al planificar tu viaje a Ciudad de la Luz, es imprescindible que incluyas en tu itinerario una visita a la emblemática Torre Eiffel, uno de los lugares turísticos más icónicos de París y un símbolo reconocido mundialmente. Esta majestuosa estructura de hierro forjado, diseñada por Gustave Eiffel y sus colaboradores para la Exposición Universal de 1889, se ha convertido en un must-see para cualquier turista.

Con sus 300 metros de altura, no solo ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad, sino que también es una obra maestra de la ingeniería del siglo XIX. Para disfrutar de la experiencia completa, te recomendamos subir hasta su tercer nivel, desde donde podrás capturar imágenes inolvidables de la ciudad. No olvides que la torre cuenta con ascensores y escaleras, por lo que puedes elegir cómo prefieres ascender.

Durante las horas nocturnas, la torre se ilumina con un espectáculo de luces que realza su estructura y la dota de un ambiente mágico, convirtiéndose en un espectáculo en sí mismo. Además, si decides visitarla al atardecer, podrás disfrutar de la transición de luces y colores que ofrece el cielo de la ciudad.

Para aquellos interesados en la historia y arquitectura, la Torre Eiffel dispone de paneles informativos y exposiciones que narran su construcción y evolución a lo largo de los años. Es una excelente oportunidad para aprender más sobre este icono del turismo en Ciudad de la Luz.

Antes de tu visita, es aconsejable comprar las entradas con antelación, especialmente en temporada alta, para evitar las largas colas que suelen formarse. La Torre Eiffel está abierta todos los días del año, y sus horarios varían dependiendo de la temporada, por lo que te sugerimos verificar esta información antes de organizar tu día.

*Enlace a nuestro artículo en el título del apartado

Museo del Louvre

Este icónico museo, que fue una fortaleza y posteriormente un palacio real, alberga una de las colecciones de arte más ricas y variadas del mundo.

El Louvre destaca por su impresionante pirámide de vidrio, la cual sirve como entrada principal y se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Una vez dentro, te esperan obras maestras como la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, la Venus de Milo o el Código de Hammurabi. Además, el museo ofrece exposiciones temporales que complementan su vasta colección permanente.

Para una experiencia completa, te recomendamos dedicar al menos medio día a explorar sus extensas galerías. El museo abre todos los días excepto los martes, y la entrada es gratuita el primer sábado de cada mes a partir de las 18:00 horas. No obstante, para evitar largas colas, es aconsejable comprar las entradas con antelación a través de la página web oficial del museo.

Además, el Museo del Louvre no solo te ofrece arte y cultura, sino también la posibilidad de disfrutar de sus jardines, como el Jardín de las Tullerías, que se extiende desde la fachada oeste del museo hasta la Plaza de la Concordia. Este espacio verde es ideal para descansar y contemplar la belleza de los alrededores tras una inmersión en el arte.

Recuerda que el Louvre es inmenso y puede ser abrumador intentar verlo todo en una sola visita. Por ello, es recomendable planificar con antelación y seleccionar las secciones o piezas que más te interesen. Además, existen aplicaciones móviles y audioguías que pueden enriquecer tu visita y proporcionarte información detallada sobre las obras y la historia del museo.

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Catedral de Notre Dame

Este emblemático monumento, situado en el corazón de la capital francesa, no solo es una obra maestra de la arquitectura gótica, sino que además es un símbolo cultural que ha trascendido a lo largo de los siglos, fascinando a viajeros de todo el mundo.

Al planificar tu visita, es importante tener en cuenta que tras el trágico incendio de abril de 2019, las labores de restauración están en marcha para devolverle su esplendor. Aunque esto limita el acceso a ciertas áreas, aún puedes admirar su imponente fachada y las famosas gárgolas que vigilan la ciudad desde las alturas. Además, es posible disfrutar a través de exposiciones temporales y recorridos a su alrededor.

Los amantes del arte y la historia encontrarán un tesoro de detalles arquitectónicos y significado religioso. Las vidrieras, en particular, son un ejemplo destacado de la artesanía medieval, con el famoso rosetón entre las más admiradas por su belleza y complejidad. A pesar de los daños sufridos, las iniciativas para su conservación aseguran que continúe siendo uno de los lugares turísticos más impresionantes.

A parte, no olvides explorar sus alrededores. La Isla de la Cité, donde se asienta la catedral, está repleta de pintorescas calles y rincones que cuentan la historia de la ciudad. Además, la proximidad al río Sena ofrece la oportunidad de realizar un paseo fluvial desde donde se obtienen vistas únicas de Notre Dame, proporcionando una perspectiva diferente y fotogénica del monumento.

A lo largo del año, se organizan eventos musicales y exposiciones que enriquecen la experiencia de los visitantes. Aunque la catedral actualmente se encuentra en un proceso de restauración, su esencia y la riqueza de su contexto la mantienen como una visita imprescindible en cualquier viaje a París.

Arco de Triunfo

Este monumento, que conmemora las victorias militares de Napoleón Bonaparte, ofrece no solo una rica historia sino también unas vistas impresionantes de la ciudad. Situado en el extremo occidental de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo se alza majestuoso en el centro de la Place Charles de Gaulle, un punto neurálgico desde donde doce avenidas irradian como estrellas.

Desde su terraza panorámica, tendrás una perspectiva única de la ciudad, ideal para capturar fotografías memorables para lo que tendrás que subir los 284 escalones que llevan a la cima del arco. A tus pies se extenderá el famoso bulevar de los Campos Elíseos y, en días despejados, podrás vislumbrar la silueta de la Torre Eiffel y otros hitos parisinos.

Además, el Arco de Triunfo es un lugar repleto de significado. Bajo su bóveda, se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido, cuya llama eterna se reaviva cada atardecer en una ceremonia que rinde homenaje a los caídos por Francia durante la Primera Guerra Mundial. Este acto solemne es una experiencia que toca la fibra sensible de locales y visitantes por igual.

Está abierto al público todos los días y la entrada se puede adquirir en el sitio o por adelantado a través de internet, lo que es recomendable para evitar largas colas. Además, es importante mencionar que el acceso es gratuito para menores de 18 años y ciudadanos europeos menores de 26 años.

Por último, si tu visita coincide con alguna fecha conmemorativa, como el Día de la Bastilla (14 de julio), podrás ser testigo de desfiles militares y otros eventos que se llevan a cabo en la base del Arco de Triunfo, sumando aún más espectáculo a tu experiencia turística en París.

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Jardines de Luxemburgo

Este oasis verde en medio del bullicio urbano es un refugio perfecto para los amantes de la naturaleza y la arquitectura. Diseñado en el estilo francés e influenciado por el Renacimiento italiano, los jardines se extienden sobre 25 hectáreas ofreciendo un paisaje idílico que combina arte, historia y botánica.

Aquí, podrás admirar el majestuoso Palacio de Luxemburgo, sede del Senado francés, así como una colección de más de cien estatuas, fuentes y monumentos. Entre ellos destaca la famosa Fuente de Medici, un lugar ideal para capturar fotos memorables.

Para los aficionados a la horticultura, los invernaderos con una impresionante colección de orquídeas y las series de terrazas con árboles cuidadosamente podados son una muestra del arte de la jardinería francesa. Además, los visitantes pueden disfrutar de actividades al aire libre como partidas de ajedrez, tenis y petanca, o simplemente relajarse junto al estanque central.

Estos fueron creados en 1612 por orden de María de Médici y desde entonces han sido escenario de muchos eventos importantes de la historia francesa. Hoy en día, siguen siendo un espacio de encuentro cultural gracias a las exposiciones de fotografía al aire libre y los conciertos que se organizan regularmente.

Abiertos todos los días desde el amanecer hasta el atardecer, la entrada es gratuita, lo que los convierte en un destino perfecto para cualquier presupuesto. Si buscas un momento de paz o una inmersión cultural, estos jardines son justo lo que necesitas.

Sainte-Chapelle

Este tesoro gótico, situado en la Île de la Cité, es famoso por albergar una de las colecciones más impresionantes de vidrieras del siglo XIII en el mundo. La Sainte-Chapelle fue construida por orden de Luis IX para albergar reliquias cristianas, incluyendo la que se decía era la corona de espinas de Cristo.

Aunque las reliquias ya no se encuentran allí, la capilla sigue siendo un lugar de asombroso valor histórico y artístico. Asegúrate de reservar tiempo para maravillarte con los 15 impresionantes paneles de vidrieras, que se elevan a 15 metros de altura y narran historias bíblicas en un espectro de colores vibrantes.

Además de las vidrieras, la Sainte-Chapelle destaca por su elegante arquitectura gótica. El techo azul estrellado de la capilla inferior y la exquisita ornamentación dorada de la capilla superior te transportarán a una época de reyes y caballeros. Al visitar este lugar, es recomendable ir en un día soleado, ya que la luz natural realza la belleza de las vidrieras, creando un efecto que es simplemente mágico.

Para una visita óptima, es aconsejable comprar las entradas con anticipación, especialmente durante la temporada alta turística. La Sainte-Chapelle está abierta todos los días, con horarios que varían según la temporada, y la entrada suele estar incluida en el Paris Museum Pass, lo cual puede ser una opción conveniente si planeas visitar varios sitios de interés.

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Montmartre

Este encantador distrito es famoso por sus calles empedradas, sus artistas callejeros y su inigualable atmósfera que ha inspirado a pintores como Picasso y Van Gogh. Una de las joyas que visitar en él es la Basílica del Sagrado Corazón, conocida localmente como Sacré-Cœur.

Este emblemático templo se sitúa en la cima de la colina de Montmartre, ofreciendo unas vistas panorámicas de la ciudad que no te puedes perder. Además, su impresionante arquitectura de estilo romano-bizantino y su serena atmósfera interior atraen a visitantes de todo el mundo.

No menos importante es la Place du Tertre, un pintoresco rincón donde artistas de todas las disciplinas exponen y venden sus obras al aire libre. Pasear por esta plaza es como retroceder en el tiempo a la época en que Montmartre era el corazón de la vida artística parisina. Aquí podrás llevarte un recuerdo único, mientras disfrutas del talento local.

Otro punto de interés en Montmartre es el Moulin Rouge, el cabaret más famoso del mundo. Aunque hoy en día es más un atractivo turístico que un punto de encuentro para los parisinos, su icónica fachada con el molino rojo es una parada obligatoria para una foto de recuerdo. Si te interesa, puedes reservar una noche para disfrutar de su famoso espectáculo.

Para los amantes de la historia y la cultura, el Museo de Montmartre ofrece una inmersión en el pasado artístico del barrio. Ubicado en una antigua casa donde vivieron artistas como Renoir, el museo alberga una colección que narra la historia de Montmartre, incluyendo su relación con el arte moderno y el nacimiento del cabaret.

Palacio de Versalles

Este deslumbrante símbolo de la monarquía francesa no solo es un hito histórico, sino también una obra maestra del arte y la arquitectura. Este fue el centro del poder político en Francia desde 1682, cuando Luis XIV trasladó la corte real desde París, hasta la revolución francesa en 1789.

Hoy, es un imán para los amantes de la historia y la cultura que buscan visitar París. Sus salones y galerías, adornados con ornamentos de oro y los más finos materiales, cuentan historias de reyes y reinas que una vez caminaron por sus pasillos.

Uno de los puntos más destacados del palacio es la Galería de los Espejos, con sus 357 espejos enfrentados a ventanas que miran hacia los majestuosos jardines. Además, los jardines de Versalles, con sus fuentes, estatuas y parterres meticulosamente cuidados, ofrecen un espectáculo visual que complementa la experiencia del palacio. No olvides incluir en tu itinerario los Trianones y el Dominio de María Antonieta.

El palacio está abierto casi todos los días del año, excepto los lunes, el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre. Los horarios varían según la temporada, por lo que es recomendable consultar el sitio web oficial antes de planificar tu visita. Además, existen diversas opciones de entradas, incluyendo el Pase de un día completo, que te permite acceso a todas las áreas del palacio y los jardines.

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Río Sena

Este río no es solo una arteria de agua que atraviesa el corazón de París, sino también un punto de referencia cultural y un escenario de belleza incomparable. El Sena se presenta como un protagonista indiscutible, ofreciéndote la oportunidad de contemplar algunos de los monumentos más emblemáticos desde una perspectiva única.

Una de las mejores maneras de experimentar el Río Sena es a través de un crucero fluvial. Estos paseos te permiten admirar hitos históricos como la Catedral de Notre-Dame, el Museo de Orsay, el Louvre y, por supuesto, la imponente Torre Eiffel. Mientras navegas, te encontrarás rodeado de la arquitectura clásica y los puentes que cuentan historias de siglos pasados.

Si prefieres mantener los pies en tierra, las orillas del Sena son igualmente encantadoras. Los muelles han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y son perfectos para un paseo al atardecer. A lo largo de tu caminata, te toparás con vendedores de libros antiguos, artistas callejeros y cafés con terrazas desde donde podrás observar la vida pasar al ritmo parisino.

No olvides visitar las islas naturales del Sena, la Île de la Cité y la Île Saint-Louis, ambas accesibles a pie y ricas en patrimonio e historia. Aquí encontrarás joyas como la mencionada Catedral de Notre-Dame y la Sainte-Chapelle, con sus impresionantes vitrales. Estas islas son un oasis de tranquilidad en medio del bullicio de la ciudad y ofrecen una perspectiva diferente de la vida parisina.

Finalmente, para los amantes de la fotografía y aquellos que buscan la postal perfecta, los puentes que cruzan el Sena son una maravilla en sí mismos. El Pont Neuf, el puente más antiguo de la ciudad, y el Pont Alexandre III, con sus opulentas lámparas y esculturas, son solo algunos ejemplos de las estructuras que merecen una visita.

Barrio Latino

Este vibrante distrito es conocido por su atmósfera bohemia y su rica historia académica, siendo el hogar de la prestigiosa Universidad de la Sorbona. Al pasear por sus calles adoquinadas, te sumergirás en un ambiente que ha inspirado a intelectuales y artistas a lo largo de los siglos.

El Barrio Latino ofrece un abanico de opciones culturales y arquitectónicas. No te pierdas el Panteón, donde descansan figuras ilustres de la historia francesa. Además, el barrio está salpicado de librerías encantadoras, cafés históricos y pequeñas plazas que invitan a tomar un respiro y disfrutar del ambiente parisino.

El barrio te sorprenderá con sitios como los Jardines de Luxemburgo, perfectos para un picnic o simplemente para relajarte después de un día de turismo. También es imprescindible visitar la Iglesia de Saint-Séverin, un ejemplo magnífico del gótico flamígero, y el Museo Nacional de la Edad Media, donde podrás admirar la famosa serie de tapices La Dama y el Unicornio.

La vida nocturna en el Barrio Latino es igualmente atractiva, con numerosos bares y clubes de jazz que ofrecen una experiencia auténticamente parisina. Y para los amantes de la gastronomía, hay una infinidad de restaurantes que sirven desde platos tradicionales franceses hasta cocina internacional. Asegúrate de probar alguna de las delicias locales en las creperías y bistros que encontrarás en cada esquina.

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Mapa de lugares que ver en Ciudad de la Luz

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