Explorando Montjuic: 2 rutas por la montaña olímpica de Barcelona

Desde el siglo XIX, Barcelona ha vivido una escalada de popularidad a nivel internacional a lo que urbes se refiere. Su papel en la revolución industrial y una cultura burguesa con altas ambiciones culturales, hicieron de ella una ciudad en la que se busca la innovación, la creatividad y el contacto con el resto del mundo. Reflejando este concepto hay varias zonas de la misma que se han ido modernizando desde entonces, pero una de ellas sufrió una reinterpretación drástica desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad, la montaña de Montjuic.

Este monte, que emerge en la línea de costa de la ciudad, ha tenido una relación de amor/odio con la urbe, siendo un punto estratégico de defensa pero también de control de la población. Por esa razón, los esfuerzos que se han hecho en esta parte de la ciudad durante el siglo XX y sobretodo en el último tercio de este siglo, convierten a Montjuic en un espacio clave para entender porqué Barcelona es una ciudad atractiva tanto visual como intelectualmente. Museos, parques, estadios, teatros, un castillo o la feria de exposiciones de la ciudad serán vistos a través de las rutas que os proponemos.

El tiempo en Montjuic

Para los que somos habitantes de Barcelona, sabemos que estamos en un entorno de clima templado pero muy afectado por la humedad que genera el Mar Mediterraneo. Eso nos lleva a que incluso con temperaturas no demasiado bajas o no demasiado altas, las sensaciones de frío o calor se potencian bastante. Eso sí, el periodo de temperaturas más agradables es entre mayo y octubre cuando la temperatura de promedio está por encima de los 15ºC. Para un estudio más en detalle os dejamos este link.

¿Cómo llegar?

Para los visitantes que vengan desde otros puntos de la península y extranjero, el Aeropuerto del Prat es el sitio de llegada más recomendable. La otra opción es llegar con el AVE, el tren de alta velocidad desde varias de las capitales del resto de España. Igualmente, hay toda una red de cercanías que llega desde toda la geografía catalana y que es la opción para gente que viva fuera del área metropolitana de la ciudad. Por último está el metro y el autobús, los transportes más recomendables para moverse internamente por la zona urbana barcelonesa.

Luego, si queremos ir al sitio idóneo para empezar las rutas, la parada de Pl. España tanto en el metro (L1 y L3), como en autobús (23, 150, D20, A1, A2, 79, 65, 165) nos dejan justo al inicio de las mismas.

Ruta Norte en Montjuic

Desde Plaza España hasta el MNAC

Como hemos establecido anteriormente, nuestra ruta va a dar inicio en la Plaza España, donde podemos considerar que está la puerta mayor a la montaña de Montjuic. Para enfocarnos en la dirección correcta, ante nosotros tiene que estar la Avenida Reina María Cristina con las dos Torres Venecianas y, en el fondo, el Palacio Nacional de Montjuic. En los laterales de la plaza y a lo largo de la avenida, tendremos el recinto de la Fira de Barcelona, donde se celebran varias veces al año diferentes ferias de temáticas muy variadas. El Salón del Automóvil, el Salón del Cómic o el Mobile World Congress se dan en este espacio.

Como curiosidad, las dos fachadas de la feria que dan a la plaza y que tienen una escalinata previa se inspiran en el pórtico de la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Igualmente, las dos Torres Venecianas toman el concepto de campanile (campanario) que hay en Venecia, concretamente en la Plaza de San Marcos.

Iremos avanzando por la avenida dirección al palacio y unas escaleras mecánicas nos permitirán acceder al otro lado de la carretera, salvando una escalinata que nos lleva a la Fuente Mágica. Esta fuente es una atracción interesante por la noche de los jueves, viernes y sábados, cuando se hace un espectáculo de música y color con los chorros de agua de la fuente.

En este punto ya está empezando nuestro ascenso al Monte de los Judíos (significado de Montjuic en catalán antiguo) hacia el palacio. Pero antes de continuar nuestro ascenso os ofrecemos dos alternativas en forma de autobús por si tenéis dificultades para subir por escaleras o moveros por calles en pendiente. La primera, serían las líneas 55 y 150 del autobús público de la ciudad, las cuales nos facilitan el acceso a muchos de los puntos clave de la montaña. La segunda es la más pensada para el turismo. El Barcelona Bus Turístic y el Barcelona City Tour, nos ofrecen las rutas roja y naranja con varias paradas por la zona.

Esta alternativa la recomendamos para quien quiera visitar la ciudad entera y queda a vuestra elección cuál es la opción que más cumple con vuestros propósitos. Las paradas más recomendables para tomar estos medios se encuentran tanto en plaza España como en la avenida Paral·lel (lateral del recinto de la feria). Pero si seguimos a pié tendremos la opción de subir la próxima escalinata andando o por la escalera mecánica del lateral derecho. En el siguiente nivel, mientras andamos en dirección de ascenso, tendremos a la derecha el Palacio de Alfonso XIII a la izquierda y el de Victoria Eugenia a la derecha. Estos dos pabellones fueron creados en 1923 por el arquitecto Puig i Cadafalch para la Expo Internacional del año 27 y destacan por su estilo barroco catalán.

Estos espacios se usan actualmente como ampliación de manera muy excepcional para las exposiciones más grandes que se celebran en el entorno de la Fira. En la parte central hay cuatro columnas que representan las cuatro barras rojas de la bandera catalana. Estas se erigieron en 1918, pero fueron derribadas durante la dictadura de Primo de Rivera en 1928, un año antes de la Expo Internacional. En 2010 se volvieron a levantar estas columnas, ya que se aprobó un decreto por la restitución de los monumentos históricos catalanes que habían sido quitados.

Pero continuemos nuestro ascenso en una combinación de escaleras mecánicas y convencionales, las cuales en su parte central tienen unas bellas fuentes en forma de cascada. Cuando creemos que hemos llegado a destino, nos quedan unos cuantos escalones más antes de llegar al plano del palacio. Os recomendamos que os sentéis un momento en ellos para tomar aire y disfrutar las vistas de la ciudad desde esta altura. Tras tomar un respiro podemos dirigirnos a la entrada del palacio para poder visitar el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

El palacio, que acoge la colección de arte más importante de Cataluña, fue construido entre 1926 y 1929 con motivo de la nombrada Expo Internacional del 29. Su conversión al actual museo se hizo en 1934 y se ha ido ampliando su colección de manera muy notable desde entonces. Desde el Ábside de Taüll (obra maestra de la pintura románica), pasando por maestros renacentistas y barrocos como Fra Angelico, Tiziano o Velázquez, hasta artistas modernos de gran relevancia como Miró, Picasso o Dalí. Sumemos a esto la constante retahíla de exposiciones temporales de gran calidad que desfilan en su interior. Para los amantes del arte, este es uno de los museos imprescindibles no sólo de Barcelona, sino de la Península Ibérica.

Del Museo Etnológico al Teatre Grec

Al salir del museo debemos tomar el lado derecho y llegar hasta la avenida de Montanyans, la cual seguiremos en dirección descendente. Al cabo de unos metros nos encontraremos el descenso del Paseo de Santa Madrona y en la curva que tendremos ante nosotros, estará el Museo Etnológico de Barcelona. El edificio que tenemos ante nosotros se inauguró en 1973 y contiene una colección de objetos de las diferentes etnias del mundo ordenadas por época y valorando la importancia de estos en cada una. En el centro de la ciudad hay la otra colección del Museo Etnológico bajo el nombre Museo Etnológico y de las Culturas del Mundo, situado en la calle Montcada 12-14.

Nuestro camino sigue bajando el Paseo Santa Madrona, en el lateral izquierdo nos encontraremos con la Fuente del Paseo de Santa Madrona. En cambio, si miramos al lado derecho de la curva que toma esta vía, tendremos el acceso a los Jardines de Laribal. Cualquiera de estos dos parajes merecen la pena para pasear o para parar a comer, ya que son una evasión del entorno urbano que ofrece bellas vistas y un poco de relax. Pero tras un poco de descanso seguiremos por el paseo, que curiosamente en el siguiente cruce gira hacia a la izquierda. En ese lado veremos haciendo esquina el Palacio de las Artes Gráficas que sirve de sede del Museo de Arqueología de Cataluña.

Este museo posee una destacable colección de objetos que abarcan entre la Prehistoria y la Edad Moderna, que se enriquece constantemente con exposiciones temporales que añaden piezas para algún periodo histórico o para alguna disciplina de estudio. Si bien este edificio de estilo novecentista/renacentista es la sede central a nivel catalán, existen otros centros en Girona, Ampurias y Ullastret ubicados en recintos de restos arqueológicos. Varias piezas de orfebrería, escultura, mosaico y osario de su colección son de gran relevancia histórica y artística. Con toda esta visión histórica que nos ofrece este museo, el siguiente punto que visitaremos parecerá un continuo bien hilado dentro de un marco idílico.

Para entender bien a qué nos referimos, tendremos que volver a la esquina del Paseo de Santa Madrona que nos queda al salir a la derecha. Al otro lado de la carretera veremos una escalinata doble, con un cartel en el centro que pone GREC. Al subir por ellas y adentrarnos todo recto por el parque, vamos a encontrarnos con el Teatre Grec (teatro griego). Esta construcción aunque reciba este nombre, también fue construida para la Expo Internacional del año 29. Su funcionamiento en la actualidad se reduce a la temporada de verano para el Festival Grec.

Su inspiración en el Teatro de Epidauro en Grecia es el que le da su nomenclatura y a parte en él se han dado reestrenos históricos de clásicos griegos. Los jardines de su alrededor fueron diseñados por Nicolas Forestier y se interconectan con los Jardines de Laribal. Justo en esa interconexión que unos metros a la derecha del teatro, hay una escalera que asciende al siguiente nivel del parque y a la que es nuestra siguiente parada de la ruta. Y es que a medida que vamos subiendo los escalones, iremos viendo toda una hilera de vegetación y tras ella, la fachada trasera de la Fundación Joan Miró.

De la Fundación Joan Miró al Castillo de Montjuic

Para llegar a ella, recomendamos tomar el lado izquierdo en la parte alta de las escaleras y cruzar a través del Jardín de las Esculturas. En él encontraremos varias obras escultóricas de artistas contemporáneos catalanes que nos sirven de introducción del estilo artístico que veremos en la Fundación. Y es que el arte de Joan Miró va absolutamente asociado con la nueva estética que tomó el arte después de la creación de la cámara fotográfica y cuando ya no era tan necesario cubrir la función de reflejar la realidad. Si nos fijamos en el edificio diseñado por Josep Lluís Sert, este nos transmite esa pretensión vanguardista del arte que expone en su interior y su color blanco hace referencia al color típico de las casas mediterráneas de costa.

Tras la visita al museo y a la exposición temporal que acostumbra a acompañar la colección fija, nos dirigimos al final de nuestra ruta con la ayuda de un atajo. Pero antes, al salir por la puerta del museo deberemos tomar la Avenida Miramar (la calle donde se sitúa el museo) hacia la izquierda y andar unos 350 metros hasta la parada del Teleférico de Montjuic. El horario de servicio del teleférico es de 10 a 19h y si os quedáis sin uno de vuelta a donde nos dirigimos, siempre tendremos la línea 150 de bus para bajar de vuelta a Plaza España. Y para ahorraros el interrogante mucho más, nuestro objetivo se encuentra en la cima de Montjuic, concretamente en el Castillo de Montjuic.

La estación del teleférico de llegada queda justo al lado del castillo, no hay pérdida. Además la parte exterior del mismo nos ofrece varios puntos donde tener unas vistas espectaculares de la ciudad. Pero si hablamos de su contenido, primero tenemos que hacer referencia a su historia, ya que su origen se remonta a 1640 cuando los territorios catalanes estaban en conflicto con el rey Felipe II. Eso sí, su forma actual se da por un conjunto de obras realizadas entre 1751 y 1799 y ha tenido una historia de amor/odio con la población barcelonesa.

A veces ha servido para proteger la ciudad y a veces para controlarla o reprimirla en colaboración con el recinto de la Ciutadella (donde actualmente está el conocido parque). Igualmente durante el periodo franquista, el castillo fué un sitio bastante temido por la población ya que se ajusticiaban en él a figuras disidentes con el régimen. En la segunda mitad del siglo XX, el espacio se convirtió en el Museo del Ejército el cuál estuvo abierto hasta el año 2009. A partir de entonces ha ido acogiendo varias exposiciones temporales y tiene visitas guiadas por el castillo en catalán y castellano de lunes a domingo (12:30 y 16:30), además de otros idiomas.

Mapa de la Ruta Norte

Ruta Sur

Del CaixaForum hasta el Poble Espanyol

Pero si lo que hemos visto hasta ahora ya es una ruta muy amplia y variada, existe otra propuesta que abarca la otra cara de la montaña y que nos muestra más la vertiente olímpica de la ciudad. El punto de inicio es el mismo que en la ruta norte, empezamos por Plaza España y seguimos por la Avenida María Cristina hasta que llegamos al cruce con Avenida Rius y Taulet. Esta calle la tomaremos a la derecha, dejando de lado la escalera mecánica y avanzaremos en ella hasta que vislumbremos a la derecha el edificio modernista Casaramona, creado por el arquitecto catalán Puig i Cadafalch.

Actualmente esta construcción es la sede del CaixaForum Barcelona, un centro cultural donde se ubican exposiciones temporales de gran relevancia. En ellas se han recibido piezas de arte del Museo del Prado, el Louvre o el British Museum. Os recomendamos asomaros ya que constantemente se ofrece alguna exposición de relevancia entre sus paredes. Si nuestra vista la situamos en la otra acera veremos que hay unas escaleras que nos llevan a una amplia plaza. Al cruzar la carretera para ir a observar que nos encontramos podemos ver un edificio vanguardista en el lateral de la misma, el Pabellón Alemán de Mies van der Rohe y Lilly Reich.

Este edificio que transpira modernidad por sus cuatro costados es una reconstrucción exacta del edificio levantado en ese mismo lugar en 1926. Pero nuestra ruta nos pide seguir avanzando al siguiente destino, para ello nos mantendremos en la misma acera de la ahora llamada Avenida Francesc Ferrer i Guardia e iremos ascendiendo paulatinamente por ella durante unos 600 metros. Pasado este trecho, veremos como a nuestra izquierda hay el acceso a una muralla apoyada en la falda de la montaña, estamos ante el Poble Espanyol.

Igualmente recordar que la línea de bus 150 es una alternativa ideal para ascender por la montaña si no se quiere o puede andar tanto.

Tras este aviso, nos situamos en este pequeño pueblo visitable que recrea varios edificios y entornos simbólicos de la geografía española. Además se pueden encontrar varios locales de ocio, un museo de arte contemporáneo, varios negocios de artesanía y restaurantes. Su construcción se remonta a la ya muy nombrada Expo Internacional de 1929 y aunque su nombre original era Iberona, la dictadura de Primo de Rivera la rebautizó como Pueblo Español. Pero procedemos a seguir con nuestro recorrido por la montaña, para ello os recomendamos cruzar a la otra acera y avanzar hasta un parque con mirador donde veremos toda la zona sur de la ciudad, la población de Hospitalet, la zona del Prat y la cordillera litoral.

La zona olímpica

Como referencia, este parque con mirador tiene detrás una rotonda con una bella fuente dedicada a la diosa Ceres. La ruta sigue por este mismo lado de la avenida, que a partir de la fuente toma el nombre de Avenida del Estadio. Habrá un momento en el que crucemos la calle dels Jocs del 92, delante tendremos la entrada al recinto olímpico y a la derecha tras cruzar la carretera tendremos el Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña. El espacio olímpico nos dará la bienvenida con la Plaza Europa, un espacio abierto espectacular desde donde avistar todo lo que nos queda de recorrido en esta ruta.

Si cruzamos por ella, tendremos en el lateral derecho una escalinata muy ligera que nos acercará a la Torre de Comunicaciones de Montjuic creada para las Olimpiadas de 1992. Un poco más adelante en el mismo lateral derecho, veremos el Palau Sant Jordi. Este pabellón inaugurado en 1990 ha sido sede de diferentes eventos deportivos y musicales y su diseño hecho por Arata Isozaki, ha recibido múltiples halagos por especialistas en arquitectura. Pero este modelo lo podemos aplicar a una escala mucho mayor con el Estadio Olímpico Lluís Companys. El recinto que culmina el espacio olímpico de Montjuic, fué inaugurado en 1929 para la Expo Internacional y reconstruido por dentro entre 1985 y 1989, dándole su aspecto actual.

En él se han dado la inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos y durante 12 años sirvió de sede del equipo de fútbol RCD Espanyol (1997-2009) y además ha acogido conciertos masivos de artistas de reconocimiento internacional. En los días que no hay conciertos o otros eventos programados, el estadio es visitable y tiene una cafetería que ofrece muy buenas vistas del estadio. Con ello ya nos podemos dirigir al cierre de esta segunda ruta unos metros más adelante en la Avenida del Estadio con el Museo Olímpico y del Deporte Joan Antoni Samaranch.

Este museo contiene más de 5000 objetos deportivos históricos desde carteles de eventos hasta prendas de deportistas históricos de la cultura catalana. Una visita muy recomendable para los amantes del deporte y de los logros históricos. Con esto daríamos por finalizada nuestra segunda ruta por Montjuic, aunque la montaña da incluso más de sí. El Cementerio de Montjuic o el Jardín Botánico a los que podemos llegar con el bus 125, son otros destinos interesantes por esta zona pero que están un poco apartados del recorrido y que os los recomendamos en caso de que vayamos sobrados de tiempo o nos generen más interés que algún punto anterior de la ruta.

Mapa de la Ruta Sur

Recomendaciones de hoteles

A continuación os ofrecemos algunas alternativas de hoteles cercanos a donde se ubica la ruta. Hemos procurado que sean hoteles con un buen equilibrio calidad/precio, ya que Barcelona es una ciudad con alta demanda turística y nos encontramos muchas veces con precios muy hinchados:

Mapa con atractivos turísticos de Montjuic (Barcelona)

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