Cinco lugares en los que disfrutar de una Navidad diferente

Aunque la tradición invita a celebrar las fiestas navideñas rodeados de familia, cada vez son más las personas que desean vivir la experiencia de disfrutar de unas fechas tan señaladas de un modo alternativo y diferente. Primando ante todo un sentir único, que marque un hito en su sique para siempre.

Porque desgraciadamente solo vivimos una vez y todo aquello que experimentemos aquí y ahora será lo que nos acompañe cuando abandonemos nuestra armadura.

Así que, en este post, nos aunamos a vosotros transgresores y os alentamos con cinco interesantes propuestas que seguro os invitaran a hacer las maletas.

¡Vámonos!

Sídney (Australia)

Una auténtica antítesis de lo que entendemos por Navidad, pues en esta época el verano llama a la puerta de los australianos.

Aquí papa Noel cambia su outfit habitual por el traje de baño y sustituye su clásico trineo por una cañera tabla de surf, pero a pesar de todas estas peculiaridades, sus habitantes siguen celebrando las festividades; aunque eso sí, con una serie de tradiciones particulares cómo la que supone organizar barbacoas en familia en la playa durante el día de Navidad o celebrar el “Boxing Day” (el veintiséis de diciembre) el cual promueve el altruismo y la ofrenda de regalos a los más necesitados.

Pero hay muchísimas más cosas que ver y hacer en Sídney durante días como estos. Asistir a las exhibiciones y conciertos organizados en el Sídney Merchant Open House o a las exposiciones de la Natividad que celebran las guarderías de la ciudad. Contemplar el maravilloso desfile de Sídney Sparkles (una de las arterias comerciales de la localidad); visitar el paseo marítimo para admirar los barcos orlados de luces iluminando desde Port Sídney hasta el Parque Tulista mientras surcan las aguas del Pacífico; disfrutar de un plácido paseo en carruaje por el centro histórico o divertirse participando en la búsqueda de panes de jengibre estratégicamente escondidos en los comercios de la ciudad.

Y para los más pequeños resulta imprescindible asistir al Festival Winspear de Árboles (un fantástico evento que muestra infinidad de árboles decorados) y a la Exhibición de Navidad de LEGO, organizados en el Centro Mary Winspear o acercarse hasta el museo de Sídney para contemplar la inmensa colección de osos de peluche que anualmente se concentran en este espacio, esperando la llegada de sus pequeños y traviesos visitantes.

¿Dónde alojarse?

Esta bella ciudad australiana ofrece multitud de alternativas dónde hospedarse, ya que hay que recordar que es una de las más importantes del país; así que difícilmente tendréis problema para dar con el alojamiento adecuado en un solo clic. De todos modos, siempre a vuestro servicio, nos gustaría sugeriros un par de establecimientos en pro de facilitaros la decisión.

Empezamos por el Travelodge Hotel Sídney Martin Place, un fabuloso cuatro estrellas en pleno corazón de la urbe.

Situado a quince minutos de la Ópera de Sídney, en el distrito financiero, el Martin Place cuenta con todos los servicios y ofrece una excelente relación calidad-precio.

Aunque algo más alejado del centro, no podíamos terminar el bloc sin hablaros del Cliffside: Bondi Beach, situado en su distrito homónimo, muy cerca de la playa y con unas vistas al océano que quitan el habla.

Este fantástico apartamento de cincuenta y cuatro metros cuadrados dispone de cocina totalmente equipada y aire acondicionado para combatir el “frío” australiano. Lamentablemente, no cuenta con chimenea en la que colgar el calcetín para que Santa nos deje algún presente, pero seguro que estaréis encantados de brindar por una feliz Navidad, Mojito en mano bajo una sombrilla.

Honolulú (Hawái)

¿Navidades en chanclas y bañador?, vuestro destino es sin duda Honolulú.

Y es que Hawái siempre ha sido y será un paraíso y sin duda, el lugar ideal para dejar a un lado el convulso ajetreo y las aglomeraciones características de estas fechas.

En este enclave es posible disfrutar de las tradiciones de una manera totalmente diferente, sin nieve, frío o esas eternas sobremesas que enlazan un ágape detrás de otro.

Aquí a los desfiles y cabalgatas se asiste con camisa de flores y los villancicos se cantan a ritmo de ukelele.

Una ciudad con un sinfín de actividades de las que disfrutar como el tradicional encendido de luces y su desfile de caravanas; ser testigos de la atípica llegada de Papa Noel en canoa; disfrutar de las celebraciones de la Fiesta Luau (una de las más esperadas en la que se degustan algunos de los platos más afamados de la gastronomía local); acercarnos hasta el puerto deportivo de Kai Towne Center y contemplar los barcos decorados que iluminan la costa a su paso o la llegada de los buques encargados de transportar los árboles de navidad desde Oregón y Whasington; participar en la Jingle Rock Run, una caminata benéfica de ambiente festivo que parte desde el Capitolio de la ciudad; asistir al Cascanueces ambientado en la isla que el Ballet de Hawái representa anualmente o gozar de las actividades familiares que el Centro Cultural Polinesio organiza cada Navidad.

¿Dónde alojarse?

Que mejor que hospedarse cerca de alguna de las hermosas playas de la ciudad para poder disfrutar de sus cálidas aguas en pleno diciembre.

Por ese motivo os sugerimos el The Laylow Autograph Collection, un fantástico hotel situado a tan solo cinco minutos a pie de la famosa Waikiki con todos los extras habidos por desear, que harán de vuestra estancia en la isla una experiencia inolvidable.

¿Su must? Los deliciosos granizados hawaianos que sirven en el borde de su piscina, completamente gratuitos.

Para aquellos a los que os guste un campamento base algo más céntrico también tenemos opciones. Como la que nos propone el Aston at the Executive Centre Hotel, ubicado en las inmediaciones del Capitolio Estatal.

Piscina climatizada, jacuzzi, vistas a la ciudad y al puerto y un servicio de categoría erigen al Executive como uno de los mejores alojamientos de Honolulú.

Cartagena de Indias (Colombia)

Considerada como una de las ciudades más bellas de Colombia, Cartagena de Indias es el enclave sur americano ideal en el que gozar de una Navidad tradicional y atípica a la vez.

Historia, arquitectura, cultura, tradición y un entorno paradisiaco erigen a esta icónica ciudad como una de las más turísticas y queridas por los viajeros de medio mundo.

Aquí diciembre da el pistoletazo de salida a la temporada alta, por lo que el ambiente se multiplica en las románticas calles del centro histórico que, centelleantes, alumbran e inundan de color cada uno de sus rincones.

Desde el parque de la India Catalina hasta Bocagrande, todo en la Cartagena decembrina desprende la mágica esencia de la Navidad.

Si optáis por conocer esta localidad de ensueño no dejéis de acercaros a las murallas o la Torre del Reloj, mientras esperáis que “El Niño Dios”, la figura más representativa de las festividades cartaginenses, os obsequie con algún presente.

La Plaza de los coches, los barrios de Getsemaní y San Diego o el Castillo de San Felipe de Barajas se engalanan y dan cobijo a los enormes árboles navideños que, esparcidos por la ciudad, esperan ansiosos formar parte de las instantáneas que los visitantes no dejan de tomar.

Novenas bajo el sol en sus exuberantes playas, el repicar de las panderetas entre chapuzón y chapuzón y el placer de degustar los perniles y las hallacas de la clásica cena de Nochebuena, son algunas de las tradiciones que, aunque estemos lejos de casa, no pueden faltar en Navidad.

¿Dónde alojarse?

Cartagena de Indias es color, casta, alma, arraigo y sin duda esto es lo que se desprende de una estancia en el Antigua Calle Almudena Hotel.

Situado a seiscientos metros del Palacio de la Inquisición, este excepcional tres estrellas es todo lo que el huésped espera encontrar.

Un alojamiento puro, erigido en una bella casa colonial de reminiscente arquitectura árabe con un servicio atento y de calidad. Deleite no solo para la vista sino para el resto de sentidos.

Lo mismo sucede en el Casa India Catalina. Un precioso edificio republicano reconvertido en hotel construido en la Ciudad Amurallada, en pleno corazón de Cartagena.

Ecléctica decoración, desayunos deliciosos, un personal admirable y su ubicación hacen de este bello hospedaje un acierto seguro.

Bangkok (Tailandia)

Y para seguir con nuestra política “cold-free”, que mejor que volar hasta Tailandia y dejarnos embriagar por la bella Bangkok.

Aunque en un país budista la Navidad no debería ser una tradición, hay que decir que la globalización y el afán de los miles de turistas que se acercan en busca de unas festividades diferentes han hecho que pasear por la capital bajo luces y al son de los villancicos sea hoy una controvertida realidad.

Así pues, durante estas fechas Bangkok nos ofrece grandes centros comerciales ostentosamente decorados con gigantescos árboles llenos de guirnaldas, bolas y demás abalorios y lugares más entrañables como Asiatique, la zona circundante al mercado que durante la Navidad cobra una luz y un brillo especial.

Espacios como el Snow Town (pueblo de nieve), en el parque de atracciones Dream World, en el que poder revivir el clima invernal si es que lo echamos de menos; la gran pista de patinaje del Central World y hasta mercadillos navideños y cruceros por el río Chao Phraya con cena de Nochebuena incluida.

Pero lo que hace totalmente mágica Bangkok en estas fechas es que, si no queréis nada de eso, hay una ciudad admirable por descubrir con enclaves tan sorprendentes como el Gran Palacio, el Templo del Buda Esmeralda y el de Wat Pho con su Buda Reclinado; el mercado flotante de Damnoen Saduak​; la calle Khao San o el barrio de Chinatown.

¿Dónde alojarse?

Con más de un millar de alojamientos, encontrar un verdadero oasis en la ciudad parece una empresa imposible. Aun así, os pedimos que os dejéis guiar por nuestra estrella para que os acerque hasta el portal del Villa Phra Sumen Bangkok, cerca de la Khao San Road.

Un precioso, confortable y céntrico hotel boutique decorado con gusto exquisito y en el cual poder disfrutar de un reconfortante chapuzón en su piscina exterior después de una ajetreada jornada turística.

Otra de nuestras apuestas seguras es el Dewan Bangkok, situado también en las inmediaciones del corazón histórico de la capital.

Piscina en la azotea, habitaciones confortables, un coqueto patio interior y servicio de cafetería completan los atributos de nuestro “top two”.

Amán (Jordania)

Conocida por la Antigua Ciudad de Petra, Jordania es un país donde la Navidad adquiere significado especial debido a la religiosidad de su comunidad.

Aquí estas fechas se viven de manera intensa y emotiva, en especial en Amán, la capital, donde jornadas como las del veinticinco de diciembre son exaltadas por los capítulos de la Biblia y su historia, mientras los destacados atractivos de la localidad lucen sus mejores galas.

La Ciudadela, el Templo de Hércules, el Teatro Romano o el Palacio Omeya, compiten por la atención de los visitantes que entre luces, árboles y mercados viven una auténtica epifanía.

Aunque hay muchos más enclaves que no podemos dejar de visitar si viajamos a tierras jornadas y esos son Betania, lugar en el que se cree que San Juan Bautista bautizó a Jesús, la ciudad de Mádaba a escasos treinta kilómetros de Amán, el Monte Nebo donde cuenta la leyenda que descansa el profeta, el Mar Muerto, en el que dejarnos tratar por sus medicinales aguas o el desierto de Wadi Rum.

Pero si existe un auténtico imprescindible en Jordania ese es sin duda Petra, una joya de visita obligada.

Contemplar su emmudecedora fachada o poder asistir a la nigromante Petra by Night, disfrutando de un exquisito té jordano sentados sobre las alfombras iluminados por la tenue luz de las velas, mientras dejamos que la historia de la antigua ciudad se muestre ante nosotros en medio del silencio de la noche, será sin duda algo indescriptible, único e irrepetible.

¿Dónde alojarse?

Si hay un hotel en Amán que lo tenga todo ese es el Canary Boutique Hotel.

Situado en las inmediaciones de la calle Rey Hussein, este fantástico tres estrellas cuenta con unas modernas y amplias habitaciones además de albergar un coqueto restaurante y una cafetería que ofrecen servicio de habitaciones. No obstante, si algo sitúa al Canary en posición privilegiada es la amabilidad y atención de su personal.

Finalmente, hacemos mención del Nu Fifty Two, un contemporáneo bed & breakfast ubicado a doscientos metros del museo de la capital.

Magníficas dependencias con baño privado, vistas y todo lo necesario para disfrutar de una estancia plácida y memorable en la tierra que vio nacer la Navidad.