Japón, el imperio del sol naciente. Uno de los destinos más populares del mundo tanto por su cultura radicalmente diferente a la mediterránea como por gastronomía compleja y única.
El país creador del Manga y el Anime es mucho más que un aparador para el merchandising masivo, concretamente, se trata de un lugar con una muy compleja historia y cultura incapaz de ser imitada por cualquier país occidental.
Partiendo de esta idea, ¿Cómo podemos disfrutar de una visita a Japón completa en solo 10 días?
Vamos a descubrirlo.
El recorrido que os proponemos es orientativo y sin ningún orden particular. Lo podéis modificar a vuestro antojo.
Osaka
Considerado "la cocina de Japón", Osaka es una de las ciudades más importantes tanto del país nipón, como de la región de Kansai. Si bien la experiencia principal se basa en su gastronomía y los mercados y ferias de comida callejera, Osaka es más que un restaurante gigante.
Si bien nuestra visita solo durará 10 días, es importante entender que muchas son las actividades y aventuras a realizar en esta localidad japonesa y, si bien ya hemos comentado su principal atractivo, no os dejéis engañar. La multiculturalidad, y su gran potencia económica, convierten Osaka en una montaña rusa, ya no tanto de clases sociales, sino de distritos totalmente opuestos, donde podemos encontrar desde una sencilla paradita de fideos a la sede de Panasonic.
Otro dato a tener en cuenta es que, Osaka, es el centro de investigación por excelencia del país. Ahí encontramos las mejores universidades y corporaciones científicas y, junto con una memoria histórica al nivel de su capacidad productiva, dicho destino se vuelve mucho más complejo de lo que esperábamos.
Se recomienda hacer en dos días para poder visitar todos los atractivos de Osaka, pero podéis hacerla en uno si tenéis muy claro cómo encarar la visita.
Koyasan
Este es un pueblo-templo muy pequeño y apartado situado en lo alto de las montañas de Wakayama. Considerado el centro neurálgico y cultural del Budismo Japonés, Koyasan está formado por 100 templos antiguos, haciendo que 50 de ellos sean utilizados para poder pasar la noche en caso de así desearlo. No lo confundáis con un hotel, al contrario. En el templo solo se puede dormir. Nada más. El resto de servicios deberéis buscarlos por vosotros mismos.
Situado a 2h en coche o autobús de Osaka, Koyasan, al encontrarse en lo alto de la montaña, debe ser accedido por funicular, lo cual es la parte más hermosa del viaje para llegar a este lugar sagrado.
Para iniciar vuestra visita os recomendamos ir directamente al Danjo Garan, el complejo templario central de Koyasan y centro logístico para planear bien la visita.
El resto de templos que componen esta maravilla de pueblo varían en muchos matices que deberéis descubrir por vosotros mismos.
Nara
Situada en la región de Kioto, Nara es conocida por su claro mensaje respecto a la libertad y veneración de la naturaleza, pues su principal característica es que, por todo el pueblo, te puedes encontrar ciervos en total libertad con los que puedes interactuar y mimar.
No obstante, el motivo principal para ir a Nara es visitar el templo ancestral de Todai-Ji, el cual resguarda la estatua Budista de cobre más grande del mundo.
Y, si os sobra tiempo después de todo esto, debéis ir a visitar el espectáculo de cómo se producen los pastelitos Mochi de manera artesanal.
Kioto
La capital antigua de Japón. Como todo lugar en dicho país, esta ciudad tan importante abarca desde templos, capillas, casas antiguas, jardines...
Como primera opción destacada es imperativo visitar el bosque de bambú de Arashiyama. Las palabras no pueden describir su belleza. Metros y metros donde el Sol yace tenue y solo se proyecta ante nuestros ojos árboles de bambú que serían capaces de alimentar a un ejército de pandas. Si bien es cierto que los países asiáticos se valen de esta planta tanto como ingrediente y símbolo cultural, aquí debe siempre imponerse el más absoluto respeto.
Seguidamente podemos visitar el templo Tenryu-Ji, otra referencia muy importante al budismo japonés, a parte de un jardín de belleza bíblica. Después, otros templos nos esperan; demasiados para ser todos listados aquí.
Finalmente, un buen bol de ramen, especialidad de Kioto, será indispensable para concluir un día redondo.
De vuestra visita de 10 días, os recomendamos pasar, como mínimo, dos aquí para poder apreciar bien la Kioto más secreta.
Kanazawa
Conocida como la pequeña Kioto, Kanazawa es una gema oculta que no todo el mundo conoce o visita. Situada a 2h con el tren bala desde Kioto, este humilde lugar abarca una cantidad enorme de museos dedicados a la cultura japonesa, un mercado con productos únicos y diferentes templos.
Para movernos por la ciudad tenéis disponible una red compleja de autobuses que nos llevarán a cualquier destino posible dentro de las murallas imaginarias de esta perla japonesa.
No os olvidéis tampoco de probar su Sushi, totalmente artesanal y de los mejores del país, que os dejará con ganas de ir a vivir al lado del restaurante.
Tokio
El final de nuestro viaje no podía ser otro que visitar la capital actual y una de las ciudades más importantes del mundo: Tokio. Es una super ciudad moderna, con un volumen de gente importante, espíritu comercial y productivo y el único lugar de Japón donde se habla un inglés fluido.
Desde el cruce de Shibuya a una buena cena en un restaurante de categoría, Tokio ofrece un epílogo perfecto para todo viaje, pues si bien su intensidad es agotadora, si estamos al final de dicha travesía, se hace mucho más potable y rendimos nuestras energías restantes a venerar la capital de la tecnología.
Sin duda, un punto final de total categoría.
Visitar Japón en 10 días es, sin duda, una tarea difícil y compleja, pues es imposible abrazar la totalidad cultural de este país en tan pocas horas. Aunque, si somos sinceros, hay gente que vive toda la vida ahí y nunca son capaces de aprender todos los Kanjis...
