Visitar Amboise: Lugares clave de este pueblo del Loira marcado por la monarquía de Francia

Si bien la historia de Amboise se remonta a tiempos del Paleolítico (del que se conservan restos en el recinto de Oppidum des Châteliers), algunos de sus edificios de culto nos demuestran que en el siglo XII este pueblo empezó un paulatino ascenso de demografía y relevancia. El mayor símbolo de esta época se puede considerar la Iglesia de Saint-Denis, que fue fundada en 1107 y que mezcla trazos del arte románico y gótico en su estructura. Esta era sucesora de una iglesia construida por San Martín de Tours en el siglo IV y alrededor de la cual se había fundado el pueblo medieval. Pero nuestro recorrido en este artículo requiere que avancemos unos cuantos siglos adelante.

En 1431, un complot llevado a cabo por Louis d’Amboise (señor de estas tierras) hacia uno de los validos del rey, le costaría entregar el castillo del pueblo al monarca para salvarse de la pena de muerte. Este hecho iniciaría una relación histórica de los reyes franceses con esta población del Valle de Loira, que sería sumamente relevante hasta el último tercio del siglo XVI. En este artículo os mostraremos varios edificios que representan esta época o incluso tiempos posteriores y que demuestran la influencia de personajes de poder en la faz de Amboise. Pasando a su lado o visitándolos, descubriremos el encanto de una población que aunque de modesto tamaño y número de habitantes, tuvo personajes importantes para la historia de su país.

Tour de l’Horloge (1445-1501)

En la actualidad damos por supuesta la presencia de los relojes en nuestra vida; encendemos la pantalla de nuestro móvil o miramos a nuestra muñeca y ahí está, marcada con exactitud. Pero siglos atrás el reloj o la campana de un pueblo era un indicador que marcaba el compás del mismo. En el caso de Amboise existían las iglesias con sus campanarios para ir cumpliendo con esa función, pero en 1445 se edificó esta torre como campanario aprovechando un tramo de muralla que pasa por el centro de la ciudad. El acceso inferior era el paso entre la zona centro y los suburbios de la población y se le llama la puerta Amasse, que es el nombre del afluente del Loira más cercano a la misma. Entre 1495 y 1501 se fundió la campana y se le instaló los relojes en cada lado.

Château de Clos Lucé (1471)

Cerca del castillo de la ciudad se ubica un palacio de origen medieval el cual veremos bastante frecuentado por visitantes. Su nombre original era Château de Cloux durante su primer periodo y de él sólo se conserva una torre de piedra al lado de la fachada principal del edificio que actualmente vemos. A las tierras de este château se le anexionaron unas llamadas Lucé en el siglo XIV. A partir de ese punto su siguiente hecho relevante sería en 1471, cuando Etienne le Loup lo compraría y promovería la construcción del castillo palaciego que vemos en la actualidad. En 1490, el rey Charles VIII lo compraría convirtiéndolo en un espacio más acogedor, sobretodo para su mujer Anna de Bretaña a la que haría construir una capilla con su nombre.

Pero probablemente el habitante que más pasiones levanta y visitantes atrae es Leonardo da Vinci. Este genio del Renacimiento estaría viviendo en él de 1516 a 1519 (momento de su muerte) junto a su querido y talentoso aprendiz Francesco Melzi. Su residencia va relacionada a la petición de François I de que él fuese su artista oficial en la corte. Tras la muerte de este iría pasando por manos de diferentes figuras ligadas a la corte y a la nobleza, recibiendo su nombre actual en el siglo XIX y abriéndose al público en 1954 por la família Saint-Bris, sus actuales propietarios. Esta construcción que mezcla el arte flamígero con detalles renacentistas, nos permite visitar sus hermosas cámaras como el dormitorio de Leonardo. Pero su influencia también se percibe en los jardines donde se hacen exposiciones de arte y hay recreaciones de algunos de sus artefactos y estructuras.

Iglesia de Saint-Florentin y Saint-Denis (s. XV-XVI)

Merece la pena destacar las dos iglesias parroquiales de la ciudad ya que en ellas hay historia del siglo XV que avanza coetánea a los edificios más relevantes de la ciudad. La antes nombrada Iglesia de Saint-Denis recibió una importante renovación en el siglo XV que le da un símil estilístico muy grande con la trama arquitectónica de la ciudad y que en parte absorbería el château principal de la ciudad. De su interior es muy destacable su arquitectura tardogótica, sus hermosas cristaleras y su grupo escultórico del Entierro de Jesucristo. Igualmente se puede hacer mención de la construcción de la Iglesia de Saint-Florentin en 1473, el cual es un espacio en el que también destaca su estilo gótico sencillo con bellas cristaleras pero enormemente modesto en sus adornos.

Château d’Amboise (1492-1498)

El edificio más simbólico de esta población tiene un origen tan ancestral como desconocido. Hay un rastro de su antigüedad en el siglo XII cuando se habla de él en el Libro de Construcción del Castillo de Amboise y las Gestas de sus Señores. Su historia seguía en el siglo XIII cuando se edifica la parte fortificada que vemos en la actualidad y que pone el palacio que hay en su parte superior en una zona privilegiada de visión del río y de la orilla opuesta del mismo. Pero tras la expropiación por parte de la monarquía del château en 1431 este pasaría de tener una relevancia regional a acoger asuntos de Estado, ya que se convirtió en la residencia de preferencia de los monarcas.

Entre 1492 y 1498 el rey Charles VIII decidió reconstruir la parte del palacio con el diseño de los arquitectos Domenico da Cortona y Fra Giocondo, los cuales eran destacadas figuras del Renacimiento italiano. Curiosamente, elaborarían un grupo de edificios de estilo gótico flamígero, quedando uno actualmente que está rodeado de un jardín de gran belleza que es un balcón inigualable al Valle del Loira. Dentro del château hay varias salas dignas de ser visitadas tales como: La Sala del Consejo, La Sala Échanson, La Sala de Música o el Dormitorio Real. Su ambientación, estilo y mobiliario son de una gran elegancia y se conservan en sus paredes varios tapices y pinturas de gran valor artístico. Curiosamente en este castillo falleció el propio Charles VIII cuando accidentalmente se golpeó con el dintel de una puerta al volver de un partido de tenis real.

Pero en el mismo recinto del château, hay un templete que queda en el borde del barranco que genera la muralla, la Capilla de Saint-Hubert (1491-1496). En ella se cree que fue enterrado el cuerpo de Leonardo da Vinci tras fallecer en el Château de Clos Lucé. Sobre este asunto también se especula que el cuerpo fue primeramente enterrado en otro espacio que existía anteriormente en el recinto del palacio llamado Capilla de Saint-Florentin (no confundir con la otra iglesia nombrada anteriormente) y que luego sería movido a Saint-Hubert. Esto y planos de siglos anteriores nos dan a entender que el conjunto arquitectónico del castillo ha llegado a ser mucho más complejo que el actual.

Entre esas complejidades, François I construiría un pasillo que conectaba el château con Clos Lucé para poder acceder a ver a su amigo Leonardo de forma discreta. Otra anécdota es que Mary Stuart, la futura reina de los escoceses entre 1542 y 1567, sería criada en él por parte de los reyes franceses Henri II y Caterina de Medici. También las guerras de religión entre católicos y protestantes convertirían al château en escenario de cruentas anécdotas entre 1560 y 1563. Con el reinado de Henri III (1574-1589), llegaría el fin de la etapa dorada del palacio ya que este demolería buena parte de los edificios que componían el complejo del mismo. En siglos posteriores fue pasando de mano en mano por familias de poder e incluso llegó a servir de cárcel del Emir Abd Al-Qadir.

Entradas combinadas

La Pagoda de Chanteloup (1775-1778)

En 1760, en una zona al suroeste de Amboise se inició la construcción de un palacio que seguía el modelo visto en Versailles. Ciertas partes del mismo ya tenían origen del siglo XVI, pero su exuberante aspecto final llegó durante el siglo XVIII. Para acompañar al conjunto palaciego se harían unos jardines de inspiración oriental a los que se remató con una espectacular pagoda de 44 metros de altura. Desafortunadamente esta es la única superviviente de la gran demolición del palacio que se hizo en 1829 cuando sus dueños se vieron obligados a vender la propiedad a una empresa de demolición. El siglo XIX dominaba el mundo del arte romanticista en el que se valoraba el exotismo y la reminiscencia al pasado glorioso y siendo ese el momento de desaparición del Château de Chanteloup, podemos usar su pagoda como un faro con el que terminar el viaje al pasado.

Algunas recomendaciones más

Como complemento a estos edificios históricos que os hemos mostrado os hablaremos de un sitio y de un monumento más que son relevantes para la ciudad. El primero es el Musée de la Poste ubicado en el edificio renacentista del Hôtel Joyeuse (s. XVI). En él se hace un recorrido por la historia del correo postal tanto a nivel de distribución, como de vestuario de los carteros, mapas y medios de transporte. Desafortunadamente este permanece cerrado temporalmente, pero no dejamos de recomendar la visita a sus jardines. Por el otro lado, merece la pena ver la Fuente de Max Ernst ubicada en la zona de mercado al lado del río. Su diseño es una mezcla entre primitivismo y surrealismo muy ligado a las vanguardias del siglo XX.

Como llegar a Amboise

El aeropuerto más cercano a Amboise es el Val de Loire Airport en la ciudad de Tours. Desde ella la vía más directa a nuestro destino es la carretera D952 o la D751 que nos conducirán al centro de Amboise.

Mapa con las ubicaciones relevantes de Amboise

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