Guadalajara es una ciudad que merece mucho la pena visitar. Además de estar muy cerca de Madrid y de las zonas verdes que la rodean, cuenta con pasado musulmán, pequeños museos y varios monumentos.
En un día podrás visitar el centro de la ciudad, los palacios y las iglesias. Por ello, si decides visitar la ciudad y sus alrededores, no puedes perderte los siguientes lugares.
Torreón de Alvar Fáñez
Este torreón con forma pentágonal es uno de los restos arqueológicos que quedan en la muralla califal que rodeaba el centro de la ciudad. La ciudad de Guadalajara fue musulmana hasta mediados del siglo XI. En el año 1085 Alvar Fáñez, quien dio nombre a la torre, lideró las tropas cristianas y arrebató la ciudad a los musulmanes.
El legado musulmán se puede apreciar en el jardín que hay alrededor del torreón, con varias fuentes y repleto de cipreses.
El Palacio de los Duques del Infantado
Este famoso palacio del siglo XV mezcla el estilo gótico isabelino con el famoso estilo renacentista de los palacios de la época. Durante mucho tiempo fue la residencias de la familia noble de los Mendoza, una de las familias más poderosas de Castilla y de el Imperio español.
Lo primero que llama la atención del palacio es la fachada, ya que está decorada con piedras talladas en punta de diamante. Encima de la enorme e imponente puerta hay un escudo que sostiene dos colosos.
Durante la Guerra Civil Española el palacio fue bombardeado por error y por ello se perdieron la mayor parte de los frescos y artesonados. Dentro del palacio se encuentra el conocido Museo de Guadalajara, donde harás un completo recorrido por la historia, el precioso arte de la ciudad y los restos del linaje de los Mendoza.
En el interior del palacio hay varias salas donde se han conservado pinturas murales desde el siglo XVI. Tanto Felipe II como Felipe V se casaron en los interiores de este precioso palacio debido a su gran decoración.
El conocido Patio de los Leones se llama así por los leones que decoran las arquerías bajas del patio del palacio. Mientras las altas están decoradas con grifos, que al igual que los leones, son animales que representan fuerza, nobleza, fidelidad y poder.
En cuanto al exterior, en la zona de la derecha de la fachada se encuentra una puerta de acceso a los preciosos jardines palaciegos, algo que era muy típico en los edificios que se construían en aquella época, tanto en palacios musulmanes como en monasterios.
En el jardín merece la pena visitar la gran galería de arcos de medio punto y sus fuentes, las cuales actualmente no están en funcionamiento.
Horarios y precio de visita Palacio de los Duques del Infantado
El acceso a todos los espacios de este palacio que ver en Guadalajara en gratuito. En cuanto a los horarios de visita, son los siguientes:
Jardines
- Lunes a viernes de 9:00 a 21:30 horas.
- Sábados de 9:00 a 14:30 horas y de 16:00 a 19:00 horas.
- Domingos de 10:00 a 14:30 horas y de 17:00 a 19:00 horas.
Museo de Guadalajara
- Del 15 de junio al 15 de septiembre de 10:00 a 14:00 horas.
- Resto del año de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas. Cierra los lunes y el domingo abre solamente por la mañana.
Plaza Mayor de Guadalajara
Esta plaza es la mas importante de toda la ciudad y está muy cerda del Palacio del Infantado. Hay que caminar por la Calle Mayor en dirección a esta bonita plaza, donde está la Iglesia de Santiago y el Convento de la Piedad.
El Caredenal Mendoza, quien tiene una estatua al lado del Palacio Infantado, mandó derribar la ermita que había en la plaza a finales del siglo XV. En este siglo también estaba en la plaza el primer ayuntamiento de Guadalajara. Actualmente, en la plaza se encuentra la Casa Consorial de Guadalajara.
Palacio de la Cotilla
Por la Calle Dr. Benito Hernando llegamos al conocido Palacio de la Cotilla, también conocido como el palacio de los Marqueses de Villamejor. El edificio pertenece al siglo XVII.
En el interior del palacio, al cruzar el patio, llegamos a la ancha escalera que te lleva a la planta superior, donde se encuentra una de las habitaciones más bonitas y mejor cuidadas del edificio: el Salón chino. Esta sala esta repleta de una gran colección de papel de arroz con una gran decoración tradicional procedente de China. Las paredes están cubiertas de rollos procedentes de Oriente. Estas paredes cuentan la historia de un gobernante chino que se traslada a una aldea y cómo celebran su llegada.
En el Palacio de la Cotilla hay otras dos zonas repletas de obras del dramaturgo y pintor Buero Vallejo, cuyo retrato más famosos es el de Miguel Hernandez, con quien compartió prisión. Por otro, lado también están algunas obras de José de Creeft, el autor de la famosa escultura de Alicia en el país de las maravillas que se encuentra en Nueva York.
Horario del Palacio de la Cotilla
El horario de visita de este palacio es el mismo que el de los torreones de Alvar Fáñez y el Alamín, así como de la Capilla de Luís de Lucena y la cripta de los Mendoza. Además, el precio de entrada a cada uno de estos cinco lugares es de tan solo 1 €.
Si quieres acceder a todos estos monumentos, te recomendamos que compres la Tarjeta Turística de Guadalajara por tan solo 3 €. Hay que tener en cuenta que esta tarjeta ofrece también descuentos en más de 50 establecimientos de la ciudad.
- Viernes y sábados de 10:30 a 14:00 y de 16:30 a 18:30 horas (en verano por la tarde abre y cierra media hora más tarde)
- Domingos y festivos abre solamente por la mañana.
Concatedral de Santa María
Muy cerca del conocido Convento de San José se encuentra el principal templo de la ciudad, la concatedral de Santa María.
De estilo mudéjar del siglo XIV, fue construida sobre una antigua mezquita. En cuanto a las puertas de acceso cabe destacar que hay tres, de las cuales dos se encuentran en los laterales y tienen arcos de herradura apuntados que pertenecen al estilo mudéjar.
Panteón de la Condesa de la Vega
Esta construcción es una de las más bonitas y adoradas de la ciudad, además se puede ver desde la carretera de Zaragoza viniendo de Madrid.
El exterior destaca por su imponente cúpula. La cerámica vidriada y su aire bizantino hacen que este mausoleo al aire libre sea uno de los iconos más importantes de la ciudad.
Se puede visitar su interior en grupo con un guía experto que cada 30 minutos hace el recorrido y cuesta tan solo 3 euros. Es importante saber que está prohibido hacer fotos en el interior del panteón.
Torreón del Alamín
Justo detrás de la concatedral nos encontramos con otra de las torres que pertenecía a la muralla que rodea la ciudad. Esta torre tiene la planta ciudad, tres alturas diferentes y justo a su lado hay un pequeño puente que mando construir la reina Isabel, quien fue la señora de Gudalajara.
Dicho puente sirve para cruzar el río Henares y actualmente el torreón en su interior aguarda el centro de interpretación de la Guadalajara medieval y sus famosas murallas.
Cripta de San Francisco
La familia de los Mendoza fueron tan poderosos en la ciudad de Guadalajara que su cripta familiar fue construida bajo el ábside de la Iglesia de San Francisco. Esta cripta tiene una gran similitud con el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial.
Actualmente, los restos de Mendoza no descansan en esta cripta, ya que las tropas de Napoleón destruyeron 25 de las 26 de las urnas que había en el interior de la cripta.
Cuando volvieron a aparecer los restos, fueron llevados a la Colegiata del pueblo de Pastrana y la cripta fue reconstruida y reformada en el año 2011 para que se pudiera visitar.
En el interior de la Cripta de San Francisco, todo esta cubierto de mármoles en tonos grises, negros y rosas: las escaleras, las paredes y el suelo. Por otro lado, lo que queda de las urnas se ha vuelto a colocar en los huecos de la pared, creyendo que así fue la disposición original. Lo que queda de las urnas se ha vuelto a colocar en lo huecos de la pared, para que sea lo más similar posible a la disposición original.
En la pared del fondo de la cripta está la capilla, decorada con motivos de estilo barroco y mármol. En cuanto a la parte de arriba, deja entra la luz natural, ya que la linterna se encuentra bajo el baldaquino de la iglesia.
Por último está la zona del pudridero, donde los restos se guardaban entre 25 y 40 años, hasta que son consumidos de forma natural.
