Ciudad Real es la capital de la provincia con el mismo nombre y se encuentra al sur de Madrid. Algunos de los lugares más reconocidos de esta población son la Puerta de Toledo, una preciosa puerta original de estilo mudéjar, el Museo del Quijote, unido a la novela más famosa de todos los tiempos escrita por Miguel de Cervantes y la conocida iglesia gótica de San Pedro, que pertenece al siglo XIII y cuenta, en su enorme nave, fon un precioso y ornamentado retablo barroco.
A continuación te presentamos algunos de los lugares imprescindibles que visitar en Ciudad Real, empezando por la capital.
¿Qué ver en Ciudad Real?
Empezamos la jornada por Ciudad Real con una visita a la Catedral de Santa María del Prado, de estilo gótico tardío con algunos elementos renacentistas. La segunda parada es la Iglesia de San Pedro, uno de los templos más antiguos de toda Ciudad Real, ya que data del siglo XV. Su estilo arquitectónico es gótico y en su interior destaca sobre todo el retablo con azulejos de Talavera de la Reina, cuya cerámica es Patrimonio de la Humanidad.
En el parque de Gaset se encuentra el famoso Museo de El Quijote, donde hay una gran combinación de obras históricas unido a material multimedia sobre la novela. Este museo es un verdadero viaje en el tiempo. ¡No te lo puedes perder!
Y por fin llegamos a la conocida Plaza Mayor, la cual tiene siglos de historia, ya que era donde antiguamente se celebraban las ferias de ganado. La plaza está presidida por conocida Casa del Arco, donde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad. A 15 minutos andando llegamos a la última parada: la gran Puerta de Toledo, la cual pertenece al siglo XIV, la única parte que queda del Real Alcázar. Su estructura cuenta con seis arcos y dos torres cuadradas a ambos lados.
Los pueblos con más encanto de Ciudad Real
Alcázar de San Juan
Más que un pueblo es una ciudad pequeña cuyo centro histórico tiene varios atractivos turísticos que merece la pena visitar. Sobre todo destaca el Torreón de Gran Prior, la Colegiata de Santa María y, por supuesto, los cuatro molinos de viento que se encuentran en lo alto del Cerro de San Antón.
Almagro
Este pueblo se encuentra a 30 kilómetros de la capital y es uno de los más famosos de la comunidad, en parte por su Corral de Comedias, situado en la Plaza Mayor. Este teatro fue declarado Monumento Nacional y por ello mantiene la estructura original del siglo XVII. En el pueblo también hay muchos conventos e iglesias que merece la pena visitar junto con el conocido Almacén de los Fúcares. La presencia de familias alemanas, como por ejemplo los Fugger, se puede apreciar en el estilo centroeuropeo de los balcones verdes, cerrados y con cristales que hay en la plaza principal, donde esta el Corral de Comedia.
Campo de Criptana
Este pueblo es el destino perfecto si vamos en busca de las mejores vistas a los típicos molinos de viento de Castilla - La Mancha, ya que en esta localidad encontramos 10 molinos totalmente restaurados y ruinas de otro tres. Entre ellos destacan el Sardinero, Infante y Burleta que están catalogados como Bien de Interés Cultural.
Y, por supuesto, no puedes irte sin visitar su conocido barrio de Albaicín Criptiano, cuyo nombre hace referencia a sus claros orígenes granadinos, presente en sus preciosos y únicos edificios.
Argamasilla de Alba y su Castillo de Peñarroya
Para los amantes de los castillos en Argamasilla de Alba encontramos el Castillo de Peñarroya, que dominando el río Guadiana en un cerro muy próximos a la presa de Peñarroya.
Su situación, a 12 kilómetros de Argamasilla de Alba, es la entrada al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.
Argamasilla de Alba es una localidad muy ligada al Quijote y Cervantes. Se dice que en su Casa del Medrano es donde, según la tradición, estuvo preso Miguel de Cervantes y comenzó a escribir el Quijote.
Ruidera y sus lagunas
Las lagunas de Ruidera son el humedal más bonito de toda la Peninsula Iberica, por sus azules aguas pero proceden de un gran sumidero. Esta reserva natural es un conjunto de 18 lagunas y cascadas, que pueden ser recorridas haciendo senderismo o montando en bicicleta. Una de las actividades más populares en los meses más suaves y calurosos del año es el kayak.
En este entorno natural único es donde se encuentra la cabecera Del Río Guadiana, muy cerca de la localidad de Ruidera, donde destaca la iglesia y el molino de pólvora.
Valdepeñas
Este pueblo es conocido por su gran vino, famoso a nivel nacional e internacional. Además, es en este pueblo, cuyas bodegas son uno de los lugares más visitados y turísticos de la localidad, ya que esta dentro de la Ruta del Vino de Valdepeñas. Esta ruta es una de las tres certificadas por ACEVIN, Asociación Española de Rutas del Vino.
Además hay un molino de viento, el De Gregorio Prieto, que es el más grande del mundo. Cuando termines tu ruta por las bodegas y hayas conocido este enorme molino, puedes darte una vuelta por el casco histórico del pueblo para conocer la Iglesia de los Trinitarios, la Iglesia de la Asunción y la Plaza de España, la cual es completamente peatonal.
Enclaves naturales de la provincia de Ciudad Real
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel
Este enclave natural es uno de los más famosos de la comunidad. Su ecosistema es único y está favorecido por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Cigüela, lo que hace que haya una frondosa vegetación al rededor, aún que depende mucho de si época de lluvias o no. En cuanto al pueblo de Daimiel, este destaca sobre todo por su casco histórico y la Plaza de España.
Este humedal se encuentra a 43 kilómetros de Ciudad Real. Además, esta zona es tan especial por la descarga de aguas subterráneas que provienen de un gran acuífero.
Parque Nacional de Cabañeros
Esta Reserva Natural es uno de los pocos bosques mediterráneos que quedan en Europa y se encuentra a 50 kilómetros de Ciudad Real. El parque se encuentra entre llanuras y bosques abiertos, repleto de una fauna ibérica de especies protegidas como la preciosa águila imperial, el buitre negro, el ciervo y la cabra montesa.
Te recomendamos que si puedes vayas en los meses de berrea, durante los meses de septiembre y octubre, para así poder ver y oír a los ciervos machos competir para procrear con las hembras y criar a una nueva camada en primavera.
