La visita a la Catedral de Granada es obligatoria por ser uno de los mejores ejemplos de estilo renacentista de toda España. Además, este histórico edificio permite unir el pasado musulmán de la ciudad con la gran influencia católica.
La historia de la Catedral
Granada fue el último territorio dominado por los musulmanes. En 1492, los Reyes Católicos emprendieron una fuerte política destructiva sobre la ciudad de Granada para acabar reconquistando el territorio. Una vez conquistada, su principal misión era dejar huella de forma simbólica y que la victoria católica quedara patente en la ciudad. Para ello transformaron lentamente el tramado urbano medieval y lo convirtieron en una ciudad de tipo conventual.
Este proyecto tuvo como obra principal la Catedral de Granada, asentada sobre la base de la vieja mezquita, construyendo un templo cuyo proyecto pertenecía al orden gótico imperante en aquella época. La muerte de la reina Isabel I trajo consigo la temprana construcción de la Capilla Real, en cuyo interior se encuentran los sepulcros de los monarcas, quienes dejaron a un lado el Monasterio de San Juan de los Reyes en Toledo, donde juraron que iban a ser enterrados.
Más de doscientos años tardó en ser construida la Catedral de Granada y para ello más de un arquitecto tuvo que participar en el proyecto, entre ellos Diego Siloé, uno de los arquitectos más ilustres de esos años, ya que había terminado sus estudios en Italia y conocía las modas arquitectónicas más vanguardistas de la época. Por ello planteó el edificio como una construcción renacentista.
Para poder llevar a cabo este cambio de estilo, se necesitaba la aprobación del nieto de los Reyes Católicos, Carlos V, a quien hubo que convencer para que no se mantuviera la voluntad de sus abuelos. Otra de las complicaciones eran los cimientos de la catedral, ya que estos seguían los parámetros del conocido gótico florido.
Diego Siloé tuvo que demostrar sus grandes dotes como arquitecto, cuándo empleó sus trucos y recursos para que la realidad se ajustara al plano que tenía él en su cabeza.
Fue durante estos años cuando los espacios que habían formado parte de la vida musulmana y algunas de sus edificaciones más importantes fueron empleadas para que tuvieran lugar los diferentes poderes de la administración de la corona, como ocurrió con el palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la Real Chancillería.
Este templo tiene un gran número de elementos y obras de arte bastante importantes, demostrando así el gran poder de la iglesia católica.
La fachada
Empezamos por su impresionante e imponente fachada, hecha por el gran Alonso Cano en el año 1667. Corresponde al estilo gótico, ya que al principio toda la catedral iba a ser así. El diseño de la fachada esta compuesto por un arco del triunfo con tres calles retranqueadas por columnas. Esto quiere decir que la catedral se encuentra por detrás de una linea trazada a cierta distancia de una calle u otras partes de la iglesia por columnas.
La catedral está ornamentada usando motivos florales y geométricos. Todo ello forma parte del estilo barroco, que ya estaba presente en los edificios que pertenecen a la mitad del siglo XVII. En esta parte del templo encontramos una abundante decoración y un fuerte uso de los contrastes.
Interior de la catedral
Diego Siloé planteó su nueva idea para la catedral, en la que toma referencias tanto del Santo Sepulcro como del Seo de Toledo. Frente al trazado del anterior arquitecto Egea, Siloé combinó una planta rectangular de cinco naves con una planta circular que crea un deambulatorio doble.
Además, incluyó una serie de elementos clasicistas, como por ejemplo el uso de capiteles corintios y medias columnas acanaladas. Además, también añade unas altas pilastas para así poder elevar la altura de las naves. En el plateresco se emplean figuras góticas sobre las cuales se añaden elementos renacentistas. Estos elementos responden perfectamente a la imagen renacentista que tenia el arquitecto en su cabeza.
Cabe destacar que en el interior de la catedral es donde se encuentra el tesoro de la Catedral y las piezas de la Sacristía.
Las Capillas
En el templo hay quince capillas que cierran las naves laterales, uno de los detalles más característicos de esta catedral.
En cada una de estas capillas se conservan tanto obras pictóricas como escultóricas. De todas, las más destacables son la Capilla Mayor y la de Nuestra Señora la Virgen de la Antigua.
La primera iba a ser el panteón de los Austrias hasta que Felipe II decidió construir el Monasterio del Escorial. De esta forma la capilla de planta circular pasa a guardar en su interior las pinturas de Alonso Cano.
En cuanto a la Capilla de Nuestra Señora la Virgen de la Antigua, lo que llama la atención es el precioso retablo del siglo XV diseñado por Pedro Duque Cornejo, donde se ve representa a la Virgen con el Niño, además de disponer de dos pinturas de Francisco Alonso Argüello con los retratos de los Reyes Católicos.
Capilla real
La Capilla Real es un espacio anexo a la Catedral y destaca por sus muros lisos y sobrios sobre dónde se coloca una profusa decoración. El interior de la capilla está estructurado a través de una nave de bóveda gótica nervada. En cuanto al oratorio, está diseñado como símbolo del gobierno de los Reyes Católicos, donde además se encuentra su sepultura.
También se encuentra enterrada aquí la hija de los Reyes Católicos, Juana I y su esposo Felipe el Hermoso, junto con su nieto, el infante Miguel de la Paz de Portugal. En su interior encontramos una gran serie de obras de arte, entre las que destaca el retablo mayor, que fue obra de Felipe Bigarny y actualmente está considerado como el primer retablo que corresponde al estilo gótico tardío.
Contacto
- Dirección: Calle Gran Vía de Colón
- Teléfono: 958 22 29 59
Horarios
Horario de entrada es de lunes a sábado de 10:00 a 18:30 y los domingos y festivos de 15:00 a 17:45.h
Precio
- Entrada general incluye audioguía y cuesta 5€
- Estudiante o persona con discapacidad es de 3,5€
- Entrada gratuita para los menores de 12 años y colegios de la provincia.
