La capital de Cuba es una ciudad llena de historia y con grandes atractivos que no puedes perderte durante tu visita. Siendo un referente de los lugares que debes ver en Cuba, destaca su precioso casco antiguo, la arquitectura de sus edificios y su iconografía revolucionaria, como la famosa Plaza de la Revolución, El Malecón y La Giraldilla. Su amplia oferta cultural convierte a La Habana en uno de los mejores destinos para visitar de toda Latinoamerica por sus interesantes museos, proyectos de restauración y su gran patrimonio artístico y cultural.
Resaltan los coloridos murales de la ciudad, las calles habaneras donde se escucha música cubana, rumbas y cabaret. Los bulevares de La Habana tienen una gran oferta musical de conciertos en directo y recitales improvisados.
Si viajas a La Habana, te darás cuenta de que es una ciudad que hay que sentir y que te invita a disfrutar de la vida. Lo más emocionante que puedes hacer es ver como se desarrolla la vida cotidiana: niños felices jugando por las calles, trovadores ambulantes, algunos jóvenes arreglando un coche clásico del 55 en plena calle, etc...
Su parque de automóviles es uno de los más impresionantes del mundo, ya que hay cientos de coches clásicos de varias épocas y diferentes estilos. Si puedes darte un paseo con alguno de estos coches clásicos sentirás que te trasladas a otra época.
¿Qué ver en La Habana?
La Plaza de la Revolución
Nuestra primera parada es en esta conocida plaza. A un lado se encuentra la estatua de José Martí, el padre de la independencia cubana, y al otro lados esta la imagen del Che Guevara y de Camino Cienfuegos, quienes junto a Fidel Castro y su hermano Raúl fueron los artífices de la revolución. En esta zona es donde se encuentran la mayoría de las instituciones gubernamentales que gobiernan el país, algunos ministerios, los sitios culturales y los lugares más céntricos de la ciudad.
Capitolio Nacional de Cuba
El conocido Capitolio de La Habana fue construido en el año 1929 y es una copia del capitolio de Washington, cuya cúpula central atrae todas las miradas. Su arquitecto fue Eugenio Raynieri Piedra, nombrado por el que era entonces el presidente de Cuba Gerardo Machado. El edificio presenta una fachada con columnata, de estilo neoclásico y una cúpula que alcanza los 91,73 m de altura.
La Catedral de la Habana
La conocida plaza de la Catedral es uno de los lugares más visitados de la ciudad. La catedral se encuentra ubicada en una de las zonas más tranquilas de la ciudad, ya que a su alrededor no hay ningún mercado. A un lado de la Catedral está la famosa Bodeguita del Medio, un lugar donde la gente degusta el famoso mojito. Lo mejor de este sitio es el ambiente, con música en directo para bailar mientras pruebas uno de los riquísimos mojitos especiales. En las paredes del local podrás encontrar escritos de personas procedentes de todas las partes del mundo.
Muy cerca se encuentra el Palacio del Conde Lombillo, con los balcones abiertos, desde donde se puede disfrutar de una magníficas vistas.
El Malecón de la Habana
A cinco kilómetros de la zona de La Habana Vieja se encuentra el Malecón. Esta zona se llena de gente durante el anochecer, cuando bajan las temperaturas y se vuelven más suaves. El Malecón esta formado por una amplia avenida de seis carriles y un gran muro que ocupa toda la costa norte de la capital cubana. Un total de 8 kilómetros de muro que separa la ciudad de La Habana del profundo Oceano Atlántico. Esta zona es un lugar de encuentro de la gente local, o lo que es lo mismo, la verdadera Habana.
Plaza Vieja de La Habana
Esta plaza se llamó plaza Nueva y surgió como un espacio abierto en el año 1559, después de que aparecieran la plaza de Armas y la plaza de San Francisco. Durante la época colonial fue un barrio residencial que pertenecía a la oligarquía criolla, o lo que es lo mismo, aquellos hijos de colonos europeos que habían nacido en Latinoamérica.
En esta plaza se encuentra el complejo monumental de El Templete, construido en 1828 en el sitio que se supone se celebró la primera misa de la ciudad en el año 1519. Otros edificios monumentales que se encuentran en esta famosa plaza son el Castillo de la Real Fuerza, en cuyo interior está el Museo de Navegación o el Palacio del Segundo Cabo.
Plaza de San Francisco de Asís
Esta plaza es conocida por la basílica menor de San Francisco de Asís, a la cual debe su nombre y cuya entrada al campanario está abierta al público. La plaza fue construida a la vez que la Plaza de Armas y se encuentra a tan solo 100 metros de distancia en dirección a la bahía de La Habana. Muy cerca de la plaza está el celebré Museo de Havana club, justo al lado del bar Dos Hermanos, famoso por ser el sitio donde Federico García Lorca tomaba sus cócteles favoritos.
Castillo de la Real Fuerza de la Habana
En esta fortaleza se encuentra uno de los principales símbolos de La Habana, la giraldilla, una de las esculturas más antiguas de la ciudad tallada en bronce con el busto de Isabel de Bobadilla y Peñalosa. Isabel esperó a que su esposo regresara de una expedición en barco, pero su marido nunca volvió y ella acabo dedicándose al mundo de la prostitución.
La fortaleza fue construida a comienzos del año 1558, bajo la dirección del conocido ingeniero español Bartolomé Sanchez. Su gran obra fue levantada en el espacio que más adelante conformaría el núcleo de la Villa, justo enfrente de la Plaza de Armas, entorno a la cual se construyeron algunas de las primeras casas locales.