Si estás pensando en visitar Québec, estás en el lugar correcto. Aquí te presentamos los 10 lugares imprescindibles que debes conocer en tu viaje. Descubre los encantos de sus monumentos, parques, museos y rincones secretos que te dejarán maravillado.
En esta ciudad hay algo para todos los gustos. Ya seas un amante de la historia, un apasionado de la gastronomía, un fan de la naturaleza o simplemente disfrutes explorando nuevas ciudades, Québec te fascinará con su diversidad y riqueza cultural.
Basílica de Sainte Anne de Beaupré
La Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré, situada cerca de Québec, es un lugar fascinante tanto por su historia como por su espiritualidad. Iniciada en 1658 por marineros agradecidos a Santa Ana, esta basílica ha sido un punto de encuentro para peregrinos durante siglos.
Cada 26 de julio, se celebra aquí la festividad de Santa Ana, atrayendo a multitudes. La basílica actual, reconstruida en 1923 tras un incendio, es una obra maestra de estilo románico con toques góticos. Su interior es impresionante, con mosaicos detallados y vitrales que capturan la luz y la mirada.
Además, alberga reliquias y tesoros, incluyendo vasos sagrados del siglo XVIII. Este lugar no solo es un centro de fe, sino también un testimonio del patrimonio cultural de Québec, convirtiéndolo en un destino imperdible para cualquier visitante de la región.
Catedral de Notre Dame de Québec
La Basílica-Catedral Notre-Dame de Québec, una joya histórica y arquitectónica, se erige majestuosamente en el Viejo Québec. Fundada en 1647, es la parroquia más antigua de América del Norte, al norte de México. Elevada al rango de basílica menor en 1874, refleja la historia religiosa y cultural de Canadá.
La catedral ha sido reconstruida varias veces, especialmente tras su destrucción durante el asedio de Québec en 1759 y un devastador incendio en 1922. Su fachada neoclásica, diseñada por Thomas Baillairgé, muestra una belleza inacabada, con solo una torre construida.
El interior, rico en arte e historia, alberga las tumbas de numerosos obispos y gobernadores de la Nueva Francia. En 2014, recibió una Puerta Santa, la primera fuera de Europa, marcando su importancia espiritual e histórica. Este monumento, declarado histórico en 1966 y lugar histórico nacional en 1989, continúa inspirando y maravillando a los visitantes.
Château Frontenac
El Château Frontenac, un emblemático hotel de lujo en Québec es una joya arquitectónica que combina historia y elegancia. Inaugurado en 1893, este hotel se alza majestuoso en el Vieux-Québec, ofreciendo vistas impresionantes del río Saint-Laurent desde la terraza Dufferin.
Su diseño, inspirado en los castillos del Renacimiento francés y los del Valle del Loira, fue obra del arquitecto estadounidense Bruce Price. Nombrado en honor a Louis de Buade de Frontenac, gobernador de la Nueva Francia, el Château es un símbolo de la rica historia de la región.
Además de ser un lugar histórico nacional desde 1981, el hotel ha sido escenario de importantes eventos, incluyendo la conferencia de Québec de 1943 con Churchill y Roosevelt. Con sus ampliaciones sucesivas, el Château Frontenac no solo es un hotel de lujo, sino también un testimonio de la evolución arquitectónica y cultural de Québec.
Ciudadela de Québec
La Citadelle de Québec, ubicada en el pintoresco Cap Diamant de Québec es una fortaleza emblemática y parte integral de las históricas murallas de la Vieja Ciudad. Única en América del Norte por conservar sus fortificaciones completas, la Citadelle refleja la rica historia militar y arquitectónica de la región.
Originalmente construida en el siglo XVII y ampliada en el XIX, esta fortaleza en forma de estrella fue diseñada para proteger contra invasiones, especialmente de los Estados Unidos. Hoy, además de ser un activo cuartel militar del Royal 22e Régiment, la Citadelle sirve como residencia secundaria del Gobernador General de Canadá y es un vibrante centro de actividades culturales y ceremonias.
Sus muros encierran un pasado fascinante, desde la estratégica defensa hasta su papel en conferencias clave de la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndola en un destino imperdible para entender la historia y la identidad de Québec.
Fuente de Tourny
La Fontaine de Tourny es una obra de arte que embellece el paisaje urbano con su historia y diseño. Originalmente instalada en Burdeos, Francia, en 1857, esta fuente fue creada por Mathurin Moreau y Michel Joseph Napoléon Liénard, y producida por la fonderie d'art Barbezat de Val d'Osne.
Su diseño, premiado en la Exposición Universal de 1855 en París, representa una alegoría marina con personajes como Neptuno y Galatea. Tras ser retirada de Burdeos por costos de mantenimiento, fue adquirida por un viñedo y luego por el anticuario Marc Maison.
En 2003, la Maison Simons la compró y la donó a la ciudad de Québec para su 400º aniversario, siendo inaugurada en su actual ubicación en 2007. Hoy, la Fontaine de Tourny es un punto de encuentro emblemático en Québec, simbolizando la unión entre Francia y Canadá.
Le Petit Champlain
Le Petit Champlain, en la Baja Ciudad de Quebec, es un pintoresco sector comercial en el barrio Vieux-Québec - Cap-Blanc - Colline Parlementaire. Conocido por sus encantadoras calles peatonales, especialmente la rue du Petit-Champlain, este lugar no oficialmente designado como barrio, se ha convertido en un destino turístico imprescindible.
Originalmente nombrada rue des Meulles en el siglo XVIII, la zona adquirió su nombre actual en el siglo XIX. Tras un período de deterioro, fue revitalizada en las décadas de 1970 y 1980, gracias a la iniciativa de Gérard Paris y Jacques de Blois, quienes promovieron la tradición artesanal y comercial.
Hoy, la Coopérative de solidarité del Quartier Petit Champlain gestiona este encantador lugar, que alberga una variedad de tiendas, restaurantes, cafés, un teatro y un parque, todo en un entorno que refleja la arquitectura típica del Vieux-Québec.
Musée National des Beaux-Arts du Québec (MNBAQ)
El Musée National des Beaux-Arts du Québec (MNBAQ), ubicado en la pintoresca Grande Allée Oeste, cerca del Parque de los Campos de Batalla en Québec, es un verdadero tesoro cultural. Fundado en 1933, este museo se dedica a la promoción y conservación del arte québécois, abarcando desde el arte antiguo hasta el contemporáneo.
Con una impresionante colección de más de 39.000 obras, incluyendo pinturas, esculturas, dibujos, fotografías y objetos de arte decorativo, el MNBAQ ofrece una rica visión del arte y los artistas de Québec. Además, el museo alberga un jardín de esculturas con 15 obras de artistas destacados como Jean-Paul Riopelle y Armand Vaillancourt.
A lo largo de los años, el museo ha pasado por varias transformaciones y expansiones, incluyendo la integración de una antigua prisión en su complejo en 1991, lo que demuestra su constante evolución y compromiso con el arte y la cultura.
Place Royale
La Place Royale en Québec es un pintoresco rincón histórico, considerado el nacimiento de la ciudad. Fundada en 1608 por Samuel de Champlain, esta plaza es famosa por ser el sitio del primer asentamiento francés permanente en América. En su corazón se encuentra la iglesia Notre-Dame-des-Victoires, la más antigua de piedra en el continente.
Caracterizada por sus encantadoras calles empedradas y edificios de piedra, la plaza refleja el esplendor de la Nueva Francia, con un busto central de Luis XIV. Tras sufrir daños en el siglo XVII, fue reconstruida, conservando su encanto histórico. Hoy, ubicada en el Vieux-Québec, patrimonio mundial de la UNESCO, Place Royale es un destino turístico clave, ofreciendo una inmersión en la rica herencia francesa de Canadá.
Terraza Dufferin
La Terrasse Dufferin, situada en la alta ciudad de Québec junto al icónico Château Frontenac, es un encantador mirador que ofrece vistas impresionantes del río San Lorenzo. Esta promenade de madera, construida inicialmente en 1838 y ampliada en 1854 y 1879, se extiende majestuosamente sobre el cap Diamant, en el histórico distrito del Viejo-Québec.
Además de su belleza y su papel como punto de encuentro social, la Terrasse Dufferin protege un sitio arqueológico de gran importancia: los restos del Château Saint-Louis. Cerca de ella, algunos cañones recuerdan su estratégica posición militar de antaño. Desde la terraza de Lévis, se puede apreciar su impresionante longitud.
Su nombre es un homenaje a Lord Dufferin, gobernador de Canadá entre 1872 y 1878, quien ideó los planes para su desarrollo y participó en su renovación. La Terrasse Dufferin no solo es un lugar de esparcimiento y disfrute de vistas panorámicas, sino también un testimonio vivo de la rica historia de Québec.
Vieux-Québec
El Vieux-Québec o el Viejo Quebec es un encantador y pintoresco barrio histórico en la ciudad de Quebec, Canadá. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famoso por sus calles adoquinadas y su arquitectura bien conservada que data de los siglos XVII y XVIII.
Es el único lugar en Norteamérica donde las murallas originales de la ciudad aún se mantienen intactas. El Vieux-Québec se divide en dos partes: la Ciudad Alta y la Ciudad Baja, cada una con su propio carácter único.
La Ciudad Alta, situada en lo alto de los acantilados, ofrece vistas panorámicas y alberga el famoso Château Frontenac, mientras que la Ciudad Baja, con sus encantadoras calles y pintorescas plazas, es perfecta para pasear y disfrutar de las tiendas y cafés.
