El treinta y uno de diciembre no es una fecha cualquiera. Esa noche dejamos atrás la carga de lo acontecido durante el año para dar la bienvenida a otro en el cual depositamos anhelos y esperanzas, mientras festejamos y quemamos el pasado. Brindando y borrando todo lo malo. En nuestro post anterior sugerimos 5 lugares ideales para unas Navidades tropicales, hoy vamos con 10 ideas para viajar en fin de año.
Cada vez son más las personas que buscan el enclave ideal para hacer de ella un punto de inflexión con el propósito de encontrar un marco capaz de inyectar las agallas necesarias para no desfallecer durante los trescientos sesenta y cinco días en los que, llenos de incertidumbre, libraremos nuevas batallas con la esperanza de reencontrarnos y celebrar otro año más.
Desde Woomondo nos sumamos a ese compromiso y os alentamos a vivir, experimentar, descubrir y sobre todo a viajar. Y que mejor que dejar atrás el 2023, alejados de todo lo conocida, repicando las copas por un mañana prospero lleno de ganas y sorpresas. ¡Haced las maletas porque nos vamos!
Nueva York, EUA
Todo un clásico. Un de los iconos navideños más reproducidos por el celuloide y sin duda uno de los destinos más glamurosos para pasar la noche de fin de año.
La ciudad más cosmopolita del mundo se viste anualmente de gala para echar el cierre y volver a levantar la persiana. En especial Times Square, donde miles de personas se dan cita para asistir a la cuenta atrás más multitudinaria mientras la gran bola translúcida, decorada con millones de bombillas, desciende ante los ojos expectantes de los asistentes.
Una macro fiesta amenizada por actuaciones que se inicia al mediodía y que finaliza al son de la famosa New York, New York, compuesta por John Kander y Fred Ebb en mil novecientos setenta y siete. Pero la fabulosa urbe ofrece otras alternativas como la de gozar de las vistas de Manhattan y sus fuegos artificiales a bordo de un crucero, brindando con una prohibitiva copa de champagne.
Acercarse a Prospect Park para obtener una fantástica panorámica de los festejos de la Gran Manzana o subir a la azotea de algunos de los clubs más prestigiosos de Nueva York para disfrutar del magnífico skyline de la ciudad. Como la del Magic Hour, que cuenta con un parque de atracciones y ofrece las mejores instanténeas del Empire State.
Tokio, Japón
Una cultura milenaria, tradiciones solemnes y rituales ancestrales. Esto y mucho más es lo que podréis encontrar en Tokio. Una ciudad donde la Nochevieja cobra un sentido mágico y espiritual.
Aquí la creencia nos invita a acercarnos a los templos de la ciudad para asistir al ritual del toque de la campana acontecido durante la medianoche. Justo a las doce, un monje hace repicar la campana ciento ocho veces, ni una más ni una menos; en representación de los deseos mundanos (según el budismo japonés), purificando así a los asistentes.
En esa misma línea se presenta la celebración del hatsumōde, el peregrinaje que lleva tanto a turistas como lugareños fieles hasta el templo de Zōjō-ji, el primer santuario al que hay que acudir en Año Nuevo. Pero Tokio se revela como un auténtico ying-yang y en su polo opuesto encontramos esa urbe vanguardista, llena de luz, color y sobresaturación.
Ese alter ego es el que encontramos en las zonas de Yokohama y Roppongi, donde los espectáculos y la música se entreveran con el pasado en un ambiente mucho más festivo y desenfadado.
Cruceros por la bahía, parques temáticos, imágenes casi futuristas y costumbres tan pintorescas como la de clausurar el año sorbiendo fideos, son la viva estampa de una ciudad llena de contrastes en la que cada paso se revela como algo increíble y sorprendente.
Río de Janeiro, Brasil
Ni nieve, ni frío, ni jersey de lana. Aquí es imposible encontrarse con el Grinch; pues la explosiva combinación de baile, fuegos artificiales, playa y brindis que ofrece Río de Janeiro son capaces de bloquear a cualquier negacionista de la navidad. Ipanema y Copacabana son los enclaves donde cientos de personas se dan cita durante el Reveillon, la Nochevieja carioca.
Turistas y lugareños vestidos de blanco y portando coronas de flores, tal como marca la tradición (en seña de gratitud a Lemanjá, diosa del mar, por concederles sus deseos) se acercan a sus playas desde primera hora de la mañana para disfrutar de una jornada distendida y relajada; mientras las zonas circundantes, cerradas al tráfico, se preparan para una noche de festejo, magia y camaradería.
Pero es durante el atardecer cuando empieza la verdadera cuenta atrás. Los diferentes escenarios erigidos sobre la arena invitan a los asistentes a dejarse llevar al ritmo de la samba, mientras brindan con daiquiris y comparten barbacoas, juegos y anhelos.
Con la llegada de la medianoche Río se tiñe de color bajo el espectáculo pirotécnico que ofrecen las barcazas desde el mar, mientras los litorales ceden protagonismo a las calles que, llenas de energía, se erigen como escenario protagonista de la segunda fiesta más grande de Brasil después del carnaval.
Barcelona, España
Años atrás, la ciudad condal no contaba con un lugar emblemático en el cual dar la bienvenida al año nuevo. Sin embargo, eso cambió en dos mil trece cuando, por primera vez, se llevó a cabo un deslumbrante espectáculo junto a las fuentes de Montjuic. Una tradición que, a excepción de periodo marcado por las restricciones sanitarias impuestas por el Covid, se ha mantenido intacta desde entonces.
Durante esa noche, la Avenida María Cristina se convierte en la protagonista de una de las fiestas más multitudinarias de Barcelona. Todo un show lleno de luz, fuego, agua y color que empieza a partir del anochecer, cuando las fuentes, como antesala, ofrecen un espectáculo hidráulico diseñado para la ocasión.
Tiempo después, poco antes de la hora señalada, las artes escénicas se abren paso ante la expectante mirada de los asistentes que, ansiosos, sostienes los cotillones y racimos de uva preparados para la ocasión.
Finalmente, al son de la última campanada, los centelleantes fuegos artificiales rasgan el lóbrego cielo mientras la fiesta y la diversión fluyen por las calles y la Rambla llegando hasta la playa, otro de los enclaves de la ciudad en el que se desenvuelve la acción. Allí, hogueras y brindis se funden con el murmullo de las olas, mientras la brisa, traviesa, hace volar los sueños.
Islas Canarias, España
Diciembre merece ser vivido al máximo y su despedida no podía ser menos. Para ello que mejor que un destino de proximidad lleno de exuberancia. Veintidós grados de media, ocho horas de sol, mar, playa, aguas y arena y veinticuatro horas de celebración.
Diréis que no suena mucho a Navidad, pero con esta carta de presentación seguro que razones para obviarlo no os van a faltar. Y es que, sin duda, las Islas Canarias representan uno de los lugares más codiciados durante estas fechas. Las bondades de su climatología, sus costas y unos parajes de ensueño encumbran al archipiélago como el enclave ideal en el que despedir el año.
Contemplar los fuegos artificiales desde los paseos marítimos, tomar las uvas en Las Canteras mientras las aguas del Atlántico os bañan los pies, disfrutar de las cenas y cotillones que organizan los hoteles y restaurantes o pasar la noche en vela esperando el alba, mientras contempláis las Gemínidas (la lluvia de estrellas más brillante del año) son algunas de las experiencias que os brinda uno de los destinos más idílicos del estado en una de las fechas más anheladas del calendario.
París, Francia
París, la Ciudad de la Luz, es un destino inigualable para despedir el año con estilo y romance. La Torre Eiffel se convierte en el epicentro de las celebraciones, iluminándose con un espectáculo de luces deslumbrante que ilumina el cielo nocturno. Cada año, miles de personas se reúnen en sus alrededores para dar la bienvenida al nuevo año bajo el resplandor de esta icónica estructura.
Una de las experiencias más populares es disfrutar de una cena de Año Nuevo en uno de los muchos restaurantes con vista a la Torre Eiffel. Imagina compartir un brindis con champagne mientras contemplas cómo la torre se ilumina y parpadea en la noche parisina. Esta es una experiencia verdaderamente mágica que recordarás para siempre.
Después de la cena, puedes unirte a la multitud en el Champ de Mars, el parque que se extiende al pie de la Torre Eiffel. Allí, encontrarás una atmósfera festiva con música en vivo y fuegos artificiales que llenan el cielo de colores y destellos. La energía positiva y la emoción son contagiosas mientras todos cuentan juntos los últimos segundos del año que se va.
Además de la Torre Eiffel, París ofrece otros lugares encantadores para recibir el Año Nuevo. Montmartre, con su característico ambiente bohemio, es otro punto de encuentro popular. Desde la colina de Montmartre, tendrás una vista panorámica de la ciudad iluminada y los fuegos artificiales que estallan en el horizonte.
Sídney, Australia
Sidney, Australia, es uno de los lugares más impresionantes para dar la bienvenida al Año Nuevo debido a su ubicación única en la zona horaria GMT+11. Esto significa que es una de las primeras ciudades importantes en celebrar el Año Nuevo, y lo hace de una manera verdaderamente espectacular.
El icónico espectáculo de fuegos artificiales en el Puerto de Sídney es famoso en todo el mundo. La emblemática Sydney Harbour Bridge se ilumina con luces deslumbrantes mientras los fuegos artificiales estallan sobre el agua, reflejándose en la superficie del puerto. Es un espectáculo de colores y destellos que deja a todos los presentes maravillados.
Para disfrutar al máximo de esta experiencia, puedes optar por ver el espectáculo desde el Sidney Opera House, que ofrece una vista privilegiada del puerto y los fuegos artificiales.
Otra opción emocionante es unirte a uno de los numerosos cruceros que navegan por el puerto durante la noche de Año Nuevo. Desde la cubierta de un barco, tendrás una vista panorámica impresionante de los fuegos artificiales mientras disfrutas de una cena deliciosa y música en vivo.
La celebración en Sídney no se limita solo a la medianoche. Durante todo el día, la ciudad está llena de eventos y actividades, desde conciertos en vivo hasta festivales culturales. Es una fiesta que dura todo el día y toda la noche, y la energía en las calles es contagiosa.
Londres, Reino Unido
Londres, la capital del Reino Unido, es un destino mágico para celebrar la llegada del Año Nuevo. La ciudad se llena de emoción y energía mientras miles de personas se reúnen para presenciar el espectáculo de fuegos artificiales sobre el río Támesis y el famoso Big Ben.
La celebración principal tiene lugar a lo largo del río Támesis, con varios puntos de observación a lo largo de la orilla sur. El espectáculo de fuegos artificiales es sincronizado con la campana del Big Ben, que marca la medianoche. Mientras los fuegos artificiales iluminan el cielo nocturno, el Big Ben repica sus campanas, creando un momento verdaderamente memorable.
Una de las ubicaciones más populares para presenciar este espectáculo es el área de Westminster y el Southbank, donde encontrarás una multitud animada y una vista inmejorable de los fuegos artificiales y el Big Ben. Otra opción es el Puente de la Torre, que ofrece una vista panorámica del río y la ciudad.
Además del espectáculo de fuegos artificiales, Londres se llena de eventos y fiestas para celebrar el Año Nuevo. Los bares, clubes y restaurantes de la ciudad ofrecen noches especiales con música en vivo y entretenimiento. También puedes optar por una cena de Año Nuevo en uno de los restaurantes con vista a la ciudad, donde podrás disfrutar de una deliciosa comida mientras contemplas la vista nocturna de Londres.
Kioto, Japón
Kioto, la antigua capital de Japón, es un lugar único para recibir el Año Nuevo con una mezcla de tradición y espiritualidad. Aquí, la Nochevieja cobra un sentido mágico y reflexivo.
Una de las tradiciones más importantes en Kioto durante la Nochevieja es el ritual del toque de la campana en los templos. Justo a la medianoche, un monje hace repicar la campana ciento ocho veces, ni una más ni una menos, en representación de los deseos mundanos según la creencia budista japonesa.
Este acto purifica a los asistentes y les brinda la oportunidad de dejar atrás lo negativo y empezar el año nuevo con un corazón limpio.
El templo de Zōjō-ji es uno de los lugares más populares para el hatsumōde, el peregrinaje que lleva a turistas y lugareños hasta el primer santuario al que hay que acudir en Año Nuevo. Allí, puedes realizar ofrendas, comprar amuletos de la suerte y experimentar la atmósfera espiritual que llena el lugar.
La ciudad ofrece por un lado, una experiencia tranquila y contemplativa en sus templos históricos, donde puedes conectarte con la espiritualidad y la tradición japonesa. Por otro lado, la ciudad también tiene zonas vanguardistas como Yokohama y Roppongi, donde la música, los espectáculos y la fiesta se entrelazan en un ambiente más festivo y desenfadado.
Vancouver, Canadá
Vancouver, situada en la costa oeste de Canadá, es un destino impresionante para dar la bienvenida al Año Nuevo. Esta ciudad ofrece una mezcla única de belleza natural, cultura vibrante y una variedad de actividades para disfrutar durante las festividades.
El lugar más icónico para la celebración de Año Nuevo en Vancouver es el Vancouver Harbour. Cada año, la ciudad organiza un espectáculo de fuegos artificiales en el puerto que ilumina el cielo sobre el agua. Puedes disfrutar de este espectáculo desde varios lugares estratégicos, como el Stanley Park, English Bay Beach o incluso desde un crucero en el puerto.
El Stanley Park, uno de los parques urbanos más grandes de América del Norte, es un lugar especial para comenzar el año. Puedes dar un paseo tranquilo por sus senderos, disfrutar de las vistas al océano y unirte a otros visitantes para celebrar el Año Nuevo en medio de la naturaleza.
Vancouver también es conocida por su ambiente cultural diverso. Puedes explorar el vecindario de Gastown con sus calles empedradas y el famoso reloj de vapor, o visitar Granville Island, un centro de arte y artesanía con tiendas, restaurantes y teatros.
La ciudad también alberga muchas fiestas de Año Nuevo en bares, clubes y restaurantes. Puedes elegir entre una variedad de opciones para disfrutar de música en vivo, baile y una deliciosa cena mientras esperas la llegada del nuevo año.