La Catarata Salto del Ángel está ubicada en el corazón de las junglas de Venezuela, siendo esta la más alta del mundo, elevándose por encima de los árboles hasta poder dialogar con las nubes.
Bautizada por la tribu Pemón como Kerepakupai Vena, “salto del lugar más profundo”, no hay duda que esta antigua civilización subrayó la evidencia que podemos ver hoy en día: las dimensiones de este monumento natural son tan bellas como intimidantes.
Teniendo todo esto en cuenta, la Catarata Salto del Ángel ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad.
Midiendo casi mil metros de altura, esta se localiza en el Parque Nacional Canaima, un verdadero paraíso dentro de una gran selva tropical.
Descubrimiento del Salto del Ángel
La historia de esta majestuosa catarata comienza cuando fue descubierta por un piloto de origen norteamericano; un hombre llamado Jimmy Angel, por el cual esta catarata, obviamente, fue nombrada.
Sin embargo, algunos documentos históricos indican que este lugar ya había sido encontrado por los exploradores españoles Félix Cardona Puig y Juan María Mundo, quienes lo hallaron, supuestamente, en el año 1927, dos años antes que el famoso crac de Wall Street.
Gracias a los mapas elaborados por estos expedicionarios, el piloto Jimmy Angel decidió comenzar su arriesgada aventura y volar varias veces alrededor de donde se encontraba, supuestamente, dicha catarata, intentando hallar este oasis perdido entre al densa maleza. El 21 de mayo de 1937 se confirmó que Jimmy tenía razón.
Luego, en ese mismo año, el piloto americano logró aterrizar la avioneta en la cima del Auyantepuy, meseta desde donde cae el agua de la cascada.
Las condiciones de dicha aterrizaje fueron, según los documentos oficiales, muy adversas debido a la condición de la superficie de esta zona, terminando incrustado en el suelo. Por suerte, no hubo desgracia alguna, pues el resto de su equipo consiguió sacarle de tan delicado apuro.
¿Por qué visitar la Catarata el Salto del Ángel?
Su espectacularidad; osadía para desafiar la naturaleza establecida; la caída inmortal del agua desde los cielos.
Pasear por este santuario natural permite disfrutar de aventuras imposibles de encontrar en ninguna otra parte.
Navegar río arriba en busca del Salto del Ángel; ascender por aguas turbulentas con una lancha; visitar las comunidades autóctonas que hacen vida en la zona desde hace muchos años...
Pero eso no es todo, pues también se pueden realizar caminatas por la selva frondosa hasta llegar a las impetuosas corrientes de espuma, así como las playas rojizas de Canaima.
En este mismo lugar podemos hallar otras cataratas como El Sapo, El Hacha y El Ucaima, aunque la reina siempre será la catarata Salto del Ángel.
Es importante mencionar que una de las mejores épocas para visitar este lugar es en los meses de invierno, pues en Canaima hay campamentos y lodges que ofrecen excursiones a pie, en canoa y vehículos todoterreno.
¿Cómo llegar a la Catarata del Salto del Ángel?
Para llegar a Canaima, donde queda la Catarata el Salto del Ángel, debemos hacerlo a través de un vuelo aéreo directo hasta la pista de aterrizaje de dicho parque nacional. Las avionetas se pueden tomar en Puerto Ordaz o Ciudad Bolívar, ambas localidades en el estado Bolívar, Venezuela.
Una vez en Canaima, hay dos maneras de llegar hasta la cascada:
- En una embarcación:
Esta es una excelente forma de llegar al Salto Ángel y observar todo su esplendor. Solo se puede visitar en época de lluvia, ya que se debe navegar por el río Carrao desde la laguna de Canaima. Lo mejor de llegar hasta el hermoso mirador es que las personas pueden bañarse en el pequeño pozo que se forma debajo de la cascada.
- En avioneta o helicóptero:
Para sobrevolar la cascada y posarse justo frente de ella deberéis elegir la temporada seca, situada entre los meses de febrero y julio, para poder hacer dicho recorrido.
Hay que tener en cuenta que, al visitar la Catarata Salto del Ángel, os percataréis que son muy pocos los venezolanos que asisten a conocerla, pues exige un presupuesto elevado. No obstante, la llegada de turistas de otras latitudes es constante durante todo el año.
Cascadas cercanas a la Catarata Salto del Ángel
Al visitar el Salto del Ángel podemos encontrar otras cataratas de similar belleza en sus alrededores:
- Salto El Hacha
Es uno de los lugares más populares en Canaima. Se puede ir caminando desde el pueblo en un paseo alrededor de la laguna o llegar hasta allá en curiara río arriba durante 5 minutos. Esta última opción es una de las mejores, ya que permite contemplar la cascada desde varios ángulos.
Recomendamos encarecidamente que os valgáis de un guía para realizar esta visita.
En épocas de lluvia puede ser un poco difícil hacer este recorrido por el caudal de las aguas del lugar.
- El Sapo
Es una de las siete cataratas más espectaculares de Canaima y se encuentra cruzando la laguna desde el poblado y caminando solo 15 minutos por la selva. Dado a la naturaleza salvaje de dicha catarata, al visitarla desde su retaguardia, nos podremos bañar en una fuerza y furia sin precedentes.
- Quebrada de Jaspe
Es el nombre que reciben una serie de cascadas cuyas aguas circulan por una superficie lisa de piedras de jaspe. Es un lugar completamente exótico, pero más retirado respecto al Salto del Ángel.
Cabe destacar que, en este lugar, no hay rastro de arena o piedra alguna, por lo que si se combina con árboles de más de 20 metros de altura, resulta ser un contraste perfecto entre descansar y deleitarse el paisaje que se manifiesta ante nuestros ojos.
La Quebrada de Jaspe, parte de este recorrido, es un monumento natural protegido por las leyes locales. Para llegar hasta ella se recomienda viajar por la carretera que atraviesa la Gran Sabana.
Lugar inolvidable
La Catarata Salto del Ángel es un paraíso muy conocido internacionalmente.
Emerge desde el Auyantepuy, una formación rocosa de hace 400 millones de años, con una morfología tan peculiar que alberga una flora y fauna increíble y completamente diversa a la selva adyacente.
Visitar el Salto Ángel es como realizar una expedición llena de aventura y conocimientos, aunque hay que ir siempre con pies de plomo para no caer vícitimas de la fuerza cinética de unas aguas imposibles de domar.
No hay que olvidar que existe un desarrollado sector turístico vinculado a la catarata Salto del Ángel en Venezuela, con una infraestructura ecoamigable para recibir visitantes, hospedarlos, trasladarlos, deleitarlos con platos venezolanos e indígenas y otras sorpresas que preferimos no revelar.
Esta es, sin duda, una experiencia inolvidable que tardaremos mucho en poder olvidar.