No es nada fácil elegir cuál de las nueve islas visitar, ya que todas ellas tienen una gran oferta turística y cada una te ofrece una experiencia diferente. En el siguiente post vamos a presentarte cada una de las islas para que las conozcas y tu mismo elijas cuáles te gustaría visitar.
¿Qué ver en São Miguel?
Avistamiento de ballenas y delfines
São Miguel es la isla más grande de todo el archipiélago de las Azores. Esta isla es conocida por su paisaje volcánico, la flora, fauna y su gran variedad de vida marina, ya que en las Azores se pueden encontrar hasta 24 especies diferentes de cetáceos, como cachalotes, barbudas e incluso el animal más grande del mundo: la ballena azul.
Ponta Delgada
La capital del archipiélago de las Azores se llama Ponta Delgada y se encuentra al sur oeste de São Miguel. En esta zona se encuentran las puertas de la ciudad del siglo XVIII, la iglesia gótica de San Sebastián y la fortaleza de São Brás del siglo XVI.
Ponta Delgada es la capital del archipiélago portugués de las Azores y está ubicada en la isla de São Miguel. Cerca del puerto se encuentran la sorprendente puerta de tres arcos de la ciudad y la iglesia gótica de San Sebastián. Estas puertas se encuentran muy cerca de la Iglesia Matriz y son una muestra del pasado defensivo de la ciudad. Son de color blanco y el escudo se encuentra en la parte superior central.
La plaza de Campo de São Francisco está ubicada junto al mar, al lado del Fuerte de São Brás y es perfecta para observar la vida de la gente local, ya que es bastante concurrida, sobre todo durante el verano. Aquí encontramos la Iglesia de São José y el Convento de Nossa Senhora da Esperança.
Lagos de cráteres de Sete Ciudades
Desde Ponta Delgada se puede ir hacia los famosos lagos de cráteres de Sete Ciudades que se encuentra al noreste de la isla y que han sido declarados Paisaje Protegido, por decreto del Gobierno regional. Esta preciosa maravilla de la naturaleza es una cadena volcánica de cráteres cubiertos de agua dulce que conforman un precioso paisaje de lagos. La Lagoa verde y la Lagoa Azul son los dos más grandes, aunque en realidad juntos forman un único lago, que se encuentra dentro del antiguo volcán llamado la caldera del macizo de Sete Cidades. Está formada sobre varias capas de cenizas, piroclastos, lavas basálticas y traquita. Al lado se encuentra el pueblo de Sete Cidades, que debe su nombre a estos famosos lagos y que es una parada obligatoria en tu ruta por esta preciosa isla.
Es una de las panorámicas más conocidas y visitadas de toda la isla, ya que sin duda es también una de las vistas más impresionantes. Un intenso color verde cubre los conos volcánicos y las montañas que rodean los cráteres de los volcanes, con grupos de ganado que pastan por los campos. Al ser uno de los principales destinos turísticos de las islas Azores, si vas en temporada alta es probables que lo veas bastante masificado. Además el sendero que te lleva al mirador principal es estrecho y se llena de turistas, quitándole algo de encanto a las preciosas vistas que te brinda el mirador.
Caldeira Velha
El Parque Natural de Caldeira Velha pertenece al complejo volcánico Água de Pau. Su gran fuente termal proviene de un acuífero que se calienta gracias a una corriente que se eleva desde el reservorio geotérmico, que se encuentra en las profundidades del volcán Fogo. Es el lugar perfecto para poder disfrutar de un buen baño caliente al aire libre.
El entorno de Caldeira Velha está rodeado de grandes helechos, líquenes y árboles autóctonos de los bosques húmedos. El sendero que lleva desde la entrada de Caldeira Velha hasta las aguas termales se hace entre gran vegetación que poco a poco se cierra, estrechando cada vez más el camino.
La visita al Parque Natural de Caldeira Velha termina en una cascada llamada Poça de la Cascata, que forma una preciosa piscina natural. La temperatura del agua no es tan cálida como la de las piscinas de agua termal, por ello es el sitio perfecto para terminar la Tura del parque natural e irte después de darte un refrescante chapuzón.
Islote de Vila Franca
Este pequeño islote volcánico tiene un total de 95 hectáreas y es uno de los destinos más visitados por los turistas que viajan a la isla de Sao Miguel. Este islote es un cono que pertenece a un pequeño volcán submarino que se creó hace 4.000 años. La parte que emerge es el claro resultado de la erosión marina, y los bordes del cráter son en realidad dos islotes: el islote pequeño (Ilhéu Pequenino) y el islote grande (Ilhéu Grande). Este cráter ha acabado creando una piscina natural y una bahía circular de unos 150 metros de diámetro que se comunican con el océano. En cuanto a su vegetación hay bosques macaronesios repletos de brezos y hayas.
¿Qué ver en la Isla de las Flores?
Santa Cruz de las Flores
Es la capital de la isla y uno de los destinos más bonitos y más visitados de todo el archipiélago. Algunos de los principales puntos de interés de la ciudad es la Iglesia Matriz de Nossa Senhora da Conceicao, el convento barroco de Sao Boaventura, el Miradouro da Costa Nordeste y el Miradouro De Montes das Cruces, donde podrás encontrar algunos de los graffities más conocidos de la ciudad.
En cuanto a los miradores de sus alrededores destacan sobre todo el Miradouro de Caveira, el Miradouro Pico da Cashina y el Miradouro Arcos Ribeira da Cruz. Además si tienes la suerte de ir en verano, podrás bañarte en alguna de las piscinas naturales que encontraras junto al puerto.
Poco da Ribeira do Ferreiro
Para llegar a uno de los lugares más impresionantes de la isla, hay que caminar durante 20 minutos por un bosque hasta llegar a ver más varias cascadas que caen sobre una pequeña laguna rodeada de una frondosa cantidad de vegetación. Es importante que vayas durante un día soleado para poder apreciar bien este precioso paisaje que te ofrece la madre naturaleza.
Rocha dos Bordões
Esta formación geográfica se caracteriza por sus columnas de basalto verticales de más de 20 metros de altura y se encuentra entre los pueblos Lajero y Mosteiro. De camino encontrarás algunos de los mejores miradores de la zona: Miradouro da Baía do Mosteiro y el Miradouro do Cartario.
Este curioso fenómeno geológico cuenta con impresionantes ranuras verticales en la pared de basalto. Además, a través de la roca, pasan varios cursos de agua, que acaban terminando en una preciosa cascada.
Faja grande
Este pueblo se encuentra a las orillas del océano Atlántico, junto a una faja llena de cascadas que se pueden ver mientras que te das un baño, una de las vistas más impresionantes que te puede ofrecer una playa. En el pueblo se encuentra uno de los senderos más bonitos de todo el archipiélago. El camino es de 13 kilómetros y sale de Igreja de Nossa Senhora do Carmo, para terminar en Ponta Delgada.
¿Qué ver en Terceira?
Angra do Heroísmo
La isla Terceira se encuentra en la parte central del archipiélago y destaca entra las demás por la preciosa y original arquitectura de sus edificios. La capital de la isla es Angra do Heroísmo, cuyo puerto fue el más importante en las rutas comerciales del Océano Atlántico. En el centro histórico de la ciudad destaca la Iglesia Mayor de São Sebastião, que es una catedral de estilo gótico que pertenece al siglo XV y con frescos en el interior y un frontón de plata en el altar. También destacan el Palacio Bettencourt, el Palacio de los capitanes generales, el Jardín Duque da Terceira, o el Imperio de São Sebastião.
Si quieres saberlo todo sobre la historia de las Azores, no te puedes perder el museo de Angra en el interior del Convento de Sao Francisco, cuya colección de muebles , cerámica, monedas, pinturas y objetos de corte etnográfico, te dejara impresionado.
Reserva Natural Geológica de Algar do Carvão
La enorme Caldeira de Guillerme Moniz es la que caracteriza el centro de la isla, ya que aquí yacen los testimonios de la actividad geológica de la isla. La chimenea de magma del cono de un volcán es el Algar do Carvao, cuya imagen se asemeja al Viaje al centro de la tierra de Julio Verne. Cerca de allí se encuentra la Gruta de Natal, que permite descubrir el túnel de lava y que tiene al rededor de 700 metros de largo. El área de 45 hectáreas de Algar do Carvão, ha sido declarada “Monumento Natural Regional” debido a su gran importancia medioambiental y sus peculiaridades como volcán.
Los complejos fenómenos geológicos y bioquímicos que se han producido en el sistema hidrogeológico de esta reserva natural, ha acabado creando estalactitas y estalagmitas de sílice amorfas, convirtiendo a esta cavidad en la más bonita de todo el archipiélago.
¿Qué ver en el resto de islas de las Azores?
Isla de Faial
Esta isla es la quinta más grande del archipiélago y su capital es Horta, donde podrás pasear por sus calles y su importante puerto marítimo. Una de las paradas obligatorias es su museo, para conocer la historia de esta capital y de su isla. Las piscinas naturales de Castelo Branco, es otro de los enclaves turísticos que no te puedes perder de esta preciosa isla, ya que aprovecha las formas de la roca volcánica erosionada por la fuerza del Atlántico, creando unas pequeñas piscinas totalmente accesibles.
El Monte da Guia es un parque natural de origen volcánico. Su forma de pinza de cangrejo, se adentra en el mar desde la ciudad de Horta. En esta zona encontrarás una gran sucesión de acantilados, playas rocosas y cuevas marinas, bahías y ensenadas, que conforman un paraje natural cuyo valor es incalculable.
Isla Graciosa
Es la segunda isla más pequeña del archipiélago y fue declarada Reserva de la Biosfera en el año 2007 por la UNESCO, ya que está reconocido como destino turístico sostenible, con un total de 7 especies de aves protegidas en sus dos islotes: Baixo y Praia.
Esta isla, también llamada la Isla Blanca por su paisaje policrománico debido a la gran cantidad de minerales volcánicos, como la tarquita. Sus accidentes geológicos no son demasiado grandes a pesar de ser una isla volcánica. Exceptuando la Caldeira en el sur de la isla, el resto de montañas son bastante más pequeñas. Entre los picos destacan: Timão y do Facho. Ambos están cubiertos por vegetación endémica que sirven de miradores para ver la isla desde lo alto. En cuanto a los complejos volcánicos destacan: Serra das Fontes; Complejo volcánico de Sierra Rama; y Volcán central.
Entre los principales enclaves naturales destacan el balneario de aguas calientes de Carapacho, las cuevas y grutas de Graciosa como Enxofre, la Cueva d’Água, la Cueva de Abel, la Caldeirinha de Pêro Botelho, o de la Cueva de Maria Encantada.
Isla de Sao Jorge
La isla de San Jorge es alargada y tiene casi 10.000 habitantes. Esta isla está llena de pastos con grandes e impresionantes acantilados, cuya altura es mayor en la zona norte de la isla. Sus 243 kilómetros cuadrados están repletos de fajas, zonas planas de terreno junto al mar a pie de los acantilados. Estas formas geográficas se deben a la combinación de lava que fluyó hacia el mar enfriándose y solidificándose en contacto con el agua.
Isla del Pico
Esta isla es especial entre las demás por ser una montaña en sí. Esta preciosa isla mezcla pastos de color ver intenso con el punto más alto de todo el archipiélago y de todo Portugal, ya que tiene 2.351 metros de altitud. Esta isla es la más volcánica de todas y por ello la llaman la isla negra. La punta de la Montaña del Pico se ve desde la isla de São Jorge y la isla Faial, e incluso se ve desde el avión cuando sobrevuelas el archipiélago.
Su paisaje vitivinícola fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el 2004 por la UNESCO, para proteger las antiguas prácticas de cultivo dentro de este paisaje natural único e inigualable. Además, en el año 2012 el Pico obtuvo el Premio de Oro QualityCoast como mejor destino de turismo sostenible del año.
Isla de Santa María
Esta isla es conocida como la Isla Sol o la Isla Amarilla. por su clima es el más seco y caliente de todo el archipiélago. Esta isla de tan solo 92 kilómetros tiene algo más de 6.500 habitantes u su zona oeste es totalmente plana, sin superar los 200 metros sobre el nivel del mar, mientras que en la zona oriental se encuentra la Serra Verde, un paisaje repleto de arboles y bosques, con el macizo de Pico Alto, con 590 metros de altitud.
Isla de Corvo
Esta isla de origen volcánico es la más pequeña de todas las islas del archipiélago de las Azores y ha sido considerada Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO. El único pueblo de la isla es Vila Nova do Corvo que se encuentra dentro de una fajã, es la zona con superficie plana de la isla. Este pintoresco y original pueblo se caracteriza por las fachadas de piedra negra con ventanas y puertas decoradas en color blanco.
Si visitas esta hermosa isla no te puedes ir sin visitar la iglesia de Nuestra Señora de los Milagros, que es la patrona de la isla y es de origen flamenco. En el Alto dos Moinhos, junto a Ponta Negra, los pequeños molinos de viento son parecidos a los que encontramos en Portugal y son los que adornan la zona del litoral.
En el recorrido desde Vila Nova do Corvo hasta Caldeirão se ven los muros bajos que dividen las casas junto con largas hileras de hortensias y casas de estilo rústico hechas de basalto.