Ubicada al sur del valle de Urubamba, pero mucho más grande, se encuentra el distrito de Yucay. Desde Urubamba hasta Yucay hay una distancia de solo 30 minutos caminando.
Este pueblo brilla por sus anchas calles, una colección de atractivos edificios de adobe y estuco de la época colonial y un par de alojamientos a los costados de una plaza en el centro de la ciudad.
Yucay es un pueblo pequeño, agradable y tranquilo con vistas extraordinarias del campo circundante. Los españoles “legaron” esta tierra al cacique inca Sayri Túpac, quien construyó un palacio.
Los cimientos incas se encuentran alrededor de la atractiva plaza principal (Plaza de Armas), y algunas de las mejores terrazas agrícolas del valle ocupan las laderas de las montañas alrededor del pueblo.
Si bien existen lugares turísticos muy interesantes más allá de Urubamba, el pequeño pueblo de Yucay contiene algunas joyas invaluables interesantes que vale la pena descubrir. Veamos qué hacer y qué ver en este encantador pueblo.
Qué significa Yucay?
Yucay es una palabra quechua que significa engaño o encanto en español, pero aparentemente, esto no tendría nada que ver con el origen del nombre del pueblo.
El cronista Pedro Cieza de León lo describe así:
Yucay es muy hermoso, metido entre las alturas de las montañas, para que con el abrigo que le hacen, está sano y alegre, porque ni hace demasiado frío ni demasiado calor.
Pasemos entonces, a lo que nos brinda este pueblo, y qué podemos descubrir en él.
Lo que necesitas saber para visitar Yucay
Yucay es un pueblo ideal para hospedarnos durante nuestra visita al Valle Sagrado. Sin embargo, también dispone de algunos planes que podemos hacer en el propio lugar.
Dónde está?
Cómo llegar a Yucay?
El distrito histórico y colonial de Yucay se encuentra a 48 km de la ciudad del Cusco y a 71 km si tomas la carretera del lado de Pisac. Se encuentra a 500 m por debajo de la ciudad de Cusco, por lo que, esta altitud le otorga uno de los mejores climas de todo el Valle Sagrado de los Incas.
Así pues, para ir a Yucay primero debes llegar a Cusco. Si partes desde Lima en un vuelo comercial llegarás en una hora aproximadamente.
En cambio, si optas por un bus público o auto particular, el trayecto demora 20 horas aproximadamente.
Para llegar, puedes tomar un bus hacia Urubamba, desde la calle Puputi en Cusco, y luego tomar otro hasta el pueblo de Yucay. El camino es totalmente asfaltado, por lo tanto, podrás recorrer este tramo en hora y media. No obstante, la forma más sencilla de llegar y conocer Yucay es en un tour organizado por el Valle Sagrado de los Incas.
Cuándo es mejor visitar este pequeño pueblo del Valle Sagrado de los Incas?
Se recomienda visitar Yucay preferiblemente fuera de los meses o temporada de lluvia: de diciembre a marzo. Te recomendamos llevar ropa fresca y ligera para pasar el día, mientras que para la noche, llevar un abrigo.
Qué ver en el pueblo de Yucay?
Yucay es uno de uno de los pueblos más hermosos de Cusco. Todo el pueblo está lleno de bellos edificios construidos a lo largo de su historia, y de fértiles tierras con un maravilloso clima.
Una de las características más destacadas de este distrito son sus dos plazas principales que albergan árboles gigantes de Pisonay. Estos están divididos por una iglesia colonial llamada Santiago Apóstol.
En este lugar se llevaron a cabo sangrientas batallas durante la resistencia contra los invasores españoles. En la plaza Manco II se puede apreciar el Palacio de la Ñusta y restos de lo que fue el palacio de Sayri Túpac.
En este sentido, se trata de un pueblo pequeño pero lleno de historia y cultura, ubicado en la provincia cusqueña de Urubamba, a 2857 msnm. Una de las características más interesantes de esta localidad es que fue modificada en muchos momentos de su historia. Y se dice que, en sus inicios, fue originalmente la capital del imperio de los Incas.
Conoce la iglesia Santiago Apóstol
El Templo de Santiago Apóstol se ha conservado en perfecto estado hasta la actualidad. Su construcción fue realizada gracias a la gestión del Párroco Juan Arias de la Lira y el Obispo Manuel de Mollinedo.
La iglesia data de 1650, y en el interior se encuentran algunos valiosos objetos y piezas de arte religioso, entre ellas el Santiago Apóstol. El altar mayor está realizado en baño de oro y baño de plata.
Poco después, durante el periodo de la Independencia, el libertador Simón Bolívar visitó Yucay y se hospedó en la casa hacienda de Orihuela, ubicada en la Plaza Manco II. En 1905, fue proclamada como distrito de la provincia de Urubamba.
Museo de Yucay
El museo de la cultura viva de Yucay nos ofrece un paseo por la cultura y las costumbres de los habitantes de la zona. En el descubriremos la artesanía local en muchos ámbitos: tejer, elaboración de comida y bebida, orfebrería, etc.
Plataformas de Yucay
En Yucay podemos encontrar la plataforma más grande de todo el Valle Sagrado de los Incas. Estas plataformas todavía se utilizan en la actualidad. Para llegar a ellas, tendrás que ascender por pequeños escalones prehispánicos unidos a cada plataforma.
Aquí puedes ver la Piedra Mitológica, una construcción de piedra en la que se pueden observar los tres niveles de la cosmovisión andina: el Hanan Pacha (mundo de los dioses) simbolizado por un cóndor, el Kay Pacha (mundo de las personas) representado por un puma, y el Uhu Pacha (El inframundo o mundo de abajo) con una serpiente.
Qué hacer en Yucay?
Aunque es un pueblo pequeño, existen algunas actividades interesantes que puedes hacer aquí, como las siguientes:
Caminatas
El pueblo de Yucay es un excelente lugar para quienes deseen hacer caminatas o practicar trekking rumbo al Lago Negro, el cual se encuentra a orillas del nevado San Juan. Puedes ascender al nevado San Juan desde el pueblo de Yucay, por lo que suele ser un destino turístico interesante para los viajeros que aman la aventura y el senderismo.
Visita el mercado de Yucay
Aunque es un pueblo pequeño, la mayor actividad se da alrededor del mercado de Yucay, en la esquina de Jirón Comercio y Jirón Sucre. Este es un mercado de productos agrícolas que se extiende por las calles circundantes.
Con pocos turistas explorando este laberinto de verduras únicas y frutas de temporada, es uno de los mercados más auténticos del Valle Sagrado.