Bergen

Bergen, ¿qué ver entre su belleza?

Si bien es cierto que Oslo es la capital oficial de Noruega, Bergen no se queda atrás. Al contrario. Considerada la segunda ciudad más grande del país nórdico, esta metrópoli de 285.000 habitantes no deja indiferente a nadie, sobre todo al sector del turismo, no tan masificado como en otros lugares pero con una afluencia aceptable que no perturba a un pueblo que vive entre casas de cuento.

Fundada en la alta edad media por el rey Olav Kyrre, Bergen ofrece muchas cosas por ver entre calles donde las temperaturas son muchísimo más agradables en comparación, por ejemplo, a Tromso; pero cargada de precipitaciones entre diciembre y marzo. Si bien la lluvia tampoco es una catástrofe, mucha gente prefiere evitar esta agresión de la naturaleza y optar por más rayos de sol y menos lunas crecientes. Pudiendo llegar hasta los 20ºC en verano, Bergen permite que veamos, y disfrutemos, de varios puntos de interés que comentamos a continuación.

Paisaje aéreo de la Bergen nocturna

Lugares de interés en el mapa

El mercado de pescado

De acuerdo, a lo mejor no queréis viajar para ir a un mercado callejero de pescado pero, ¿y si os decimos que podréis contemplar el día a día de la gente de Bergen y, a la vez, adquirir uno de los mejores productos del mundo en lo que conviene a la gastronomía marítima? Este lugar es imprescindible para sumergirse en la atmósfera nórdica de esta ciudad y, si bien sus precios pueden estar un poco por encima de la media, la relación calidad precio es totalmente favorable, pues estas tiendecitas no solo permiten comprar pescado para llevarlo a casa, sino también comerlo ahí mismo, recién hecho y rodeados de estufas.

Mercado de pescado de Bergen, Noruega

El Fiordo

Creado a partir del deshielo de un glaciar bíblico de hace siglos, el Fiordo es algo imprescindible que ver en Bergen, concretamente en sus alrededores. Es una corriente de agua gélida que rodea el territorio y lo separa de las sierras y montañas más cercanas, dándote una bocanada de aire aún más fresco instantáneamente cuando saltas de la civilización urbana al corazón de la naturaleza virgen. Desde piragüismo, a viajar en góndola, este paraje ofrece muchas posibilidades respecto a las opciones para visitarlo; incluso puede ser un destino perfecto para los amantes del senderismo.

Bryggen

Ver este barrio de Bergen es de trascendental importancia, pues es un viaje al pasado, compuesto por el puerto de embarque antiguo y todos los negocios que rodeaban este punto de interés económico. El detalle más importante es que era el centro de operaciones de la Liga Hanseática, una federación comercial y defensora de comunidades alemana que tenía el control de varias ciudades costeras a nivel Europeo. Si bien esto puede parecer un preludio a la aportación alemana en el campo de la conquista y el belicismo, no es nada más lejos de la realidad. Esta división alemana existía para proteger la rama comercial a nivel de mar respecto a la piratería y otros ataques.

Barrio antiguo de Bergen

El museo Hanseático

Partiendo de nuestra visita en Bryggen y sus paisajes de una época pasada, si decidimos ampliar nuestro conocimiento o, simplemente, satisfacer nuestra curiosidad, en el mismo puerto antiguo encontramos el museo Hanseático, el cual expone varias temáticas sobre esta época histórica y decide profundizar en Schøtstuene y Bryggen en su totalidad, trasladando este rincón cargado de matices a cualquiera que desee acercarse a dichas instalaciones para nutrir su intelecto.

Como hemos comentado en el párrafo anterior, la liga Hanseática fue de transcendental importancia para entender la economía y el comercio del norte, llegando a crear una conjunción de países liderada por una Alemania impulsiva, la cual tenía control total de cada decisión.

Hoy en día se ha trasladado debido a obras de restauración.

La fortaleza de Bergenhus

Si bien hoy en día es considerado un conjunto histórico, la fortaleza de Bergenhus sirvió como punto central de poder de toda Noruega cuando Bergen era su absoluta capital en la baja edad media. No obstante, investigaciones han revelado que en el interior había construcciones datadas durante la Segunda Guerra Mundial más que del s.XIII, convirtiéndose en un híbrido extraño entre dicho siglo y los XIX-XX. Transformada hoy en día en un museo, este lugar es imprescindible para ver durante nuestra visita a Bergen.

Håkons Hall y la Torre Rosenkrantz

Dentro de la misma fortaleza de Bergenhus, este emblemático edificio fue separado en dos categorías muy marcadas: el Håkons Hall y la Torre Resenkrantz. El primero pertenece al siglo XIII, donde residía el rey del mismo nombre y representa a la Bergen medieval, capital absoluta de Noruega, y centro cultural y económico del país. Servía, básicamente, para las fiestas reales y eventos de promoción.

La Torre Rosenkrantz era una estructura puramente defensiva; una atalaya medieval donde se disponían los arqueros para rechazar tropas enemigas. Durante el s. XIX, no obstante, se convirtió en una prisión más retorcida que la Torre de Londres, encarcelando en su interior a los individuos más peligrosos de la época.

Hoy en día, esta estructura pétrea se ha adaptado para ser convertida en un mirador de la ciudad, dejándonos contemplar y absorber un paisaje esmeralda a la vez que contemplamos el movimiento y tránsito de la Bergen más activa.

Håkons Hall en la actualidad, Bergen.

El monte Fløyen

Siendo la montaña más visitada de la región de Bergen, el monte Fløyen nos recompensa con visión de 360º de toda la metrópoli nórdica si decidimos autoinvitarnos a su casa. Para llegar a su cima, hay dos opciones muy marcadas: coger el funicular, que dura 8 minutos con un coste de ida y vuelta de 125 coronas o partir del senderismo tradicional y subir ayudándonos de nuestros gemelos. Si bien hay un restaurante en la cima, sus precios desorbitados, encarados al turismo, nos hará replantearnos nuestra vena culinaria y optar por una comida casera preparada para disfrutar a la vez que nos dejamos enamorar por el paisaje que nos rodea.

Monte Floyen de Bergen

Iglesia de madera de Fantoft

Esta construcción Stavkirke (templos e iglesias cristianas hechas exclusivamente de madera), es una reconstrucción patentada en 1992 debido a la destrucción de la original, datada del siglo XII, su autenticidad y atención al detalle nos llama a visitarla y experimentar, aunque sea un tipo de espejismo, esta corriente arquitectónica de la Europa del este medieval.

Situada a quince minutos en coche respecto a Bergen, esta iglesia perteneciente al pueblo de Fantoft se puede visitar libremente y, al estar situada en una zona apartada, no encontraremos demasiada gente que haya tenido la misma idea que nosotros.

Aunque este templo religioso fue destruido intencionadamente por estar construido sobre monumentos paganos, en 1997 se inicio un proyecto de reconstrucción que la convirtió en una copia perfecta, todavía conservando, pero, dos piezas pétreas originales, una en forma de cruz en su misma fachada.

La Gastronomía

¿Qué sería visitar un país sin disfrutar y estudiar su gastronomía, algo que dice más de ellos que un manual histórico o un panfleto local? Bergen ofrece, si bien pocas opciones, una característica admirable y que debería definir a todos los restaurantes y mercados de alimentos del mundo: la frescura de sus productos. Ahí se potencia, por encima de todo, que el producto no solamente sea auténtico, sino de temporada y potenciado como base donde después se construyen los demás factores. Desde sándwiches a salchichas de reno; un buen arroz con una variedad insultante de pescado; combinaciones que enciendan nuestro calor interno… Y todo acompañado de un buen vino o cerveza local para darle ese impulso final a un acabado de película.

Es posible que Bergen no sea el destino más popular a la hora de ver Noruega. Aún así es también es cierto que el turismo ha ido ascendiendo durante los últimos años, es una destinación imprescindible para tener un sentimiento de colectividad cultural si decidimos que nuestro viaje sea uno de placer y aprendizaje a la vez.

Respetar las costumbres; entender el folklore; el origen o el por qué del uso de determinados ingredientes… Todo suma para forjar una receta de cinco cubiertos donde el único protagonista eres tú.

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