Irlanda es un país conocido por sus paisajes verdes y su naturaleza, pero su capital, Dublín, es una de las ciudades más acogedoras y con uno de los mejores ambientes de Europa.
Dividida en dos por el río Liffey, es Dublín es un lugar lleno de historia. Sin duda es uno de esos sitios con una atmósfera especial, que no sabríamos describir pero que recordarás si la visitas. Es una capital europea especial, con carácter, a ello contribuyen la multitud de tabernas irlandesas en las que tomarse la más que típica pinta de cerveza negra.
La ciudad del Ulises de James Joyce, o donde también vivió el creador de “Los viajes de Gulliver “ Jonathan Swift, es un compendio de edificios históricos y modernidad en el que los parques y zonas verdes tienen una gran importancia. ¿Te animas a descubrirla con nosotros? Vamos a repasar que ver en Dublín.
Trinity College
Es la Universidad más antigua de Irlanda y una de las más prestigiosas del mundo y fue fundada por la reina Isabel I en 1592.
Es fácil de encontrar ya que se encuentra en el centro de la ciudad, te encantará por el ambiente que crean el conjunto de edificios que la integran junto con los numerosos campos de rugby y cricket. Realmente es como estar en otro planeta dentro del centro de Dublín.
Si por algo destaca esta universidad es por su biblioteca, que reúne más de 4 millones de volúmenes, el más importante de ellos el libro de Kells, una publicación de la época medieval escrita por monjes celtas en torno al año 800 de nuestra era.
Dicen que este fue el lugar que inspiró a J.K Rowling para crear la biblioteca del archiconocido colegio Hogwarts.
Catedral de San Patricio
Irlanda es un país de tradición fuertemente católica, San Patricio es su patrón y esta es la Iglesia más grande del país.
Te recomendamos no quedarte sólo con su imponente vista exterior, sino también visitar su interior. El estilo gótico es el que predomina y lugares como la cripta (data del siglo XII); una pila bautismal de la Edad Media o los sepulcros de algunos personajes célebres que descansan en su interior no te defraudarán.
Seguro que has oído hablar de “los viajes de Gulliver”, su autor Jonathan Swift descansa aquí, principalmente porque también fue deán de la catedral.
Grafton Street
Esta es la famosa calle peatonal en la que se encuentra la estatua de Molly Malone. Realmente no hay evidencia histórica de que este personaje existiera, pero según la tradición popular, se trataba de una pescadera que por las noches ejercía la prostitución. Se la llamaba también Cockles and Mussels (Berberechos y mejillones) y supuestamente murió de las fiebres en plena calle. Su conmovedora historia dio lugar a la canción que es el himno de Dublín.
Es una calle llena de vida, típicamente dublinesa, llena de gente e ideal para ir de compras y tomar el pulso a la ciudad y sus amigables gentes.
Parque de Saint Stephen’s Green
Este es el típico Parque de estilo victoriano, no en vano fue inaugurado en 1664. Lagos con cisnes y patos, árboles y estatuas de personajes irlandeses ilustres como James Joyce o Arthur Guiness te esperan en uno de los pulmones verdes de la capital. Te recomendamos visitarlo en primavera.
Merrion Square
Situado en las cercanías de Saint Stephen´s Green, es un antiguo parque privado. Lo primero que te llamará la atención es su estilo georgiano, pero lo que realmente hace famoso a este parque es la escultura dedicada a uno de los escritores irlandeses más famosos de todos los tiempos: Oscar Wilde, el cual aparece tumbado sobre una roca.
Guiness Storehouse
La cerveza es la bebida nacional de Irlanda, y Guinness es probablemente su marca más representativa.
La visita a su sede es una de las cosas imprescindibles que hacer en Dublín. Conocerás su proceso de elaboración, su historia y harás un recorrido por su publicidad, sin duda una experiencia inolvidable para los amantes de la cerveza negra en particular y para todos en general.
Horario
10:00 a 17:00
Temple Bar
Su nombre no se refiere sólo a un establecimiento en concreto sino también a una zona llena de bares y vida nocturna.
El ambiente se caracteriza por la música en directo tanto en las calles como en los bares. The Temple Bar, Merchants Arch, O’Neills o Oliver St.John Gogarty son algunos de los más conocidos,pero no los únicos.
Sobra decir que unas pintas de cerveza negra son imprescindibles y te harán recordar que eres afortunado y estás en Dublín.
O´Connell Street
Todas las ciudades tienen una arteria principal y O´Connell Street es la de la de Dublín.
Es el lugar ideal para ir de compras, donde encontrarás los establecimientos de las grandes firmas. La calle se caracteriza por su gran anchura y, entre tienda y tienda, te encontrarás la estatua de Daniel O´Connell, El Spire (una imponente monumento con forma de aguja de 120 metros) y la Oficina de Correos (el lugar donde el país proclamó su independencia).
Phoenix Park
Otro de los maravillosos parques de Dublín, parque por llamarlo de alguna forma, ya que tiene una superficie de más de 5 km de largo.
Su principal atractivo son los ciervos que viven en semilibertad en su interior. Probablemente te cueste encontrarlos, pero la foto merecerá la pena.
Ha’ppeny Bridge
El Puente del Medio Penique es el puente más emblemático de los que cruzan el río Liffey, une la parte norte y sur de la ciudad y va a dar a Temple Blar.
Te recomendamos visitarlo de noche, podrás disfrutar la típica estampa dublinesa con las orillas del río Liffey iluminadas a la luz de las farolas.
Catedral de Christ Church
Esta es la otra gran catedral de Dublín. No tiene la grandiosidad de la Catedral de San Patricio, pero su enorme cripta es una de las cosas que merece la pena ver en Dublín. Tom y Jerry, un gato y un ratón modificados, son algunos de los personajes que encontrarás en su interior.
Está edificada sobre una antigua iglesia vikinga y es la sede histórica del arzobispado de Dublín.
Lugares mencionados sobre el mapa
Qué ver cerca de Dublín
Acantilados de Moher (Moher Cliffs)
A unas 3 horas en coche y unos 270 km de Dublín, se encuentra esta maravilla natural, uno de los principales atractivos turísticos de Irlanda. Están situados en el condado de Clare, en las cercanías de Galway.
Tienen una altura máxima de 214 metros y una longitud de 8 kilómetros.
Es un paraje único de gran belleza y una de las típicas estampas irlandesas.
Wicklow Mountains National Park
Situado en el condado de Wicklow, este Parque Nacional reúne picos escarpados, lagos glaciares y verdes prados para pasar una jornada inmerso en la naturaleza. También se esconden en él las ruinas de un mágico lugar, Glendalough, un conjunto monacal del siglo VI fundado por San Kevin y con algunas de sus construcciones todavía en pie, entre las que caminar admirando templos, cruces celtas, arcos y un altísimo torreón circular.