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El Palais des Papes: Una visita a la sede papal del siglo XIV en Avignon

Durante el siglo XIV se dio el particular caso en el que la sede papal se trasladó de Roma a Avignon. Como rastro de ese histórico suceso nos ha quedado el Palais des Papes, uno de los edificios medievales de mayor tamaño y relevancia en Europa y a través del cual se cuenta una historia de la lucha entre poderes reales y papales. Pero también nos habla de un siglo de gran inestabilidad para el territorio tanto francés como europeo. Pero pongamos un poco de orden a los sucesos que involucran la historia de este edificio hasta la actualidad y su uso actual. Para ello nos tendremos que remontar hasta mediados del siglo XIII.

Hacia 1250 el papado se sentía con un gran poder de influencia dentro del mundo europeo, ya que con el éxito de las diferentes cruzadas a Tierra Santa este se erigía como líder de la cristiandad. Ese estatus le daba a la Iglesia una posición simbólica como árbitro espiritual para los reinos europeos y es que a través de ella los monarcas legitimaban como causa divina su dominio sobre terrenos y población. Aunque ya por entonces se generarían desavenencias, como por ejemplo en la Toscana en el conflicto entre los Güelfos (bando ligado al poder papal) y Gibelinos (bando ligado al poder del Sacro Imperio Romano Germánico) o también una disputa a final de siglo entre el papado y el rey Philippe IV de Francia.

El precedente clave: Philippe le Bel contra Bonifacio VIII (1301)

A principios de siglo XIV las diferencias entre el rey francés Philippe IV (apodado “El Bello”) y el Papa Bonifacio VIII eran patentes por dos razones: la negativa del Papa a dar fondos al rey para reconquistar tierras francesas ocupadas por ingleses y la creación de la Diócesis de Pamiers saltándose los límites territoriales que tenía marcados el rey en sus tierras. Mientras que la primera tendría una resolución parcial en la que el Papa permitiría cobrar impuestos a las iglesias francesas en caso de emergencia, la segunda generaría un gran conflicto. Philippe arrestaría al obispo de Pamiers y a consecuencia de ello habría un intercambio de bulas en las que el Papa quería erigirse como máxima autoridad europea por encima de reyes y reinos y Philippe el Bello le respondería que ni él ni su tierra eran vasallos de nadie.

Con esta bula recibida, el Papa iba a procesar la excomunión del rey cuando unos aliados italianos del rey francés fueron a Anagni con la orden de arrestarlo. Este grupo junto a otros miembros de la tropa francesa atacarían al pontífice y lo detendrían, pero tres días después la población de Anagni lo liberaría. Su estado era tan delicado que pocas semanas después fallecería con 68 años, muy tocado por las heridas del ataque. Ocurrido este incidente se buscaría a un nuevo Papa que cumpliese el cargo, pero el rey de Francia intervendría para que actuase a favor de los franceses. Tras un año con el papado de conciliación de Benedicto XI, en 1305 se favorecería el puesto de Papa a Raymond Bertrand de Got un canónigo de Gascogne que tomaría el nombre de Clemente V. Con esto se empezaba un periodo de 73 años de papas franceses.

El traslado a Avignon: Una nueva sede segura (1309)

Si bien el nuevo Papa era de origen francés, se ha de entender que el poder de influencia real sobre este era limitada. La elección era del agrado real, pero la mayor influencia venía de la parte sur de Francia en Occitania, la cual tenía una cultura muy diferenciada respecto al norte y el rey, que era norteño, no necesariamente encajaba con esas formas. Pero unas circunstancias antes nombradas forzarían un cambio muy notorio. Los conflictos entre güelfos y gibelinos habían llegado a Roma con intensidad para 1305 y forzarían la marcha del Papa y su corte primero a Poitiers y finalmente a Avignon en 1309. Su traslado a esta última se debe a que estaba en el Condado Venaissin al sudeste de Francia y propiedad papal desde 1274 y con ello estarían más a disposición del monarca.

En esta población debían ubicar la sede papal y para ello, se fijaron en la elevación rocosa de Rocher des Doms, en la que se ubicaba un palacio de obispos iniciado en 1250 y que parecía una base adecuada para construir algo mayor. Este espacio de la ciudad iba destinado a molinos de viento, a la residencia del primer magistrado de la ciudad y a la Iglesia de Notre-Dame-des-Doms. Pero con esa base palaciega ya presente y con el propósito papal de por medio todo lo demás era secundario, pero todo ello se retrasaría más de lo que podemos imaginar. Durante los primeros papados, vivirían de invitados en Notre-Dame y hasta el tercer papado en Avignon con Benedicto XII (1334-1342) no se convertiría el antiguo palacio de los obispos en el llamado Palacio Viejo.

El Palacio Viejo: El legado de Benedicto XII (1335-1343)

El Palacio Viejo se acomodaría justo al lado de Notre-Dame-des-Doms en un punto elevado que le evitaba sufrir las inundaciones que a veces ocurrían en Avignon, pero a parte ser visible desde el resto de la ciudad y territorios cercanos del fronterizo reino francés. La construcción es de estilo gótico y con una inconfundible esencia a castillo fortificado, eso si, con la sencillez de muros típica del estilo del sur de Francia o Midi. Esa sobriedad forja una idea de muros inexpugnables para el que lo mira desde su exterior. Igualmente desde su claustro la vista es igualmente imponente pero limpia, siendo de un gótico que añora mucho las maneras románicas en su forma más pulida.

De delante a detrás en las cuatro alas que rodean el claustro nos encontramos: el Ala de los Familiares, Capilla de Benito XII (izquierda), Conclave (derecha) y el Ala del Consistorio (en el fondo). De todas ellas podemos destacar el magnífico archivo que hay en la Capilla de Benedicto XII, el cual parece recordar a cuando contenía la biblioteca más grande de su época con 2000 publicaciones resguardadas. Esta estructura también destacó por el hecho de disponer de seis torres de diferentes acabados, pero de forma que enriquecen el lenguaje escultórico de la construcción. Todo aquello que se ahorra en adornar los muros, lo destina a su complejidad de estructura. En el Ala del Consistorio se realizan actualmente exposiciones de arte y su aspecto podría confundirse por una construcción románica de primera categoría.

El Palacio Nuevo: Cuando un gran palacio no basta (1345-1363)

Al fallecer Benedicto XII en 1342 se procedería a terminar todas las obras que él tenía estipuladas, cosa que llevó a su conclusión en 1343. Pero su sucesor en el papado, Clemente VI consideraba que la construcción aún no era de la proporción que merecía la entidad eclesiástica. Si hasta ese momento las obras costaban una proporción muy alta de los beneficios que la Iglesia obtenía, con el nuevo proyecto se estaría consumiendo prácticamente la totalidad de los recursos económicos. El resultado sería la parte de la construcción que está a nivel de calle en la Plaza del Palacio y que se terminaría en 1346 con dos alas nuevas y la finalización de una tercera del Palacio Antiguo. Esto generaría en la parte central una plaza de accesos llamada Cour d’Honneur.

Este cour nos presenta un aspecto menos sofisticado que el claustro del Palacio Viejo, ya que recuerda más a las construcciones civiles medievales en las que el orden y simetría en puertas y ventanas no es la prioridad, sinó el funcionalismo. En este espacio se realizan en la actualidad eventos teatrales y conciertos, convirtiéndolo en un punto muy relevante de la vida cultural de Avignon. Otro punto clave de la nueva estructura es la Grande Chapelle, la cual sería el espacio principal de ceremonias religiosas dentro del recinto del Palais. Cuando no hay ninguna exposición el la capilla grande y hay unos meros bancos en los que el visitante se sienta a reposar, la imagen es espectacular. Sencillez absoluta con los mínimos arcos de crucería góticos haciendo referencia al orden cistercenco que era totalmente opuesto a la opulencia gótica parisina.

Otras dos estancias muy relevantes son la Capilla de Saint-Martial y la de Saint-Jean, las cuales se ubican en la Torre des Chapelles del Palacio Viejo, pero que serían hechas bajo la promoción a la pintura mural por parte de Clemente VI. En ellas hay unas representaciones de la vida de estos santos de una gran factura. Su estilo está estrechamente ligado con la pintura italiana de la Toscana en la que se hacían enormes desarrollos técnicos desde mediados del siglo XIII. Por poner un ejemplo fácilmente visible, este estilo daba preferencia a la representación paisajística y arquitectónica en las pinturas por encima de los fondos dorados y representaciones en un fondo más etéreo o vacío. El director artístico de estas dos capillas fue Mario Giovannetti, que las realizó junto a otros pintores europeos a los que guió entre 1343 y 1348.

Ante toda esta ambición y dispendio invertido en el Palacio Nuevo y en terminar o ampliar elementos del Viejo, se dejaron las arcas papales muy resentidas. Al fallecer Clemente VI, los siguientes 3 Papas hasta el regreso a Roma sólo podrían hacer obras menores dentro de la estructura del Palais. Inocencio VI (papado: 1352-1362) encargaría unas pinturas a Giovanetti en el Gran Salón de la Audiencia, finalizaría la Torre de Saint-Laurent y un puente que sería destruido en la época napoleónica. En el papado de Urbano V (1362-1370) se haría una nueva galería en el palacio y unos jardines en la parte trasera del mismo. Este Papa sería el primero en hacer un regreso temporal a Roma entre el año 67 y 70, momento en el que volvió a Avignon. Finalmente el último Papa francés, Gregorio XI marcharía definitivamente a Roma

La historia como negro paisaje de fondo (1300-1417)

Pero toda esta construcción que emana tanta riqueza y grandeza esconde un telón de fondo bastante complicado en lo que a sucesos se refiere. Evidentemente, el primer elemento es el que llevó al papado a Avignon: el conflicto entre Güelfos (pro papado) y Gibelinos (pro imperio germánico). Este llegaría a un punto de muy alta tensión cuando el Papa Juan XXII descalificaría al emperador Ludwig IV de Baviera, el cual promovería al antipapa Nicolás V y tendría amenazada la ciudad y al Condado Venaissin. Eso habría fomentado la fortificación del palacio papal de Avignon, el cual llega a tener muros de 5 metros de espesor.

El segundo elemento clave que le quedaba muy cercano a Avignon sería el inicio en 1337 de la Guerra de los Cien Años. En este evento el Papa Benedicto XII tendría un rol de mediador entre los reyes de Francia e Inglaterra, pero su relación se iría decantando por el monarca francés a medida que pasaban los Papas y llegando a su clímax con Urbano V. Eso supondría que a parte del enorme gasto que suponía el Palais des Papes, cada vez se financiaría más los esfuerzos de guerra franceses del bolsillo de la Iglesia. Adicionalmente, el inicio de la Peste Negra en 1346 afectaría de una forma radical la demografía europea y con la particularidad que uno de sus focos iniciales, Marsella, era muy cercano al Condado Venaissin.

El físico que tenían en el Papado de Avignon, Raimundo Chalmel, durante la pandemia detectó en el primer brote (1346-1353) el fallecimiento de dos tercios de la población de la zona. Por último, es importante entender que con el regreso a Roma no acabarían los conflictos entre las facciones papal e imperial y durante el regreso de Gregorio XI se seguirían unas políticas de castigo contra las ciudades pro imperiales que generarían un contramovimiento muy fuerte. Florencia, Milán, Bolognia o Génova entre otras fomentarían la aparición de una seguidilla de antipapas que se establecería en Avignon y que se le daría cierre de manera oficial en 1417 con la elección del Papa Martín V. Este suceso es históricamente conocido como el Cisma de Occidente o de Avignon.

Como llegar

El aeropuerto más cercano a Avignon es el de Avignon-Provence que está situado al sur este de la ciudad. A partir de él, si seguimos andando la Rte. de Marseille y tras dos rotondas frente el aeropuerto tendremos el autobús LER 22 el cuál nos acercará a la ciudad. Al llegar al destino (Routière PEM), tendremos a nuestra derecha la carretera Jean Jaurès que deberemos seguir incluso cuando pasé a llamarse Rue de la République. Al final de esta a nuestra derecha de nuevo tendremos la Pl. de l’Horloge que al seguirla nos llevará hasta la Plaza del Palais.

Horario

De lunes a domingo de 10 a 18h

Precio

12 euros (precio normal), 10 euros (estudiantes, jubilados), 6,5 euros (8-17 años), Gratis (menores de 8 años)

Contacto

Entradas y visitas combinadas

Mapa con la ubicación del Palais des Papes de Avignon

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