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Los Templos de Angkor: Una ruta por este parque arqueológico de Camboya

En lengua sánscrita Angkor significa ciudad y si alguna urbe recibe este nombre, significa que era muy importante en el territorio al que pertenece. En este caso, hablamos de un territorio que era capital del Imperio Jemer o también llamado Imperio de Angkor y que ocupaba la parte sur de la Península de Indochina.

Este imperio que existió entre los siglos IX y XV sirvió de origen del actual reino de Camboya. Su civilización demostró un gran talento constructivo además de su poder conquistador y lo primero es lo que trataremos. Acompañadnos a esta ruta en la que veremos arte e historia captando el espíritu de esta era.

El origen de este recinto

Desde el primer siglo de nuestra era, varias tribus poblaban el tramo de selva que ocupa el recinto de Angkor. Esta sería la tónica de la zona hasta que a principios del siglo IX el rey Jayavarman II unificaría todos estos poblados mientras iba formando el Imperio Jemer. Esto traería en varios sentidos el desarrollo de la zona.

Preah Ko

El primer atisbo de este cambio se percibe con un templo ubicado a 15 kilómetros al sureste de la zona de Angkor, Preah Ko. Esta construcción promovida por el rey Idravaman en el año 879, establece un cánon de los templos que hoy ubicamos en nuestra ruta. Igualmente al final del artículo os ubicaremos la ubicación en el mapa.

Este templo dedica sus torres a los antepasados de Indravaman y sus mujeres, entre ellos a Jayavarman II. El nombre del templo, traducido como toro blanco, hace referencia a la montura de la diosa Shiva, Nandi. Esta primera construcción es un testigo de los logros de la dinastía que había formado el imperio angkoriano.

La ruta

Al norte de Siem Reap

Pero nuestra ruta que os facilitamos en este enlace, nos ubica de nuevo un poco más al norte, por encima de la actual ciudad de Siem Reap. Como referencia para llegar al recinto de Angkor desde la ciudad, debemos tomar hacia el norte la carretera Charles de Gaulle y tomar el Angkor Detour a la izquierda.

Iremos siguiendo esta ruta hasta que debamos girar hacia la derecha (dirección norte). Este camino lo seguiremos hasta que tengamos ante nosotros el punto de inicio de la ruta, el Rainbow Bridge. Este puente nos comunica con el primer templo de nuestro recorrido y tal vez el más paradigmático.

Angkor Wat

Simple y llanamente el templo más grande del mundo. Su construcción se sitúa en el siglo XII en el reinado de Suryavarman II y va ligada al crecimiento de la ciudad de Yasodharapura. Este núcleo urbano formado a finales del siglo IX es lo que posteriormente se conocería como Angkor Thom.

Siendo la palabra “wat” traducida como “templo”, debemos entender que este era el templo principal de la ciudad. En su origen estaba dedicado al dios hindú Vishnu, pero a final de su siglo de construcción pasará a ser un templo budista. El templo nunca sería abandonado por los monjes, cosa que lo mantendría relevante.

La torre central representa simbólicamente el Monte Meru, el punto de unión entre los universos físico y metafísico. En el interior del templo, nos encontramos con el Preah Poan (Sala de los 1000 Dioses) ,donde se hacían ofrendas de figuritas de Buda, la capilla con la estatua de Vishnu o acceder al Bakan en la torre.

Este, que es el punto más alto de la construcción visitable, nos permite ver con algo más de perspectiva el foso que rodea el templo. Igualmente en los laterales, veremos los edificios de bibliotecas en los extremos del recinto. Estos espacios han sido restaurados desde el descubrimiento occidental del lugar en el siglo XIX.

Prohm Kel

Si seguimos la ruta por donde hemos accedido al Rainbow Bridge unos 300 metros al norte, nos encontramos nuestra siguiente parada, el Templete de Prohm o Brahma Kel. Esta construcción del siglo XII fué promovida por Jayarvaman VII. Este es un buen ejemplo del tipo de capillas que se repartían por todo el Imperio Jemer.

Phnom Bakheng

Con el siguiente templo de nuestro recorrido nos podemos remontar de nuevo a los orígenes de la revolución de la zona. Esta construcción piramidal de finales del siglo IX es otra muestra de cómo se iba formando la civilización de Angkor. Su razón de ser era doble: un monumento dedicado a la diosa Shiva y al Monte Meru.

Y sin duda, para el visitante toma un mayor elemento místico cuando desde su parte superior puede ver varios templos en el horizonte mezclados en la selva. Eso sí, siempre hemos de mantener un gran respeto por esta estructura que aunque estable, tiene elementos artísticos muy delicados por el paso de los siglos.

Angkor Thom

Tras el paso por Phnom Bakheng, debemos seguir por el camino principal en dirección norte. Veremos cómo la naturaleza se va densificando a nuestro alrededor a partir de este punto creando un paraje forestal de enorme belleza. Lo afortunado, es que disponemos de una carretera asfaltada para ir con vehículo

Una señal de que vamos en la dirección correcta es que pasaremos por el Puente de Tonle Om. Este puente con su monumental entrada en el otro extremo, son el acceso a la antigua Angkor Thom (la ciudad de Angkor). Esta zona urbana que sería abandonada con el tiempo preserva varías construcciones de nuestro recorrido.

Templo de Bayón

Nuestro camino obliga a rodear una de las paradas que os recomendamos en este artículo. Esta es otra de las construcciones de Jayavarman VII hechas en el siglo XII y que demuestra el potencial urbano de esta era. Originalmente su nombre era Chey Kiri, que en jemer significaba monte de la victoria.

Su conjunto de torres genera una primera impresión fuerte en el espectador ya desde lejos. Su estilo es mucho más recargado que el de Angkor Wat y tiene un conjunto escultórico de gran relevancia. Esto se debe a que esta obra tenía que ser la cumbre del nuevo urbanismo imperial junto a los puentes, templos y terrazas.

Baphuon

Otro ejemplo notable de la zona urbanística es el Templo de Baphuon, el cual nos ofrece una estructura distinta a Bayón. Su origen es más antiguo que el anterior, siendo del siglo XI y su forma es piramidal. Originalmente estaba dedicado a la diosa Shiva, pero los cambios religiosos de la zona lo han convertido en budista.

Si bien lo que se preserva en la actualidad es un monumento digno de ser visto, se han perdido elementos cruciales de la obra. Por ejemplo, su torre central que era de madera con una pátina dorada o buena parte de la estructura derrumbada, que supuso una compleja restauración a lo largo del siglo pasado.

Igualmente, de esta zona os citamos algunos lugares que estarán a nuestra vista. Las Terrazas de los Elefantes y del Rey Leproso, nos ofrecen un conjunto de relieves muy complejo. La primera recibe su nombre por mostrar escenas y esculturas con este animal y la otra por qué Jayavarman VII, su fundador, padeció la enfermedad.

Al norte de la ciudad

Volvemos a la ruta principal para embarcarnos en un recorrido de unos 3 kilómetros hasta nuestro próximo destino. De nuevo, como señal de que vamos por el camino correcto, saldremos por el acceso norte de Angkor Thom. Tras el paso por esta construcción monumental, deberemos tomar la carretera derecha.

Preah Khan

Una referencia de que estamos llegando a nuestra siguiente parada es en el lado derecho de la carretera. Junto a su camino de acceso, el templo de Preah Khan tiene un restaurante para los visitantes al mismo. Cuando tomemos esta senda, tendremos una entrada monumental similar a la vista en los puentes anteriores.

Este templo es otra obra promovida por Jayavarman VII, en este caso, tras su conquista en 1191 de varios territorios independientes de los champas. Aunque en él se han realizado varias restauraciones para consolidar la estructura, se ha querido preservar su aspecto conquistado por la naturaleza salvaje.

La compleja colección de edificios que se pueden vislumbrar alrededor del templo y el foso de agua que le rodea, nos hace pensar en una sólida teoría. Este templo dedicado a la Espada Real, parecía ser una respuesta a la majestuosa construcción de Angkor Wat, pero en el norte de la ciudad.

Si queremos seguir el recorrido, deberemos volver a nuestro camino de referencia y seguirlo en dirección norte. En un cierto momento, esta carretera nos obligará a girar a la derecha en un recorrido que nos lleva en total casi 6 kilómetros. Por las distancias y tipo de carreteras os recomendamos el jeep de alquiler o el tuk tuk.

Neak Pean

En un cierto punto, veremos a nuestra derecha un lago artificial (Baray) en el que destaca una isla en él, Neak Pean. En ella se ubica un templo circular en un pequeño estanque del que se consideraban sus aguas medicinales. Jayavarman VII concibió alrededor 4 estanques que representan los elementos: agua, aire, fuego y tierra.

El estanque es un simbolismo de Anavatapta, un lago legendario que se ubica supuestamente en el Himalaya y que tenía las mismas propiedades. Dos serpientes (Nanda y Upananda) decoran la base del templo, las cuales se relacionan con este mítico lago. Curiosamente, la serpiente siempre se ha vinculado con la medicina.

Sector Este

Volvemos a nuestra ruta siguiendo el lago Baray y en un cierto momento tomaremos la carretera derecha que lo bordea por el lado este. Este recorrido de 6 kilómetros baja un poco en la frondosidad de árboles para mostrar amplios campos verdes. Si nos mantenemos por el camino, nuestra recompensa estará a la derecha.

Mebon Oriental

La siguiente muestra de arte arquitectónico nos lleva unos siglos atrás, en concreto al siglo X. Su promotor, Rajendravarman II, quería levantar un templo en honor a sus padres y a la diosa Shiva. Además de por su estructura y torres, Mebon Oriental destaca por sus esculturas de leones y elefantes.

De forma legendaria los elefantes se relacionan con la montura de Indra, rey del paraíso y dios de los cielos y los fenómenos meteorológicos. Antiguamente este templo tenía el lago artificial Mebon que lo rodeaba convirtiéndolo en una isla. Este hecho se puede percibir por los vestigios de los embarcaderos que tenía.

Pre Rup

Siguiendo el camino que nos ha llevado a Mebon en dirección sur, nos encontramos con otro templo del mismo periodo. En este caso tenemos una construcción bastante especial, ya que estamos ante un templo-estado que tenía sus propias viviendas. Es decir, era como un pequeño pueblo con sus propias leyes.

A nivel arquitectónico hay bastante consenso que Rajendravarman II usó al mismo arquitecto que en Mebon Oriental. Eso sí, existen más dudas sobre cuál de los monumentos influyó al otro en estilo, pero de este afortunadamente se conservan en buen estado sus cuatro gopura (puerta torre) de acceso.

Tras pasar por Pre Rup y volver al camino principal, nos veremos forzados a girar a la derecha y avanzar unos 2 kilómetros por la carretera. Esto nos llevará de regreso al sector de bosque frondoso. Veremos en un cierto punto un cruce con un cartel rojo en el centro, deberemos seguir el camino recto para nuestro destino.

Ta Prohm

De nuevo, nuestra ruta nos obligará a girar a la derecha para llegar al acceso de nuestra siguiente parada. Veremos a nuestra izquierda como se insinúan los muros derruidos de Ta Prohm. Toda esta zona que rodea el acceso está muy frecuentada por paraditas de comida y restaurantes móviles que aprovechan el turismo.

Cuando cruzamos el pasaje de acceso, nos encontramos un recinto por el que se ha dejado actuar plenamente la naturaleza. Cuando se empezaron los procesos de restauración en Angkor, Ta Prohm se quiso dejar como un ejemplo de cómo la vegetación y el tiempo afectan a la ancestral mano del hombre.

Si miramos su historia, volvemos a otra de las obras de Jayavarman VII durante el siglo XII. Su función era la de centro de formación para monjes budistas y se lo dedicó a su madre que la representaba como Sutras (Diosa de la Sabiduría). Todas las obras del siglo XII vistas se marcan en el estilo bayon, cúspide artística jemer.

Banteay Kdei

El cierre de nuestra ruta nos demanda retroceder hasta el cruce del cartel rojo que antes hemos mencionado. En esta ocasión, tomaremos el camino alternativo girando a la derecha y seguiremos recto unos 250 metros hasta llegar al acceso de Banteay Kdei.

Esta ciudadela, sigue un estilo similar al visto en Ta Prohm pero en unas dimensiones más pequeñas. Esto se debe a que de nuevo, fue una construcción encargada por Jayavarman VII para una comunidad de monjes. Esto le valdría el apodo de “La Ciudadela de los Monjes” en tiempos imperiales.

Para poder regresar a nuestro punto de inicio simplemente nos basta con seguir el camino que hemos avanzado para llegar a Banteay. Si avanzamos unos 5 kilómetros y medio por él, llegaremos al acceso a la carretera Charles de Gaulle. Enfocados a Siem Reap, cerramos el recorrido de nuestra ruta.

Mapa con las ubicaciones relevantes de Angkor

Apuntes sobre la visita

Para personas extranjeras, el acceso al Parque Arqueológico de Angkor nos exige tener el Angkor Pass. Los pases son de 1, 3 o 7 días y se deben llevar siempre a mano, ya que nos los piden en cualquier punto del recinto. La compra de estos se debe hacer en el centro turístico del parque ubicado en la carretera Charles de Gaulle.

Como recomendación, el ticket de 1 día es recomendable para la visita a Angkor Wat y Angkor Thom. El de 3 días nos parece el más equilibrado para ver todo el recorrido dividiéndolo en tres partes: sector oeste, sector norte y sector este. El de 7 sólo lo recomendamos a amantes de estos templos con ganas de explorar.

Horarios

Cada día de 5 a 17:30h

Precios

Angkor Pass: 37 USD - 34.13EUR (1 día), 62 USD - 57.2EUR (3 días), 72 USD - 66.42EUR (7 días).

*El ticket de 3 días es válido para esta cantidad de días en una semana, mientras que el de 7 nos ofrece la posibilidad de gastar estos en espacio de un mes*

Contacto

Teléfono: +85 56 396 54 14

Web: angkorenterprise.gov.kh/

Dirección: Apsara Rd, Krong Siem Reap, Camboya (ver en Google Maps)

Cómo llegar

El aeropuerto más cercano al recinto arqueológico de Angkor es el Siem Reap International Airport. Este se sitúa a unos 6 kilómetros de la zona de Angkor y tanto la ciudad como el parque están bien comunicados. Para los desplazamientos os recomendamos el alquiler de un vehículo para realizar los trayectos.

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