La ciudad de Veliko Tarnovo se encuentra al norte de Bulgaria, como una de las más importantes y antiguas del país. De hecho, fue la primera capital búlgara, y suele incluirse entre los destinos imprescindibles por visitar en la región. No es para menos, ya que se trata de una ciudad de la que te enamoras nada más llegar.
Se sitúa a orillas del río Yantra, aproximadamente a 250 Kilómetros de la actual capital Sofía. Veliko Tarnovo es un entorno relajante y muy aislado, que tiene fama por no conglomerar a demasiados turistas. Buena parte de su atractivo radica en la llamativa arquitectura que se alza a lo largo de la ciudad, que fue construida en la ladera de una montaña.
¿Qué ver en Veliko Tarnovo?
Todo su paisaje la hacen merecedora de ser visitada, con una cultura que mezcla entre tradición y modernidad. Actualmente, estos son algunos de los rincones que debes ver en caso de que viajes a Veliko Tarnovo.
Fortaleza de Tsarevets
Este es probablemente el punto más conocido de Veliko Tarnovo y uno de los monumentos más impresionantes en toda Bulgaria. Su exterior es imponente, con enormes muros que se recortan contra la montaña sobre la que se construyeron. Ocupa un área de unos 2.800 metros cuadrados y se observa casi desde cualquier parte de la ciudad.
Los bizantinos construyeron la primera fortaleza entre los siglos V y VII. Más tarde fue fortificada por búlgaros y esclavos entre los siglos VII y X. A finales del siglo XIV fue saqueada por turcos, lo que vemos hoy en día es la reconstrucción que llevaron a cabo los comunistas en un intento de recuperar parte de su antiguo esplendor.
El interior también se puede visitar, aunque hay que pagar para acceder mediante una larga pasarela. Lo cierto es que su interior dista mucho del atractivo exterior y no todos encontrarán las ruinas del Palacio Real tan interesantes. Por otra parte, en el centro se encuentra el reconstruido Complejo del Patriarca, conocido como La Catedral de la Ascención.
Barrio Asenova y sus iglesias
A los pies de la fortaleza vivían todos los artesanos que trabajaban en ella, es lo que hoy conocemos como el barrio Asenova. Un sitio histórico de Veliko Tarnovo, ubicado sobre varias colinas, con calles empinadas y arquitectura renacentista. Algunas de las casas tienen más de 200 años, sobre las que todavía se puede ver el trabajo de latón, madera y cuero. Su bazar de artesanías es uno de los puntos más interesantes del lugar, en el que puedes comprar un bonito recuerdo. Además, en Asenova están algunas iglesias ortodoxas de pequeño tamaño que no deberías dejar escapar.
- Iglesia de la Asunción: Ubicada junto al descampado en el que se puede aparcar. Suele estar cerrada y la rodea un pequeño cementerio.
- Iglesia de los 40 Mártires: Fue edificada en el 1230 para conmemorar la victoria del zar Iván II sobre los bizantinos. Posteriormente, fue un mausoleo real y los turcos la usaron como mezquita. En el lado contrario al acceso, se ubica el puente que lleva a Arbanasi.
- Iglesia Sveti Georgi (San George): Es un templo Rotonda de ladrillo rojo construida en el siglo IV. Está rodeada por unos muros y solamente se puede acceder con una visita guiada
- Iglesia de Sveti Petr y Pavel (San Pedro y Pablo): En el mismo extremo del río que las iglesias anteriores, la rodea un jardín y a través de las ventanas se pueden ver sus murales de los siglos XIV y XVII.
- Iglesia de Sveti Dimitar (San Demetrio): Ubicada al otro extremo del río, es fácil llegar a pie y es la más antigua de Veliko Tarnovo. Al igual que el resto de iglesias del lugar, encontrarla abierta es solo cuestión de suerte.
El parque “Mini Bulgaria”
Fue inaugurado en el 2017 y se encuentra justo detrás de la fortaleza Tsarevets.
En este espacio se exponen varias maquetas de otros sitios emblemáticos de Bulgaria, con una escala 1:25, de ahí su nombre “Mini Bulgaria”. Las maquetas están elaboradas con policloruro de vinilo, un polímero que las hace resistente a la intemperie.
La entrada tiene un precio de unos 5 euros por persona. El parque se encuentra en constante expansión, así que con cada visita es posible encontrar una estructura nueva. Viene especialmente bien para aquellos turistas que quieren conocer más del país, pero no tienen tiempo o recursos para visitar cada sitio emblemático.
Varosha
Se trata del tranquilo casco antiguo de Veliko Tarnovo, con calles empedradas y peatonales, muy agradable para tomar un paseo en una tarde tranquila. Está llena de casas del renacimiento Búlgaro, algunas incluso reconstruidas.
A lo largo de la calle principal de Varosha hay talleres de artesanía, abiertos a los turistas. A poca distancia, en las calles de encanto menos transitadas, se encuentran algunas mansiones y estructuras, que fueron restauradas para convertirlas en interesantes museos. Entre las estructuras que destacan podemos visitar:
- Museo Arqueológico.
- Museo del Renacimiento Nacional.
- Serafkina Kashta, una casa de estilo Renacimiento Nacional que hoy sirve de museo en el que se exhiben joyas, tallas y trajes tradicionales.
- Sveta Bogoroditsa, la catedral de Veliko Tarnovo y la iglesia más grande de la ciudad.
Espectáculo de luces
La experiencia en Veliko Tarnovo no está completa sin el espectáculo en el que se resume la historia de Bulgaria mediante música, luces de colores y rayos láser.
Por lo general se realiza en días festivos, cada tantas semanas. La sincronización entre la luz y el sonido es perfecta, con la fortaleza Tsarevets de fondo. El espectáculo está diseñado para ser visto desde una terraza especial cuyo acceso es limitado y tiene un costo de 10 euros. Sin embargo, hay días en que es gratuito y el sonido se hace audible desde la pequeña plaza a la entrada de la fortaleza y los alrededores. Para asegurarte que tu visita coincida con las luces, revisa aquí las fechas y horarios. También puedes registrar tu entrada con anticipación.
