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Santa Sofía de Estambul: una catedral ahora mezquita en el centro de la historia

No ha habido otro igual en el mundo: otro edificio que, con más de 1.500 años de historia haya sido, primero, una iglesia griego-ortodoxa y, después, por ese orden, una catedral católica, una catedral griego-ortodoxa, una mezquita imperial, un museo nacional y finalmente, desde hace pocos meses, una mezquita de nuevo.

No hay otra como esa: si hay un edificio codiciado en el mundo, este es, sin duda, Hagia Sophia —en griego—, Ayasofia —en turco—, Santa Sofía en español.

Este edificio de Estambul fue, durante más de 1.000 años, el más grande del mundo, y ahora su visita, a parte de ser gratuita, es espectacular: su interior conserva lo mejor del arte islámico otomano junto con lo mejor del arte cristiano medieval. Las paredes de Santa Sofía muestran iconos bizantinos milenarios junto con caligrafías árabes centenarias, además de luces y cobres traídos de los sitios donde el ejército del sultán llegaba y conquistaba.

Interior de Santa Sofía

Dónde está?

Entrada gratuita

Desde verano de 2020, la entrada a Santa Sofía ha pasado a ser gratis a causa de que el presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, reconvirtió el edificio en mezquita. Desde la década de los años 30, Santa Sofía era un museo.

Ahora es posible ver a musulmanes rezar todos los días dentro de este edificio, que es más antiguo que el propio islam: cuando las horas del rezo ocurren, los iconos y figuras cristianas son tapados con unas cortinas. Después de la plegaria, los turistas pueden entrar de nuevo, con las cortinas ya abiertas.

Entrada a Santa Sofía

Por qué visitar Santa Sofía

Si hay un sitio obligatorio a visitar en Estambul cuando se llega a esta ciudad, la mayor de Europa, este es sin duda Santa Sofía: ningún otro edificio del mundo ha despertado tantas pasiones durante tantos siglos. Terminada de construir en el siglo VI, Santa Sofía fue un lugar de peregrinaje hasta la conquista de Constantinopla por parte del Imperio Otomano.

Visitar Santa Sofía

Sus paredes interiores, según explica la leyenda, estaban recubiertos de oro al completo. La realidad es, probablemente, un poco menos fastuosa: no eran las paredes sino las figuras e iconos de la iglesia, los que eran de oro.

Cúpula Santa Sofía

Cuando el Sultán Mehmet Fatih conquistó Constantinopla en 1453 y la convirtió en la capital del Imperio Otomano, todo el oro fue saqueado, y los Cristos y santos de las paredes, cubiertos con una capa de yeso —en el islam, la representación de figuras en un espacio de rezo está prohibido—.

Desde dentro y fuera

No sería hasta 1935, año en que el edificio fue convertido en museo por le fundador de la República de Turquía, Mustafá Kemal Atatürk, cuando el arte cristiano de Santa Sofía podría volver a ver la luz.

Arte de Santa Sofía

Desde entonces, está disponible para todo aquel que quiera acercarse. Pero para los que no, para los que prefieren admirar Santa Sofía desde el exterior, el edificio tampoco defrauda. Levantada en el centro neurálgico de la península histórica de Estambul, Santa Sofía domina el paisaje como ninguna otra mezquita de los alrededores; y en ese barrio, el de Sultanahmet, hay muchas.

Vistas de Santa Sofía

Algunas, como la mezquita azul o la de Suleymaniye, son incluso mayores y más altas que Santa Sofía. Pero Santa Sofía, situada en lo alto de la colina, precipitándose sobre el mar del estrecho del Bósforo, las gana a todas: desde lejos, la mayor, más grande y más imponente, es siempre Santa Sofía.

Vistas de Santa Sofía desde el mar

Base artística

Y no solo eso: la antaño iglesia es, también, la referencia y base de todas las demás. El arte islámico otomano —la forma en que se basan la gran mayoría de mezquitas en Turquía— fue creado por el arquitecto imperial Mimar Sinan.

Casi todas las nuevas mezquitas modernas de Turquía son construidas siguiendo las pautas que dejó ese arquitecto, que vivió en el siglo XVI y fue el arquitecto personal de los sultanes Suleyman el Magnífico, Selim II y Murad III, cuando el Imperio Otomano dominaba media Europa y todos los Balcanes.

Historia de Santa Sofía

De Mimar Sinan son las mayores y más espectaculares mezquitas en esa región del mundo. Y como el mismo arquitecto dejó escrito, su base para construirlas, su inspiración, fue solo una: Santa Sofía.

Por eso, visitar Santa Sofía en la actualidad, no es solo un viaje al pasado de Estambul, una ciudad que ha vivido entre culturas, etnias, imperios y religiones. También es un viaje a todas las demás mezquitas de la ciudad y del país; un edificio para entender de dónde viene todo lo que vino después.

Santa Sofía de noche

Cuándo visitarla?

Y, sobre todo, si se visita Santa Sofía, debe de hacerse por la tarde: cuando el sol se cuela por las ventanas de la mezquita y sus rayos, de color amarillo o rojo intensos, pintan su interior de el dorado que, hace siglos y milenios, tuvo el mayor edificio del mundo.

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