Carretera de los huesos

Carretera de los huesos

Si bien es conocida a día de hoy como la Autopista de Kolyma, la Carretera de los huesos es uno de los parajes modernos que esconde una historia terrorífica, llena de muerte y desesperación, potenciada por el estalinismo más retorcido junto con el apoyo de lo que era conocido como la URSS.

Durante años, dicha información pasó desapercibida, escondida vilmente por los que perpetraron dicha tragedia. Hoy en día, sabemos algo de lo sucedido, algo que, si sois personas demasiado sensibles, avisamos que puede heriros emocionalmente y dejaros con un mal sabor de boca que ningún dentrífico será capaz de eliminar.

Historia de la Carretera de los huesos

Todo empezó en 1932, cuando el mismo Josef Stalin ordenó la construcción de dicha carretera que, si bien les pareció una buena idea, hoy en día conecta dos puntos insustanciales, concretamente entre los pueblos Tomtor y Oimiakón, dos sitios perdidos que ni la mano de Dios se ha molestado en colocar. Si bien también permite llegar hasta Magadan, un puerto comercial importante, el medio de transporte prioritario no sería el neumático.

¿Quién construyó esta carretera? Muy sencillo. Se hizo en dos tongadas. La primera utilizó prisioneros del campo de concentración de Sevvostlag, situado en la misma Rusia; la segunda cambió de campo y obligaron a los presos del Gulag a realizar dicha construcción hasta 1953.

Mencionar que, si bien Gulag se usaba en este contexto, la palabra acarrea más complejidad, llegando a servir para definir el sistema de los campos de concentración en términos generales o la misma sección del gobierno comunista responsable de su administración.

Pero, ¿por qué se llama la Carretera de los huesos? Por desgracia, su nombre es literal, pues este trozo de hormigón está construido encima de los cadáveres de los mismos presos condenados a trabajar en él. Utilizaron todos sus cuerpos como conglomerante poroso, mezclado con el resto de materiales que formaron la autopista de la desgracia.

Se dice, aunque solo son historias, que los mismos presos decidían suicidarse cuando llegaban a su límite; simplemente estirándose sobre la nieve para morir congelados lo antes posible.

Entonces, aparte de dicha historia de terror, ¿Qué convierte a la Carretera de los huesos en un sitio infernal?

El Reino del Terror

Por si el origen de esta carretera no fuera lo suficientemente horrendo, otras condiciones lo convierten, incluso, en algo mortal.

Nunca piséis ese lugar en invierno, donde las temperaturas oscilan entre los -60 y -70Cº. En diciembre de 2020, dos jóvenes, después de seguir una aplicación concreta de mapas, quedaron atrapados gracias a terribles nociones cartográficas en medio de la nada. Cuando los equipos de rescate los encontraron, hallaron a uno muerto y el otro muy grave. No se sabe de su recuperación.

Este lugar está exclusivamente reservado para aventureros que confunden agallas con imprudencia o transportistas que no tienen otro modo de llegar a Magadan.

Si bien su belleza puede parecer impactante, la sensación de soledad total, junto con el hecho de que no puedes protegerte bajo ninguna circunstancia si tu vehículo se estropea, o peor, te enfrentas a una oscuridad demasiado densa para no invocar traumas infantiles, no deja de ser un eco que silencia el rumor de las montañas y bosques circundantes.

Un dicho popular dice:

Kolima, Kolima. Encantador planeta. Donde el invierno dura 12 meses y el resto corresponde al verano.

Además, hoy en día se considera ilegal circular por allí sin una inspección previa, por parte de las autoridades competentes, del estado del vehículo y la mercancía transportada. Pues, como hemos dicho, si por desgracia algo te ocurre en medio de la Carretera de los huesos, tú destino más probable será la muerte.

Si bien es cierto que se han instalado recientemente pequeños refugios con calefacción y sistemas de comunicación, estos, junto con estaciones de servicio, pueden tener una distancia entre ellos de unos 250km aproximadamente. Así que sí, es mejor esto que nada, pero no soluciona nada a largo plazo.

Estado actual

Las condiciones de la Carretera de los huesos no han hecho más que empeorar, llegando a un estado donde empieza a ser dudosa la definición de la misma. Es imposible circular con un coche de medida estándar o familiar pues, muy probablemente, quedarán atrapados o colgados en medio del camino con expectativas de supervivencia limitadas.

Si bien el transporte de mercancías en Magadan se hace vía mar, todavía hay almas en pena que deben circular por ahí, encontrándose pueblos fantasma y pasando una jornada basada en la incertidumbre y el miedo.

Una guía de viajes rusa, desde 2001, describe este lugar de la siguiente manera:

La mayoría del tráfico va al interior desde Magadan o Yakutsk, por lo que el tramo central no está plenamente mantenido. Desde diciembre hasta quizás mayo se mantiene una carretera de invierno. En 1937, el centro fue realineado. Se extendió un ramal al noroeste hacia Ust-Nera y se construyó una carretera de invierno hacia el sur hasta Kiubiumé. Tras ese tramo se desvía al noreste de Kiubumé, pero no tiene mantenimiento.

Aventura de tentación cuestionable

Desde la caída del muro de Berlín, concretamente en 1995, la Carretera de los huesos es utilizada, principalmente, como reto deportivo, o concepto de dudosa aventura, para ciertos viajeros que desean cumplir el reto de superar esa travesía, demostrando que es posible sobrevivir a ello, aunque se jueguen más que la piel.

Si queréis un documento audiovisual de ello y buena calidad, recomendamos visionar la serie documental de Ewan Mc Gregor y Charlie Boorman, Long Way Round, estrenada en 2004, donde deciden dar la vuelta al mundo en motocicleta. Para llegar a Magadán, utilizan la Carretera de los huesos, cosa que resulta, cómo decirlo, interesante. Hasta aquí puedo escribir.

Para finalizar un artículo que podría firmar Stephen King solo decir que, por encima de todo, este lugar está construido a base de muerte, desgracia y tortura. Por muy aventurero que uno sea, debería ser un lugar totalmente aislado; un memorial para las víctimas que dejaron su vida en la construcción. Aunque, teniendo en cuenta el valor de la información con el gobierno ruso actual, acabará convirtiéndose en un recorrido de culto para venerar y justificar los crímenes de la humanidad.

¿Qué te ha parecido este artículo?