Lago

Los diez lagos más bellos del mundo

La naturaleza, ese ser delicado pero inquebrantable. Madre de todos los ecosistemas y escenario de los espectáculos más bellos y maravillosos producidos sobre la faz del planeta.

Tierra, agua, aire y fuego. Elementos que se entrelazan, se funden, se repelen y mutan; formando valles, montañas, mares, desiertos, volcanes, mesetas y lagunas.

En este post, queremos rendir homenaje a estas últimas; seleccionando aquellas que para nosotros conjugan mayores atractivos. Que se erigen como cuna de diversidad animal y vegetal, esbozando los más bellos paisajes a los cuales el hombre tiene oportunidad de viajar. Entre todos ellos, escogemos los que para nosotros son portadores de este ADN.

Un viaje alrededor del globo terráqueo en busca de los más bellos del mundo. Lagos profundos, de aguas transparentes, multicolores. De características particulares y acompañados por leyendas e historias mágicas y fabulosas.

¡Acompañadnos!

El Lago de los Cuatro Cantones, Suiza

Situado en el centro del país, el lago de los Cuatro Cantones o "Vierwaldstättersee" (también conocido como el Lago de Lucerna) es el cuarto más grande de Suiza.

Con una superficie total de ciento catorce kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de dos cientos catorce metros, esta alberca de forma extraña y sinuosa debe su nombre a los cuatro cantones que la delimitan; Uri, Schwyz, Unterwalelden y Lucerna.

Erigido como el más espectacular del país, el Lago de los Cuatro Cantones no solo es famoso por ser el escenario en el que Guillermo Tell logró escapar de la tiranía de la casa de los Habsburgo. Altdorf, la ciudad donde Tell disparó la flecha contra la manzana colocada sobre la cabeza de su hijo Walter; Weggis, el pueblo que Mark Twain definió como el más bello del mundo y Rütli, la pradera donde se fundó la "Confederación Suiza", son algunos de los lugares históricos que circundan esta impresionante marisma cobijada entre grandes montañas desde las cuales contemplar su impresionante panorámica.

Desde el valle Reuss hasta su llegada a Lucerna, la mayor ciudad a orillas del lago; su zigzagueante caudal traza un recorrido caprichoso que podemos realizar a bordo de alguno de los veinte barcos que navegan apaciblemente por sus aguas, siendo este uno de sus mayores atractivos turísticos.

Ya en tierra firme, merece la pena acercarse a conocer el pueblo de Brunnen, donde se encuentran las famosas fábricas de navajas Victorinox y la de cristal de Hergiswil o recorrer Lucerna, cuna del famoso compositor Richard Wagner y visitar el que fuere su hogar (hoy convertido en casa museo) al son de la "Cabalgata de las Valquirias".

Panorámica del Lago de los Cuatro Cantones, Suiza.

El Lago Jökulsárlón, Islandia

Alrededor de 1934, entre la cueva glaciar de Skaftafell y el pueblo de Höfn, apareció el Lago de Jökulsárlón. Un embalse surgido a raíz del deshielo del glaciar de Vatnajökull, el cual se cree que en época de los primeros colonos se encontraba veinte kilómetros más al norte de donde se situa hoy.

Tiempo después, durante la Pequeña Edad de Hielo, el glaciar fue avanzando y retrocediendo en volumen, hasta formar finalmente un lago de más de doscientos sesenta metros de profundidad, surcado por centenares de pequeños icebergs desprendidos de lo que queda del Vatnajökull. Espectaculares bloques de hielo que sinergen con las arenas volcánicas, creando una llamativa e irreal gama cromática que se extiende desde el blanco pálido al negro de la lava, pasando por el catártico azul turquesa y el amarillo del azufre, producido por las cenizas desprendidas de antiguas erupciones.

La captura de emmudecedoras instantáneas al caer el sol, disfrutar de la fauna y flora que rodea Jökulsárlón o recorrer su gélida extensión a bordo de botes hinchables o vehículos anfibios emulando algunas de las escenas de 007, Batman o Tom Rider aquí rodadas, conforman el catálogo de actividades turísticas que acompañan la vista al lago. Desgraciadamente, el progresivo calentamiento global ha provocado un intenso crecimiento de su superficie, augurando un futuro francamente incierto para este.

Así que aventureros, no os lo penséis y acercaros a visitar uno de los enclaves más representativos de Islandia.

Panorámica del Lago Jökulsárlón, Islandia.

El Mar Muerto, Israel

A pesar de lo engañoso de su nombre, el Mar Muerto ("Yam Hamelach", que significa mar de la sal), una de las maravillas más hermosas del mundo, es un lago. Eso sí, salado.

En pleno corazón del Valle del Rift, fronteriza con Jordania, esta albufera se originó a causa de los movimientos producidos por las placas tectónicas arábiga y africana, bebiendo del río Jordán; el cual nace en la cima de los Altos del Golán.

Situado a más de trescientos metros bajo el nivel del mar, el Mar Muerto se encuentra en el punto más bajo del globo terráqueo, otorgándole unas duras condiciones biotopicas que imposibilitan la existencia de vida en él.

A pesar de los intentos recientes por proclamarlo Patrimonio Natural de la Humanidad, el progresivo deterioro de su estado durante los últimos años, atestiguado por el paulatino deceso en su capacidad a raíz del más que constatado cambio climático, ha imposibilitado que así fuera. Aun así, el estero constituye uno de los destinos más florecientes y bellos de Israel; aunque también terapéuticos, ya que las cualidades medicinales de sus aguas y barros se remontan a tiempos bíblicos.

Una mezcla irresistible de paisaje, cultura e historia referenciada a lo largo de los siglos por personajes tan conocidos como Aristóteles, Plinio, Josefo Flavio; y sus apariciones como escenario divino en las sagradas escrituras.

Aguas cristalinas de consistencia aceitosa y exacerbante salinidad que permiten aboyar su superficie, perdiéndose entre los bucólicos colores de sus cimas y llanuras desérticas en las que se encuentran otros destinos de gran interés turístico como las cuevas de Qumran, donde se hallaron los Rollos del Mar Muerto; las ruinas de Masada, lugar donde los romanos se establecieron durante la Guerra de los judíos o el famoso Monte Nebo, enclave donde pereció Moisés tras vislumbrar tierra prometida y los restos de la ciudad de Jericó.

Panorámica del Mar Muerto, Israel.

El Lagos de Jiuzhaigou, China

El Parque Nacional Jiuzhaigou, situado en el condado de Jiuzhai en la prefectura tibetana de Aba, al suroeste de la provincia de Sichuan; se erige como una magnífica reserva natural protegida designada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en mil novecientos noventa y dos e incluida en su Programa de Reservas de la Biosfera en mil novecientos noventa y siete. Pasando a formar parte así, de la Red Mundial de Reservas de Asia y el Pacífico.

En medio de un extenso valle de más de setecientos veinte kilómetros cuadrados forjados por glaciares, depresiones hidrológicas y fallas volcánicas, Jiuzhaigou alberga verdaderos prodigios de la naturaleza.

Escarpadas montañas, terrazas de piedra caliza, cuevas, bosques de bambú y por supuesto agua, muchísima agua en todas sus formas.

Cascadas, fuentes, arroyos. Pero sin hay un verdadero protagonista este son sus lagos, los más bellos del país. Cientos donde elegir. Más o menos profundos, de aguas más o menos claras y con multitud de tonalidades e incluso tan transparentes que es imposible discernir el origen y el fin de los paisajes que los circunscriben.

De entre todos ellos merecen especial atención cuatro, que resultan de visita obligada:

El lago de los cinco colores

Todo y erigirse como uno de los más pequeños y menos profundos que encontramos en el parque, sus fulgurantes aguas y su paleta cromática degradada del azul al amarillo, lo convierten en una de las imágenes más plásticas del valle.

El Lago del Espejo

Tal y como su nombre indica, el vivo reflejo de la magnificencia de sus alrededores.

El Lago Panda

Además de ser una de los más bellos y exultantes, desemboca en una bucólica cascada con el mismo nombre, el cual deben a que, años atrás, fueron manantial de abastecimiento de los osos panda que moraban la llanura.

El Lago de las Cinco Flores (Wuhua Hai)

Sin duda el más espectacular y famoso de Jiuzhaigou. Un lugar mágico donde sentirnos parte de un fascinante cuento de hadas.

Rodeado por imponentes montañas, el Lago de las Cinco Flores tiene una profundidad máxima de cuatro metros y ochenta centímetros, inundada por cristalinas aguas que permiten la división de su lecho y la cromática deposición de travertino (un tipo de roca caliza blanca o de color claro característica de los manantiales minerales) que, junto a las algas y su diferente distribución, crean llamativos bloques cromáticos que se mimetizan con el entorno en un juego que recorre los amarillos del ámbar, el verde del jade y la esmeralda, el azul de las turquesas y el zafiro y hasta el rosa coral. Cinco tonalidades a las cuales debe su nombre y que lo convierten en toda una joya viva de la naturaleza.

En China, estos lagos de intensas tonalidades reciben el nombre de "Haizi", que significa “hijo del mar”. Una nomenclatura que aviva los muchos secretos que esconde esta marisma, considerada como lugar sagrado por los lugareños.

Un halo de magia y misterio provocado por hechos inexplicables como la sequía que padecen las aldeas del entorno mientras el nivel de las aguas del lago se mantiene constante o el que supone que su superficie nunca se hiele tras ser azotada por las gélidas temperaturas invernales, mientras si lo hace la del resto de lagos circundantes. Leyendas que otorgan un espíritu fantástico al lugar, pero que como siempre la ciencia se encarga de clarificar. Aun así, os invitamos a visitarlo con la mentalidad abierta y curiosa de un niño, dejándoos llevar a través de la hermosa escénica de las panorámicas divisadas desde la pasarela de madera que bordea su orilla oeste o desde Tiger Stone, uno de sus mejores miradores.

Panorámica del Lago de las cinco flores en el Parque Nacional de Jiuzhaigou, China

El Lago Inle, Myanmar

En el corazón de la antigua Birmania encontramos el Lago Inle, preserva de tradiciones y estampas ancestrales que hoy se revelan inmortales.

Estepas de oro, aldeas flotantes repletas de talleres orfebres y artesanales y pescadores que danzan sobre sus aguas revelando la lógica de una subsistencia basada en el turismo, el comercio y el autoabastecimiento.

Considerado el segundo lago más extenso de todo Myanmar, Inle todavía esconde postales capaces de retener la mirada inocente de sus lugareños y aquellos ocasos teñidos de fuego que recortan las bellas y acrobáticas siluetas de sus arpilleros.

Carpas, bagres y otros peces entreveran su nado entre los botes y los ropajes que las mujeres de los poblados remojan en sus cristalinas aguas; reflejo de una vida que se pierde entre las brumas de la noche a la espera de la próxima alba.

Entre palafitos de colores, monasterios y viejos muelles de madera, el lago seduce a sus visitantes con itinerarios únicos que permiten mimetizarse a manera de simulacro con su gente y su cultura.

Talleres de cigarrillos saborizados con plátano seco, miel o semillas de anís; telares que muestran el proceso artesanal que siguen los tallos del loto hasta convertirse en exóticas telas; lingotes de plata que toman la forma de opulentos souvenirs… Un lugar que recoge la icónica del vocablo turismo, pero que permite un viaje a lo más profundo del ser humano si se está preparado.

Pescador en el lago Inle, Myanmar

El Lago Moraine, Canadá

Al abrigo de las gigantescas montañas Rocosas del Canadá y rodeado por los bosques de coníferas del valle de los Diez Picos (Valley of the Ten Peaks), encontramos el precioso Lago Moraine. Un estero de medio kilómetro cuadrado de deslumbrantes aguas turquesas creadas por el efecto de la refracción de la luz sobre el polvo de roca sedimentada en su lecho. Una tonalidad característica de los lagos de la Carretera de los Campos de Hielo (Icefields Parkway) y que, sin duda, lo encumbran como uno de los lugares más bellos del mundo; abanderando el Parque Nacional de Banff, en Alberta, donde se ubica.

Un paraje de los más codiciados no solo por los amantes de la naturaleza, ya que la magnificencia y espectacularidad que regalan sus panorámicas cautivan a miles de fotógrafos, tanto profesionales como aficionados. A modo de curiosidad debéis saber que una de sus instantáneas conforma una de las vistas previas del sistema Android, también presente en los fondos de pantalla de Windows 7; además de haber aparecido en el reverso de los billetes de veinte dólares canadienses entre mil novecientos sesenta y nueva y mil novecientos setenta y nueve.

Enclave de ensueño que hay que visitar, aunque solamente sea una vez en la vida. Donde dejarse cautivar por el lado salvaje de la madre tierra dejando que esta nos atrape y nos embriague completamente hasta beber de su esencia e icónicamente fundirnos con ella.

Panorámica del Lago Moraine, Canadá.

El Lago del cráter, EUA

"Crater Lake” es un lago situado en el Parque Nacional del Lago del Cráter, en el estado de Oregón; el cual forma parte de la cordillera de las Cascadas.

Famoso por el intenso azul y la transparencia de sus aguas, este lago es el más profundo del país; pues llena parcialmente una milenaria caldera volcánica de mil doscientos veinte metros de profundidad, surgida tras una gigantesca erupción que provocó el hundimiento del monte Mazama alrededor del año cinco mil setecientos a. C. Desde entonces, toda su actividad se ha reducido con posteriores erupciones que crearon accidentes geográficos tan característicos como la conocida “Wizard Island” (isla del mago); el “Merriam Cone” o el “Old Man of Crater Lake” (el viejo hombre del lago), una columna basáltica emergida de las profundidades.

Se estima que fueron necesarios alrededor de setecientos veinte años para llenar el estero hasta su profundidad actual con unas aguas consideradas como las más puras y transparentes de toda Norteamérica gracias, principalmente, al hecho de que "Crater Lake" no presenta ni entradas ni afluentes.

Durante mucho tiempo, la tribu amerindia de los Klamath, consideró este lugar como sagrado. Sus leyendas cuentan como sus jefes, Llao y Skell, se enfrentaron en una lucha que provocó la destrucción del monte Mazama, hogar de Llao, originando el lago. A partir de ese momento, este fue usado por la tribu como canal nigromántico, en búsqueda de visiones en las que se les encomendaban peligrosas tareas con las que obtener poderes espirituales, desatando todo un mundo mágico e inhóspito a su alrededor.

Panorámica del Lago del Cráter, EUA.

La Laguna Colorada, Bolivia

La naturaleza en ocasiones ofrece espectáculos cromáticos casi irreales. Este es el caso de la Laguna Colorada de Uyuni. Una albufera situada a catorce mil pies de altitud, dentro de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa, en el altiplano potosino, cerca de la frontera con Chile.

Con una superficie de cincuenta y cuatro kilómetros cuadrados y una profundidad que no supera los treinta y cinco centímetros, este lago de paleta rosácea variada debe su coloración a los pigmentos que componen algunas de sus algas.

En él es habitual poder contemplar gran número de aves migratorias y en peligro de extinción, como los flamencos de James que, posados sobre su lecho en busca de rico plancton, ofrecen unas de las postales más bellas del enclave.

La alta cantidad de sales y minerales presente en sus aguas la erigen como una laguna de tipo alto andina-salina y la presencia de sus marmóreas islas de bórax son otra de las estampas singulares del lugar.

Por lo que respeta a sus alrededores, la mayor parte del entrono lo conforman rocas desérticas y depósitos de sal, encontrándose muy próxima la zona geotérmica de los géiseres de Sol de Manana. Humeantes cráteres de nubes de vapor que dibujan un paisaje nunca visto en cualquier otro punto de la Tierra.

Cabe señalar que dentro de la Reserva Nacional encontramos otras lagunas como la Laguna Verde, conocida por sus extraordinarias aguas de color verde esmeralda o el Lago Licancabur, situado a diecinueve mil cuatrocientos pies de altitud en el corazón de su homónimo volcán y considerado uno de los más altos del mundo.

Un paraje con una amplia flora y fauna y muy próspero en recursos naturales, convertido en una de las joyas más preciadas de Bolivia.

Panorámica de Laguna Colorada, Bolivia.

El Lago Pehoé, Chile

Ubicado en el corazón del Parque Nacional Torres del Paine, en la provincia de Última Esperanza, cerca de la Patagonia, encontramos el Lago Pehoé.

Declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en mil novecientos setenta y ocho, este estero disfruta de su privilegiada situación circunscrita por un elevado cordón montañoso donde disfrutar de sus alrededores recorriendo sus frondosos senderos, contemplando sus bellas panorámicas desde lo alto de miradores como el del Cóndor, surcando sus aguas a bordo de un catamarán o disfrutando de sus saltos y cascadas.

Además, el parque cuenta con un estupendo camping donde pernoctar y alberga otros atractivos turísticos de elevado interés como las Cornizas, la Laguna Azul o el Lago Grey. Parajes a los cuales podremos acceder tanto a pie como en vehículo y que colocaran la guinda a uno de los viajes más auténticos que puede realizarse en tierras suramericanas.

Panorámica del lago Pheoé, Chile.

Los Lagos de Covadonga, España

En el municipio de Cangas de Onís, en Asturias, encontramos uno de los parques naturales más sobrecogedores de España, el de los Picos de Europa. Un enclave de resplandeciente verdor que vislumbra poco a poco el sol entre brumas y nubes bajas que recorren más de mil cien metros de altitud.

Es allí donde se ubica la basílica de Covadonga, puerta de acceso a los lagos de origen glaciar que abanderan su nombre a lo largo y ancho del territorio estatal.

Aunque los más conocidos son el Enol y el Ercina, lo cierto es que el total lo conforman tres albercas, aunque el Bricial es menos conocido por ser de formación estacional.

El Lago Enol

Subiendo desde la ermita nos encontramos con el Enol, un enorme lago inserto en el paisaje que alcanza los veintitrés metros de profundidad.

Este alberga una importante población de cangrejos de río, síntoma inequívoco de la pureza de sus aguas. Un espejo en el cual gozar por partida doble de la belleza e inmensidad del paisaje que lo rodea.

Como no podía ser de otra forma, el lugar cuenta con su pertinente leyenda, la que relata de manera fantástica un origen más utópico, provocado por las lágrimas de una mujer.

El Lago Ercina

A unos pocos kilómetros de distancia, alrededor de los mil ciento ocho metros de altitud, se sitúa el Ercina. Un lago de menores dimensiones mucho menos empozado, que se erige sobre el telón de fondo que tejen las cumbres del Cornión.

Con una profundidad de no más de dos metros, sus riberas ofrecen una rica vegetación acuática muy golosa. Buen reclamo para fochas, ánades azulones, águilas ratoneras y cercetas, una comunidad avícola formada especialmente por córvidos y rapaces entre las que se encuentran algunas especies en peligro de extinción.

Los alrededores cuentan con numerosas rutas que recorren los Picos de Europa a través de los bosques de fresnos y hayas que, como impertérritos guardianes, custodian miradores tan exclusivos como el de Ordiales o el de Vega de Ario.

Un apacible lugar que guarda el secreto y vida de tierras asturianas, su gente y su cultura y el cual, con respeto, deberemos visitar.

Panorámica de los Lagos de Covadonga.

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