La pequeña isla tiene más de 570 kilómetros cuadrados y sus costas guardan algunas de las calas más bonitas de toda España. Ibiza recibe más de 8 millones de turistas al año y siempre se ha relacionado estrechamente con la fiesta. Es verdad que algunas de las mejores fiestas y discotecas de Europa están en esta isla, pero también existen planes alternativos, como visitar sus increíbles playa y calas.
Para aprovechar al máximo tiempo en la isla y visitar las calas que te presentamos a continuación, lo mejor es alquilar un coche.
Cala Salada y Cala Saladeta
Esta pequeña cala se encuentra en San Antonio, al norte de la isla, justo cuando acaba la larga bajada por la montaña. Se puede llegar a esta cala en coche, ya que al lado hay un aparcamiento, aun que casi siempre esta lleno. La mejor opción es dejar el coche arriba y bajar cogiendo un bus que te deja directamente en la cala.
Cala Salada está dividida en dos partes y rodeado por colinas repletas de pinos. Caminando por estas rocas llegas hasta Cala Saladeta, una cala muy pequeña que es aún más bonita si cabe que Cala Salada. Ambas son de arena dorada y aguas cristalinas que crean un paisaje de ensueño. Mientras que Cala Salada suele estar llena de gente, Cala Saladeta es similar en cuanto a belleza y es algo más tranquila que la anterior.
Cala Bassa
Esta famosa cala de Ibiza se encuentra en la zona oeste de la isla y es de arena blanca y aguas turquesas, tanto que cuando te bañas parece que estas en una piscina. El mar tiene poca profundidad en esta zona y además es bastante amplia para ser una cala, ya que mide unos 250 metros de largo. Esta rodeada por un frondoso bosque y cuenta con la presencia de varios restaurantes con música durante todo el día.
Cala Gracioneta
Esta es una de las calas más pequeñas de toda Ibiza, ya que mide tan solo 25 metros de longitud. por eso, aún que no este muy masificada y no mucha gente la conozca, enseguida se llena. Es la cala perfecta para aquellos que quieran relajarse junto a su agua es de azul turquesa intenso y su arena blanca. Está rodeada por unas rocas que la resguardan de las fuertes corrientes, por lo que apenas hay oleaje.
Cala Benirràs
Esta pequeña cala de piedras se encuentra cerca de San Miguel y se accede a través de una carretera que está rodeada de colinas cubiertas de pinos. En esta cala podrás disfrutar de una de las mejores puestas de sol de la isla. Además, nosotros te recomendamos que vayas un domingo, ya que la cala se llena de gente con tambores que tocan a la vez que se pone el sol, generando una experiencia única e inigualable.
En la cala también encontraras un restaurante llamado Elements y una arroceria, para que puedas elegir dónde comer.
Cala Mastella
Esta cala es famosa por su pequeño puerto de pescadores donde se encuentra uno de los chiringuitos de pescado fresco más importantes y conocidos de la isla: El Bigotes. Aquí podrás probar el riquísimo arroz a banda, cocinado a leña junto con un rico pescado fresco que seguramente acaben de capturar.
Cala D’ Hort
Esta preciosa cala de 200 metros de longitud se encuentra justo enfrente de Es Vedrà, uno de los principales iconos de Ibiza, conocido sobre todo por sus preciosas vistas. Diariamente salen barcos que realizan excursiones al peñón. La cala está repleta de piedrecitas y agua cristalina, por ello es una de las calas más visitadas de toda la isla.
Cala Conta
Esta cala de Ibiza se encuentra cerca de San Antonio, al oeste de la isla, y es famosa por su arena fina y blanca que se entremezcla con las preciosas aguas color turquesa, creando un paisaje único frecuentado por turistas de todo el mundo. Al ser una de las más famosas de la isla, a veces es complicado encontrar sitio, sobre todo en los meses estivales.
La playa la forman dos calas, Cala Conta y Racó d’ en Xic, dos entrantes que se encuentran ubicados frente a varios islotes que surgen en el paisaje creando una de las mejores imágenes de la isla.
Cala Atlantis
Cerca de cala d’Hort se encuentra uno de los enclaves naturales más bonitos y que más se mantiene en secreto de toda la isla: cala Altalntis. Su auténtico nombre es Sa Pedrera de Cala d’Hort, por lo que si la buscas en un mapa aparecerá así.
Este rincón es mágico, ya que hay extrañas formaciones rocosas adornadas por los hippies con figuras de Buda y símbolos de la paz. Esto fue durante los años 60, y ahora, más de sesenta años después, continúa siendo un punto de encuentro para algunas comunidades hippies que continúan viviendo en la isla o van de visita.
La especialidad de esta cala reside en que las erosiones de las rocas han creado una piscina natura con agua caliente y de color verde. Algo que solo se encuentra en este punto de Ibiza.
Llegar a la cala no es tarea fácil, ya que la gente local se a encargado de que sea un lugar secreto para que no se masifique de turistas, cómo ocurre con el resto de la isla. Por ello, ni siquiera aparece en las guías turísticas de Ibiza.
Lo primero para llegar el llevar un calzado cómodo y provisiones, ya que allí no podréis comprar nada. Hay que seguir el camino que une Es Cubells con cala d´Hort. Después tomar un desvío hacia Sa Pedrera y aparcar el coche. A partir de ese punto, hay que caminar unos 5 minutos por el bosque hasta ver el mar y comenzar a bajar.
La bajada es bastante pronunciada y tiene zonas de dunas, plantas y rocas, por lo que tienes que ir con mucho cuidado. Eso si, una vez que llegues a la cala verás que todo esfuerzo tiene su recompensa y que realmente valió la pena.