Gruta esmeralda

La Gruta Esmeralda

La Costa Amalfitana es una de las zonas más preciadas de la región de la Campania. Su clima, sus colores, su historia y la belleza de su litoral hacen de ella todo un viaje para los sentidos que tiene origen en el mar.

Custodiada por el tirreno, esta joya situada al sur de Italia, fascina por sus calas, bahías y costas, abriéndose paso entre escarpados desfiladeros; pero también por sus innumerables cuevas y grutas marinas. Estas formaciones rocosas erigidas por la fuerza erosiva de las olas del mar al precipitarse contra las rocas, se erigen formando fisuras en la orografía que con el tiempo, se extienden, ensanchan y profundizan gracias a la compresión del aire que se forma en su interior. El agua de lluvia y la vida dentro de las cuevas también acaba influyendo en el desarrollo de uno de los espectáculos más bellos que la naturaleza puede ofrecer.

Una de las cuevas más famosas que encontramos en la región es la “Grotta dello Smeraldo” (Gruta Esmeralda). Situada entre las bellas poblaciones de Furore y Conca dei Marini, esta cavidad kárstica se erige como uno de los imprescindibles que ver en la Costa Amalfitana.

Reconocida internacionalmente por el tono esmeralda que adquieren sus aguas bajo el reflejo de los rayos de sol que se filtran a través de la fisura que la conecta con el exterior, la Gruta Esmeralda es hoy una de las formaciones rocosas más bellas y turísticas del mundo.

Detalles históricos

Descubierta y redescubierta a lo largo de la historia, la cultura popular cuenta que fue un pescador de la zona, Luigi Buonocore, quien en 1932 dio con el mágico lugar. Esta cavidad que se presenta hoy parcialmente sumergida, estuvo situada sobre el nivel del mar, hace miles de años, propiciando la creación de grandes formaciones de estalactitas y estalagmitas de hasta diez metros de altura, que se erigen en su interior como auténticas esculturas.

En 1956 se depositó en su fondo un belén con figuras de cerámica fabricadas en la famosa localidad amalfitana de Vietri Sul Mare, reconocida por su tradición ceramista. Este bello nacimiento es visitado anualmente cada veinticinco de diciembre por buzos autorizados que depositan sus ofrendas florales a los pies del Niño Jesús, en señal de agradecimiento por su protección.

Estalactitas y estalgmitas de la Gruta Esmeralda.

Descubriendo la Gruta Esmeralda

De dimensiones reducidas, la cavidad consta de una sola “sala” con una superficie marina de aproximadamente 45 x 32 metros. La altura, por su parte, no supera los 25 metros en la zona más elevada.

En su interior, además de las impresionantes estructuras rocosas, podremos apreciar una especie de hermosos bajorrelieves esculpidos por las manos del aire y el mar trabajando incansables bajo las órdenes del tiempo.

Convertida en un lugar donde magia y misticismo se dan cita, la Gruta Esmeralda posee no solo un gran valor estético, sino también científico, ya que alberga la vida de curiosas especies marinas como la cnidaria,Anemonactis mazely” (anémona de dedos grandes), la cual habita en las profundidades del mar, donde la luz no alcanza.

Produndidades del mar.

Visitar la Gruta Esmeralda

La visita se inicia con el descenso en ascensor que nos lleva hasta la cueva, donde nos aguardarán los botes que nos conducirán a través de la cavidad para poder admirar una de las manifestaciones más elocuentes del poder y la belleza de la madre naturaleza. Este paseo no se prolongará más de media hora debido a las dimensiones de la gruta, y es por ese motivo que es imprescindible visitarla en el momento idóneo para poder contemplar toda su magia y esplendor. Lo mejor es aguardar hasta medio día y no prolongarlo más allá de las tres de la tarde, ya que son las horas en las que la puede apreciarse toda la vivacidad del color de sus aguas. Por supuesto, el baño en su interior está totalmente prohibido.

El precio de la entrada es de unos 6 euros, pero realmente, el espectáculo que acontece es de valor incalculable.

Hay que tener en cuenta que, la Costa Amalfitana es una de las zonas turísticas más solicitadas por los viajeros de medio mundo, por lo que visitar la gruta en verano puede acarrear largos tiempos de espera, sobre todo durante los meses de julio y agosto.

Interior de la gruta Esmeralda, en la Costa Amalfitana.
Horario

Mayo-Septiembre

  • Lunes-Domingo: De 10:00 a 16:00 h.
Precio
  • Adultos: 6 €
  • Niños < de 12 años: Entrada gratuita.
Contacto

¿Cómo llegar?

Desplazarnos hasta el lugar donde se encuentra la gruta es muy sencillo. Nuestras opciones, como siempre, partirán desde la ciudad de Salerno, una de las principales localidades erigidas como punto de partida de la ruta por la Costa Amalfitana.

En coche

Bastará con tomar la SS 163 hasta Conca dei Marini. Una vez cruzada la localidad, deberemos seguir hasta un pequeño estacionamiento situado cerca del ascensor que conduce a la gruta. Está debidamente indicado.

Añadir que en temporada estival es prácticamente imposible estacionar.

En autobús

La alternativa pública más asequible tanto económica como logísticamente hablando. Sita bus es la compañía que recorre la “costiera” amalfitana y que ofrece parada muy cerca de las escaleras que descienden hasta la Gruta Esmeralda.

Desde Salerno podremos tomar sus autobuses en la estación central o en alguna de sus paradas en la ciudad. Estos parten cada media hora y hora en punto. El precio del billete se calcula en función del tiempo estimado de trayecto y puede adquirirse en estancos, quioscos, bares, en la estación y recientemente, a bordo del autobús.

En barco

Una bella opción que nos permitirá disfrutar no solo de la cueva marina, sino también, admirar el maravilloso enclave en el que se encuentra. Desde el pequeño puerto de Amalfi parten embarcaciones de diversas compañías que nos apearan en la entrada de la gruta. La Coop. Sant’Andrea ofrece una línea exclusiva que cubre esta ruta, iniciando sus servicios a las 9:30 y concluyendo a las 15:30 h.

Entrada a la Gruta Esmeralda

Sin duda la Gruta Esmeralda es una parada obligada durante nuestro viaje por la Costa Amalfitana; pero si queremos descubrir todo su hedonismo no hay mejor manera que dedicar una visita a sus localidades. Positano, Ravello, Furore… sus playas, sus villas y sus colores, son el colofón perfecto de una experiencia inolvidable.

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